Apaga y vámonos

El parto de los montes

Como ustedes sabrán, “El parto de los montes” es una fábula de Esopo que narra cómo los montes ofrecen terribles signos de estar a punto de dar a luz, infundiendo pánico a quienes los escuchan. Sin embargo, después de señales tan asombrosas, paren un pequeño ratón. La fábula se refiere, por tanto, a aquellos acontecimientos que se anuncian como algo mucho más grande o importante de lo que realmente terminan siendo, como la página web de la concejalía de Igualdad y el Consejo de Ídem de Villena.
La web venía ya “bendecida” en origen, pues parece ser que no todas las integrantes del Consejo están de acuerdo con cómo se han hecho las cosas, y hasta incluso se barajó la posibilidad de no realizar la presentación pública, que finalmente sí tuvo lugar. Además, y para terminar de rizar el rizo, en una rueda de prensa previa escuchamos una de esas proclamas surrealistas tan del gusto del feminismo militante villenense. Más concretamente fue Virtudes Hernández, concejal de Modernización Municipal (sic), quien aseguró, quedándose ni más pancha, que “el ciberespacio fue en su día un ámbito más masculino, pero cada vez está más equilibrado el uso de las nuevas tecnologías”. Me abstendré de hacer comentarios serios al respecto, pero lo que no me voy a callar es el chiste malo: ¿Que Internet es de ámbito masculino? Pues serán las páginas que ve la señora concejala, porque las que veo yo están repletas de mujeres…

Dicho lo cual, y yendo ya a lo serio, cuando uno intenta conocer cómo ha quedado la web para ver a qué dedican sus nobles esfuerzos nuestros y nuestras representantes y representantas, resulta que descubre que la nueva página no es tal, sino que –la primera en la frente– lejos de tener un dominio propio como los distintos servicios culturales o el área de Turismo, está incrustada en la página municipal (www.villena.es) con una visibilidad perfectamente descriptible: hay que entrar en una subsección –El Ayuntamiento–, y dentro de ella en una sub-subsección –Servicios Municipales–, para que, dentro de un listado de 33 servicios, podamos encontrar en el puesto número 17 la palabra “Igualdad”. Menos accesible, como ven, que los lavabos del Castillo de Salvatierra. No obstante lo mejor no es esto, sino lo que encontramos al acceder –si no hemos desistido antes cansados de la larga búsqueda– a este prodigio de la programación y el diseño.

Una vez dentro, y advertidos previamente de que esta página recoge el trabajo desarrollado durante años por las integrantes del Consejo de Igualdad, encontramos varias secciones en las que se ha volcado sin atractivo alguno una documentación que presumiblemente no leerá nadie nunca; un apartado de Noticias con, literalmente, cuatro breves notas relacionadas de manera tangencial –en el mejor de los casos– con la temática de la igualdad; un apartado llamado Trámites que está, directamente, vacío; y para rematar la faena, una presentación de la concejalía de Igualdad y de sus funciones que es un auténtico galimatías tipográfico coronado con una foto lamentablemente pixelada de la concejal responsable, Mercedes Menor.

En definitiva, queridos amigos, que para este viaje no hacían falta tantas alforjas, ni mucho menos que en la presentación previa nos dijeran que la intención “es que la página sea dinámica y visualice de forma real y práctica tanto a la concejalía como al Consejo de Igualdad”, porque si tenemos que ceñirnos a lo que transmite la paginita de marras, solamente podremos concluir que tenemos una concejalía y un Consejo obsoletos, anticuados, aburridos y con una utilidad más que discutible. Dicho sea sin acritud, eso sí.

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