Sucesos

El peligro no cesa en el departamento de aislamiento de la cárcel de Villena

Un preso intenta agredir a los funcionarios que querían sacarlo de su celda, incendiada por el propio recluso. Horas después, dos presos intentaban “matar” a otros internos

La Asociación de trabajadores penitenciarios “Tu Abandono Me Puede Matar” denuncia, una vez más, los continuos y peligrosos incidentes a los que los trabajadores penitenciarios están expuestos a diario en la prisión de Villena.

El domingo 31 de octubre va a ser otros de esos días para no olvidar y no precisamente por ser Halloween.

Al mediodía, un interno de origen magrebí, clasificado en primer grado (aquellos clasificados como los más peligrosos), prendió fuego al colchón de su celda, provocando la rápida intervención de los funcionarios, que, además de su extinción, tuvieron que proceder a extraer de su celda al provocador del mismo, así como a velar al mismo tiempo por su propia vida e integridad, pues en muchos casos los internos aprovechan el caos y la poca visibilidad para atacar a quienes sofocan el fuego y acuden a su rescate (paradojas de la vida).

El interno protestaba por la aplicación por parte del centro de ciertas limitaciones impuestas por una pelea que él mismo había protagonizado con otro interno y por la no concesión de más medicación que la que tenía prescrita. Se da además la circunstancia de que ese día, como muchos otros y como ocurre en muchos centros del país, no había médico pues no se presentan facultativos para cubrir las plazas desiertas al ser un destino muy poco atractivo para ellos.

La celda incendiada por el recluso

En el turno de noche, cuando el número de efectivos es menor, los funcionarios, tras escuchar golpes, sorprendieron a 2 internos intentando forzar la apertura de las puertas de sus celdas para poder salir, pues “tenían que matar a otros dos que los habían insultado”.

Los funcionarios, a pesar del estado de agitación de los mismos, consiguieron cambiarlos a otras celdas para evitar así que pudieran conseguir su propósito y evitar males mayores.

Lo aquí narrado constituye el día a día de los funcionarios de dicho departamento en el centro de Villena, donde han de soportar no solo las presiones provocadas por los propios internos (los más peligrosos), sino también las provenientes de la propia institución, preocupada en proteger a dichos internos y en perseguir e incluso expedientar a aquellos trabajadores que traten de actuar para salvaguardar la seguridad del mismo.

Un fuerte abrazo desde aquí a los compañeros agredidos este mes de agosto y expedientados por reducir al interno que hace escasos días intentó, presuntamente, agredir a una chica en Tarancón, y al compañero de Cuenca que fue apuñalado en el cuello con un cristal por el mismo interno.

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