El proyecto de supresión del paso a nivel de Rosalía de Castro incumple el PGOU
Los arquitectos Tomás Navarro y José María Martínez consideran que el proyecto condiciona el desarrollo urbanístico de la ciudad y critican duramente la propuesta del paso subterráneo para peatones
Los arquitectos villenenses Tomás Navarro y José María Martínez han realizado un informe sobre el proyecto de supresión del paso a nivel de la calle Trinidad y la reurbanización de la calle Rosalía de Castro.
De su análisis se desprende que el proyecto de la Generalitat, cuyas obras comenzarán en enero, tal y como ha informado el ayuntamiento, “no tiene en cuenta el vial de circunvalación marcado por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Villena y crea un nuevo vial no contemplado por el PGOU”.
Además, añaden, la solución propuesta por la Generalitat “obvia la existencia de un edificio utilizado como vivienda habitual” y “pasa por encima del mismo”, siguiendo un “trazado curvo y aleatorio y sin referencias al futuro crecimiento de la ciudad”, lo que unido a “una gran rotonda no prevista por el Plan General, genera una red viaria desordenada y sin sentido”.
Como solución alternativa al vial para el tráfico rodado, los arquitectos sugieren “que el trazado de la circunvalación se ajuste al marcado por el Plan General de Villena, realizando una rotonda enfrente del actual paso a nivel, rotonda que viene contemplada en el Proyecto de la Generalitat aunque descentrada respecto de las alineaciones del Plan General, y que se conecte hacia el suroeste por un vial de nueva creación grafiado en el Plan General hasta una nueva rotonda desde la que discurrirá el nuevo vial hasta su conexión, por debajo de las vías, con la calle Rosalía de Castro, dejando preparada la futura realización de continuidad de ese vial de circunvalación que llegará hasta la carretera de Yecla, tal y como nos marca desde hace años el Plan General, y todo ello hará innecesaria la enorme rotonda y el extraño vial del Proyecto de la Generalitat”.
Dicha solución, apuntan, presenta varias ventajas frente al proyecto de la Generalitat, pues “discurre ordenadamente en paralelo al crecimiento de la ciudad en contra de lo irregular y desordenado de la propuesta del proyecto de la Generalitat”. Además, la ciudad podría seguir “desarrollándose y urbanizándose adecuadamente”, ya que la alternativa de la Generalitat presenta “una geometría irregular y una implantación geográfica carente de toda relación con el resto de la ciudad”. Por último, indican los arquitectos, “nuestra propuesta tiene un coste económico inferior y menor afección sobre propiedades privadas”, por lo que el proceso de expropiaciones sería “más sencillo y económico”.
El paso para peatones, “inundable, tortuoso, laberíntico, oscuro y tenebroso”
En cuanto a la solución prevista por la Generalitat para los peatones, un paso subterráneo con un tubo enterrado de 20 metros que parte de la intersección de Rosalía de Castro con Virgen de la Cabeza, los autores lo definen como “un intrincado, tortuoso y laberíntico entramado de rampas y escaleras de geometría incierta” con el único fin “de llegar a ningún sitio, un vial innecesario que destroza el camino existente y aleja a los peatones de su destino mayoritario: la zona industrial y agrícola del Camino de San Juan”. Así, calculan que los usuarios “tendrán que andar en cada cruce 325 metros más que por el actual paso a nivel”, y advierten que “cuando llueva torrencialmente se inundará, quedando fuera de servicio todo el entramado de comunicaciones peatonales de un lado a otro de la vía ferroviaria”.
Frente a este túnel, Navarro y Martínez proponen mantener el paso natural, uniendo la calle Trinidad con el Camino de San Juan, porque es el lugar idóneo por confluir en él los flujos peatonales afectados. Para ello, son partidarios de “crear una pasarela aérea a la que se accederá por ambos lados mediante escalera y ascensor apto para personas con movilidad reducida”. Una solución, indican, que “además de ser acorde geográfica y funcionalmente con la movilidad peatonal existente en la zona, al ser aérea no tendrá problemas de inundaciones ni afectará a suelos privados, y será más económica que la propuesta del Proyecto de la Generalitat”.
Aún estamos a tiempo
Tomás Navarro no entiende cómo es posible que el ayuntamiento –que ya conoce este informe– “haya podido pasar por alto un incumplimiento así del PGOU”, y asume que los estudios de arquitectura de la ciudad tampoco estuvieron muy finos en este sentido, mientras que la ciudadanía, en ocasiones, “queda cegada por lo bueno –supresión del paso a nivel, regulación del tráfico, arreglo de Rosalía de Castro– e ignora lo negativo, que en este caso es condicionar el crecimiento futuro de la ciudad y condenar a un montón de ciudadanos a depender de un paso subterráneo de peatones que no está bien”.
Por ello, y aunque el proyecto ya está lanzado, con las expropiaciones en marcha y la fecha de inicio de las obras puesta para enero, el arquitecto considera que “aún estamos a tiempo. Podría resolverse con una modificación parcial del proyecto, iniciando la obra por el otro extremo de Rosalía de Castro, cuyo proyecto de urbanización es perfecto, y resolviendo mientras tanto los problemas del Camino de San Juan y el paso de peatones”.
Nota: Pueden conocer la respuesta del edil de Urbanismo, Javier Martínez, pinchando aquí.