Lo que pienso de

El secreto mejor guardado

La otra noche conseguí que mi marido saliera conmigo a andar un rato después de cenar, y sin haberlo pensado antes nos encaminamos hacia la Plaza de Toros a ver el ensanche que se ha quedado una vez que han tirado los corrales. Mientras miraba los andamios con esas losas de cemento que sujetan los hierros, se me ocurrió pensar que seguramente ni la alcaldesa ni el Presidente nos han dicho toda la verdad, porque tanto hierro para hacer la Plaza de Toros es imposible. Aquí tiene que haber más de un gato encerrado. Porque fíjense ustedes, si la publicidad que iban a poner en los andamios solo iba a servir para pagar lo que nos cuestan estos todos los días, ahora que en Valencia han dicho que no lo pueden pagar todo como dijo el Presidente, y en el ayuntamiento no queda dinero ni para poner figuras de belén como Dios manda, lo normal es que estén buscándole los tres pies al gato, para que las cuentas les salgan.
A mí me da la impresión que lo que van a hacer es montar una torre más grande para poner todavía más publicidad. Pero claro, si hacen una torre más grande y más alta, aprovecharán para poner unos ascensores que permitan que los montadores puedan subir y bajar con comodidad. Una vez puestos, destinarlos únicamente a que suban los currantes sería un desperdicio, así que por qué no dejar que la gente suba a los ascensores. Pero claro, la gente querrá ver algo, porque subir y bajar en un ascensor no tiene ningún atractivo. Una vez has llegado arriba qué haces, no te vas a bajar así sin más. Seguramente lo que harán será poner un mirador para que la gente pueda estar un rato, y cuando estén allí querrán tomar algo. Por tanto tampoco es descabellado que pongan allí un bar para que la gente consuma y contribuya a pagar lo que Valencia no pone. Gente hay de todos los gustos y los habrán que quieran subir más alto, ya puestos en harina por qué no hacer un segundo piso en el que las vistas sean mejores, así también habrá más espacio para poner vallas de publicidad. En el segundo piso ya se vería algo, y los novios podrían hacerse allí unas fotos estupendas para los álbumes de boda, también cabrían unas máquinas que sirvieran refrescos y café.

Porque habría que añadir que las escaleras también podrían ser un negocio: la gente que quisiera podría sacar un ticket de subir por las escaleras en vez de por el ascensor. Una vez has llegado arriba, a quién no le apetece un zumo o un agua. Si hacen falta más fondos pueden obtenerse alquilando lo más alto de la torre a las compañías telefónicas, que andan locas buscando terrazas donde colocar sus antenas. Y ya que tienes que hacer un piso más para eso, por qué no hacer que los ascensores y las escaleras lleguen hasta arriba. Arriba yo pondría un mirador estupendo desde el que se verían los cuatro puntos cardinales, eso si que sería chulo. TAmbién pondría una sala multimedia explicando la construcción de la torre, empezando cuando el valenciano nos prometió “aixó ou pague yo”, el vídeo de la campaña del PP, la votación de las Cortes diciendo “donde Camps dijo digo, nosotros decimos Diego”, etc. Así los que no se emocionen con las estupendas vistas que ofrecerá la torre llorarán escuchando de qué manera nos han tomado una vez más el pelo. En fin, si al final lo de la Plaza no va para adelante porque no hay dinero suficiente, yo no tengo ningún inconveniente en cederle a la alcaldesa mi idea para que nos regale otro vídeo en la próxima campaña electoral.

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