Salud

Educación sexual: 8 claves para tratar el tema con un hijo adolescente

Una de las grandes dificultades reside en propiciar el ambiente adecuado para tratar un tema tabú y relativamente incómodo como la sexualidad

La sexualidad puede tener un impacto directo sobre la salud física, psicológica y emocional de los seres humanos y constituye, en sí misma, una forma de establecer relaciones con otras personas. Tratar esta parte de nuestra naturaleza puede ser algo complejo cuando de lo que se trata es de contribuir en la educación de nuestros hijos. Sin embargo, es importante hacerlo. A pesar de que Internet y la democratización de la información han hecho que los jóvenes tengan más herramientas para estar informados sobre el mundo de la educación sexual, no es recomendable delegar su educación sexual a un ordenador.

Muchos jóvenes adquieren sus primeras nociones del sexo con búsquedas de videos porno en internet en webs como esta si bien esto no es lo más aconsejable El apoyo familiar y el establecimiento de lazos de confianza para resolver cualquier duda que pueda surgir puede condicionar su bienestar y salud psicosexual en el futuro.

Pero, ¿cómo abordar el tema? A continuación, compartimos algunas claves para lograrlo. ¡Toma nota!

Escoge un buen momento

A veces, una de las grandes dificultades reside en propiciar el ambiente adecuado para tratar un tema tabú y relativamente incómodo como la sexualidad. No obstante, debes tener en cuenta que, si sabes cuál es el mensaje que se deseas transmitir puede resultar más sencillo, a partir de ahí bastará con aprovechar una buena oportunidad para sacarlo a colación como, por ejemplo, en un momento cotidiano (por ejemplo, mientras conduces) o a colación de la letra de una canción o del contenido de un programa de televisión.

Deja patente tu predisposición

Como probablemente hayas podido imaginar, una única conversación sobre un tema tan complejo y determinante no es suficiente. En realidad, el objetivo va mucho más allá de proporcionar la respuesta al origen de los bebés. Hay algunos puntos clave en los que es fundamental reincidir como, por ejemplo, la importancia de recurrir al sexo seguro. Recordar el tema a medida que va creciendo y se abre paso camino a la adultez adaptando las palabras a su crecimiento y mentalidad es lo más efectivo.

La sinceridad es fundamental

¿El tema te genera cierto nerviosismo, inquietud o incomodidad? Si es así, puedes reconocérselo pero, no por ello, dejar de charlar acerca del tema. También cabe la posibilidad de que no sepas cómo responder exactamente a las dudas y cuestiones que te plantea tu hijo adolescente. Tranquilo, esto es comprensible. Ante este tipo de situaciones, siempre puedes invitarle a que descubra la opción o la investigue él mismo o bien, si lo desea, buscarla juntos a través de algún canal educativo especializado en salud sexual.

No te andes con rodeos

¿Cuál es tu perspectiva del sexo? Ofrécele información real y verdadera sobre los riesgos potenciales que implica, tanto desde el punto de vista emocional, posibles infecciones, embarazados no deseados o enfermedades de transmisión sexual si se lleva a cabo de forma imprudente. Uno de los puntos importantes que hay que dejar claro es(pues es una de las dudas más habituales que tienen los adolescentes)  es que le sexo oral no es una alternativa al coito exenta de riesgos.

No pases por alto su perspectiva del mundo

Por supuesto, debes asegurarte de adaptar tu lenguaje y tu forma de transmitir la información a la perspectiva y mentalidad propia de los adolescentes. Es importante tener en cuenta que no es aconsejable abordar el tema a través de un lenguaje estricto o que pueda generar alguna emoción negativa o de miedo pues, en este tipo de situaciones, puede romperse la conexión entre ambos y, además, estimular un comportamiento rebelde y desafiante. Si quieres evitar este tipo de situaciones, deberás comprender a tu hijo y escucharle de verdad. ¿Cuáles son sus presiones, problema o dificultades como adolescente? Tenlas en cuenta y empatiza con él, lograrás unos resultados más efectivos y perdurables en el tiempo.

Los hechos son importantes, pero no lo son todo

Aunque es importante adoptar un lenguaje claro y asegurarnos de que los conceptos quedan claros y resolvemos cualquier duda que pueda surgir, no es recomendable limitarnos sólo a los hechos porque, alrededor de los hechos o actos sexuales, también hay una amplia variedad de información y aspectos relevantes. Algunos de los más importantes son los sentimientos, las actitudes o los valores vinculados al acto en sí. Tratando esta dimensión, será más fácil que los adolescentes se sientan comprendidos y adopten una visión integral y más madura sobre un hecho que, a priori, podría parecer trivial.

El autocuidado, un punto importante

La adolescencia es un período de transición y, por tanto, está caracterizado por todo tipo de cambios. Al tiempo que, por puras dinámicas de aprendizaje, se asumen nuevos riesgos, también se adquieren y desarrollan conductas saludables que condicionarán la vida futura. Es por ello que no sólo hay que hacer referencia a los riesgos inherentes de la práctica sexual sino, también, incidir en el valor de las relaciones, la forma en que nos enriquecen a los seres humanos y las alternativas saludables.

Reafirma tu disponibilidad y apertura para tratar el tema

Uno de los principales retos y desafíos de cualquier padre, consiste en ganarse la confianza de sus hijos. Por ello, es importante dejar clara tu plena disponibilidad para hablar sobre el tema cada vez que pueda surgirle cualquier tipo de duda o inquietud al respecto. Por ejemplo, si en algún momento recurre a ti, puedes aprovechar para subrayar que ha tomado una buena decisión haciéndolo y reafirmando tu plena disposición a ayudarle a resolver sus dudas.

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