Escena 1
- ¡Qué calor hace esta mañana, Avelino!
- ¡Y fíjese lo temprano que es, señor alcalde!
- Menos mal que tenemos aire acondicionado en todo el edificio.
- Pues lleve cuidado de no ponerse en la trayectoria del chorro de aire, no sea que se enfríe. Los resfriados veraniegos son los peores.
- ¡Oh! No se preocupe, Avelino, que no me suelo exponer a esos riesgos. Además, ahora tengo una reunión con Manuel y los de la Semana de Cine.
- Pues aproveche y dígales que hagan una mención a Ennio Morricone, que murió ayer.
- ¡No me diga!
- Sí, a los 91 años...
- Los genios no deberían morir...
- Los genios como él, nunca mueren.
Escena 2
- ¿Os importa que baje el aire acondicionado? No sé qué me pasa que paso de sudar a estar congelado.
- No vayas a coger frío, alcalde, que los resfriados de ahora son los peores.
- Sí. Oye, Manuel, ¿habéis pensado hacer algo para homenajear a Morricone?
- ¡Por supuesto! Habíamos pensado hacer audiciones de algunas de sus bandas sonoras más relevantes: La Misión; Érase una vez en América; El bueno, el feo y el malo y, por supuesto, Cinema Paradiso.
- ¡Nivelazo!
- ¡Sí! Ennio nos ha dejado un legado extensísimo y es lo menos que podemos hacer desde la Semana de Cine.
- Bueno, el caso es que me gusta mucho la idea. ¿Crees que el coronavirus va a afectar al desarrollo del festival, Sonia?
- Este año, para hacer frente a las necesidades del público, contamos también con algo nuevo: Cine al fresco.
- ¿Vais a montar un autocine?
- Algo parecido. Vamos a proyectar tres películas gratuitas en la fachada de la Casa de Cultura y vamos a poner sillas en la plaza, con dos únicas condiciones: que no se supere el aforo y que se lleve mascarilla todo el tiempo.
- Muy bien. Pues veo que lo tenéis todo más que pensado, ¿no?
- La verdad es que lo tenemos ahí y había que tenerlo claro ya.
- ¡Perfecto! Oye, ¿de verdad no os parece que hace mucho frío aquí?
- ¡Anda, anda! Deja el aire, que ya pasaremos calor cuando salgamos a la calle.
- El asfalto es pura lava.
- ¿Qué quieres? Estamos en verano...
- Ya nos quejaremos del frío en enero...
- Sí... por ahora, nos quejaremos del calor de julio.
Escena 3
- Estoy destemplado, papá. Tengo escalofríos.
- ¡Ya te has puesto debajo de algún aire acondicionado.
- Ten cuidado, hijo, ¡que los refriados en esta época del año son los peores!
- ¡Mamá! ¡Me has reconocido!
- ¡Claro! ¿Cómo no voy a hacerlo? ¿Tú sabes lo que me has costado de criar?
- ¡Jajajajajaja! ¡Mamá eso es... maravilloso!
- ¡Qué tonterías dices, cariño!
- Papá, ¿lo has visto? ¡Me ha reconocido!
- ¡Oh! ¡Eso hay que celebrarlo!
- ¡Qué tonterías estáis diciendo hoy! Por cierto, tienes mala cara. A ver... ¡estás ardiendo!
- ¡Joder! ¡A ver si me han contagiado el coronavirus!
- ¡Anda, anda! ¡No seas cenizo!
- ¿Qué hago? ¿Voy a urgencias? ¿Llamo primero para ver el protocolo?
- Lo mejor es que llames.
- ¡Voy!
Escena 4
- Tranquilícese, señor alcalde. Intente analizar sus síntomas, con calma...
- Vale... a ver... me duele la cabeza, la garganta, las articulaciones y tengo mocos.
- ¿Y fiebre? ¿Tiene usted fiebre?
- Hace un rato tenía 38,2. Espere un momento que me la tomo otra vez.
- No es necesario, señor al...
- ¡Que sí! ¡Que es un segundo!
- ¡Vaya!
- …
- …
- …
- ¡38,4! ¡Estoy peor! ¡Joder!
- ¡Cálmese, señor alcalde! ¿Vive usted sólo?
- No, vivo con mis padres.
- Y, ¿ha tenido relación con mucha gente en los últimos días?
- Bueno, me corto mucho e intento tomar todas y cada una de las medidas de seguridad y eso, pero...
- Ya...
- …
- …
- ¡Dígame algo, por Dios! ¡Esto es un sinvivir!
- Vamos a ver: le voy a mandar un antibiótico que deberá tomar en tres días consecutivos y, también paracetamol, mientras que Mendoza arrastra su pesada armadura de conquistador para encontrar el perdón de los guaraníes. Al llegar a su meta, exhausto, un nativo empuña una navaja sobre el cuello del barbudo europeo, bajo la mirada de toda la misión y es liberado de su pesada carga. Llora de alegría, todos le abrazan. Todos menos Noodles, que espía a Deborah mientras ella baila y salta encima de Bugsy y lo mata por haberse cargado a Dominic y Rubio, Sentencia y el Tuco se dispensan unas cuantas balas en el cementerio de Sad Hill.
- Oiga, ¿qué me está contando?
- Que Alfredo ha recompuesto todas las escenas románticas que aquel viejo cura ordenó cortar y, empalmando todas las secuencias, había hecho una película entera.
Fundido.
Escena 5
- Abra la boca bien grande.
- ¿Aaazí?
- Un poco más.... muy bien. Tiene las amígdalas inflamadas como huevos de garza, acompañadas de placas de pus. Lo del desmayo ha sido por la fiebre, no se preocupe. ¿Ha padecido antes de anginas?
- Muchas veces.
- Pues se toma este antibiótico de penicilina, el paracetamol que le recetaron por teléfono está bien y, si quiere, le receto ibuprofeno para el dolor.
- ¡Claro que quiero!
- Pues listo. En este papel está la pauta a seguir con la medicación.
- Entonces, ¿dejo de tomarme el antibiótico que me mandaron anoche?
- Sí, sí. Sustitúyalo por este otro, que le va a ir mejor.
- Como usted diga, doctor.
- Y no se ponga bajo el chorro del aire acondicionado, hombre, que los resfriados de esta época son los peores de todo el año.
- Últimamente me lo dicen mucho, sí.
- ¡Ah! Una última cosa: intente imaginar el cine sin música.
- Bendito Ennio Morricone.
- Sí.
Dedicado a Ennio Morricone (10/11/1928 – 6/7/2020)