El ayuntamiento demolerá un edificio en el barrio San Francisco y una casa en la calle del Arco
Además, se espera la demolición, por parte de los propietarios, del edifico de la calle Capitán López Tarruella

La Junta de Gobierno celebrada ayer lunes dio el visto bueno al proyecto de demolición del llamado edificio Rojo, un inmueble ubicado en la plaza del barrio San Francisco que ha sido declarado en ruinas y que supone un peligro para los viandantes y los habitantes de la zona.
Ahora, explicaba Juan José Olivares, el ayuntamiento tendrá que sacar a licitación el derribo, que está valorado en 115.000 euros, ya que se trata de un inmueble grande, de tres plantas de altura y que, en su día, albergó en sus bajos la sede de la asociación de vecinos del barrio.
De momento, el ayuntamiento no tiene planes para el futuro de ese solar, porque la principal motivación en estos momentos es “evitar peligros”.
Calle El Arco
Por otro lado, el ayuntamiento va a demoler de forma subsidiaria la vivienda en mal estado que ha obligado, desde hace muchos meses ya, a cortar el paso a los peatones en la calle El Arco. En este caso se trata de una propiedad de un banco, que ha ignorado los requerimientos del ayuntamiento para hacerse cargo del derribo.
Por ello, y tras el proceso judicial iniciado por el ayuntamiento, se cuenta ya con los permisos para actuar de forma subsidiaria y repercutirle después el coste al propietario. En este caso, el ayuntamiento ya tiene presupuesto y el derribo se llevará a cabo “en las próximas semanas”, decía el edil.
Capitán López Tarruella
Por último, el edil se ha referido al inmueble en mal estado de la céntrica calle Capitán López Tarruella, cuyo deterioro ha obligado, incluso, a modificar el recorrido de desfiles y procesiones para evitar riesgos innecesarios.
En este caso, el edificio si tiene propietarios, que recibieron en su día la licencia de derribo, pero el retraso de la empresa responsable del tendido eléctrico a la hora de quitar los cables hizo que dicha licencia caducara. Hace unas semanas el ayuntamiento concedió de nuevo la licencia, con un plazo de seis meses, por lo que se espera que el edificio sea por fin demolido dentro de ese plazo.