Llegó el momento de hacer balance del mejor cine visto en este 2021 que termina hoy; y en esta ocasión, todavía más que en los últimos años, el papel de las plataformas audiovisuales parece ser fundamental y algunas de las películas susceptibles de aparecer en las inevitables listas que ya empiezan a proliferar no han pasado por los cines o lo han hecho muy fugazmente antes de su estreno doméstico... y ya les aviso de que todavía no he tenido la ocasión de ver varias de ellas. Pienso especialmente en un par de producciones de Netflix -por lo visto, lo de Roma y El irlandés no fue solo flor de un día- como El poder del perro de Jane Campion y Fue la mano de Dios de Paolo Sorrentino; pero también en algún que otro título de Amazon Prime Video -que se está quedando atrás respecto de su competidora en cuanto a fichajes de calidad- como El caballero verde de David Lowery o Being the Ricardos de Aaron Sorkin.
Así pues, las que a mi parecer son las cinco mejores películas de 2021 las he visto en pantalla grande. Y se da la curiosa circunstancia de que todas ellas tienen por título una sola palabra y, lo que es más relevante, las tres mejores son producciones francesas en su mayoría o su totalidad. De hecho, el primer puesto podrían debatírselo casi en igualdad de condiciones dos títulos del país vecino: Titane y Annette. Ambas comparten, además de lo ya señalado, su naturaleza arriesgada y provocadora. Y aunque ahora mismo la cinta que le valió la Palma de Oro de Cannes a Julia Ducournau se me antoja la película más redonda del año, prefiero subrayar las excelencias del film de Leos Carax porque, si no me equivoco y al contrario que con la otra, no le dediqué unas líneas en el momento de su estreno. Se trata de un musical manufacturado por los Spark Brothers y el propio realizador, emparentado en tanto que puede considerarse como una muestra de ópera rock con títulos de culto como Tommy o El fantasma del paraíso, y que por lo heterodoxo de la propuesta también puede recordar a All that Jazz de Bob Fosse, Dinero caído del cielo de Herbert Ross o, si me apuran, Todos dicen I Love You de Woody Allen. Lo protagonizan unos excelentes Adam Driver y Marion Cotillard, y el número de temas tratados es tan abrumador (el precio de la fama, la distinción entre la cultura elitista y la popular, los roles de género, el movimiento #MeToo, el abuso infantil...) que su análisis excede con creces las posibilidades de estas líneas. Mi recomendación es que, aunque no es plato para todos los paladares, le den una oportunidad a poco que puedan.
Cuando en su momento escribí sobre Titane aproveché para dedicarle también unas palabras a la tercera película de mi podio particular: Benedetta. También francesa, al menos en buena parte de su coproducción, y también provocadora y a contracorriente, si bien se marchó de vacío del festival celebrado en La Croisette. No podía ser menos, tratándose de una película de un Paul Verhoeven que vuelve por sus fueros y nos ofrece un film de época que ha pasado ya a ser uno de sus mejores trabajos, a la altura de El cuarto hombre, Los señores del acero o El libro negro. Por lo demás, ya destaqué en su día el buen hacer de su protagonista, una magnética Virginie Efira, y de dos veteranos como Lambert Wilson y una descomunal Charlotte Rampling.
Las dos películas que siguen a estas tres citadas están ya inmersas dentro de la maquinaria de Hollywood, si bien vienen firmadas por dos de los realizadores más interesantes del cine contemporáneo. Y ambas son de género fantástico. Por un lado, el (primer) Dune de Denis Villeneuve, adaptación de la primera parte de la novela de Frank Herbert que consigue lo que a David Lynch no le dejaron ni intentar en su día; por otro, Tiempo de M. Night Shyamalan, con la que el realizador de El sexto sentido confirma su impecable manejo de la narrativa visual a la vez que parece confirmar que los tiempos de doblegarse a injerencias externas (los de Airbender o After Earth, vaya) han quedado ya muy atrás.
Y si prefieren un Top 10 mejor que uno de tan solo cinco títulos, y sin ánimo de extenderme demasiado, aquí van en orden los filmes que lo completarían: Pequeños detalles ha sido, además, la gran sorpresa de la temporada y uno de los títulos a mi parecer más infravalorados; se trata de un poderoso thriller policíaco muy bien escrito y dirigido por John Lee Hancock que le da a Denzel Washington la oportunidad de volver a lucirse en un papel hecho a su medida, y donde Rami Malek y Jared Leto no se quedan a la zaga. Por su parte, Otra ronda me parece un muy justo Oscar a la mejor película de habla no inglesa, a cargo de Thomas Vinterberg y con un reparto espléndido que lidera el siempre turbio Mads Mikkelsen. Al igual que Pequeños detalles, y a pesar de contar con el gran Clint Eastwood delante y detrás de las cámaras, Cry Macho también resultó ser una película muy incomprendida, filmada con el hálito de los clásicos por parte de un realizador en plena madurez creativa desde hace treinta años como poco.
Al contrario que ocurrió con el film de Eastwood, Nomadland fue la película que tal y como vaticinaban todas las quinielas triunfó en la mayoría de premios del año, incluyendo los de la Academia de Hollywood, para mayor gloria de su realizadora Chloé Zhao y su protagonista absoluta Frances McDormand. Y por mi parte la sitúo casi al final de mi lista de lo mejor de la cosecha anual, que cierro -aun a sabiendas de las carencias que se le pueden atribuir- con Spider-Man: No Way Home, pues se me antoja uno de los blockbusters más inteligentes de los últimos tiempos, cuyo alcance (tanto el diegético como en lo referente a su condición de hito en la historia de la propia industria del entretenimiento) excede con creces cualquier expectativa que hubiésemos podido tener un par de años atrás... y porque es el perfecto cierre (bueno, ya saben, es un decir) no ya a la ¿trilogía? dirigida por Jon Watts, sino al tratamiento que en el cine se ha dado hasta la fecha a mi personaje de ficción favorito.
Llegado este punto, es posible que hayan echado de menos el cine español. Y es que tengo que confesarles que por una razón u otra cintas tan esperadas como los últimos trabajos de Pedro Almodóvar, Fernando León de Aranoa, Daniel Monzón, David Trueba o Manuel Martín Cuenca se me han escapado en sus respectivos estrenos, y tendré que recuperarlas en casa cuando se estrenen en alguna plataforma (de hecho, Las leyes de la frontera de Monzón ya está disponible en Netflix). Precisamente gracias a esta modalidad de exhibición pude ver la película de Juan Cavestany Un efecto óptico, tan marciana como las previas Dispongo de barcos o Gente en sitios, y que en buena parte debido a ello es el mejor film español del año para el que esto suscribe de entre lo poco que ha tenido la oportunidad de ver.
Ahí queda eso. Se agradecerán los comentarios, pues me encantaría saber cuáles han sido sus películas favoritas y en qué medida estamos o no de acuerdo. Por lo demás, y tras una semana de descanso, nos volveremos a leer dentro de catorce días. Y, por supuesto, les deseo que a pesar de las circunstancias puedan disfrutar de una estupenda celebración de la Nochevieja y tengan una magnífica entrada en el 2022... que esperemos venga cargado de muchas buenas películas y bastantes menos contagios.
Annette y Un efecto óptico están disponibles en Filmin.
HOLA
Amigo Fran, coincido en buena parte de tu lista, salvo en algunas cosas. Lo mejor Titane, pues no lo sé porque ni la he visto ni tengo especial interés en hacerlo, pues es un tipo de película que francamente no me va. «Benedetta» sí y «Anette», también, aunque más bajo. La nº 1 «Dune», muy grata sorpresa, sobre todo porque no me gusta la de Lynch. Por supuesto «Tiempo» y «Otra ronda» y también «Nomadland». «Pequeños detalles» bien a secas, no entre lo mejor y coincido con lo de «Spider-man». «Cry macho» también me vale, y deben entrar por supuesto, las españolas «El buen patrón», pero sobre todo «Maixabel», que me parece imprescindible y tal vez podría ir «El olvido que seremos» luchando con la de Eastwood. No se como lo ves. Feliz año.
Amigo Antonio Vicente:
Lo veo estupendo… sobre todo, que sigas disfrutando como yo del buen cine, y también discrepando como en nuestros buenos tiempos. 😉 Prometo ponerme con las españolas citadas que no he visto.
Un abrazo y mis mejores deseos para este 2022, lo que hago extensible al resto de compañeros del Cine Club Villena.