Medio Ambiente

Fórmulas para recuperar el agua de lluvia y aprovecharla en tu huerto

Es importante buscar formas de aprovechar el agua de lluvia, que es gratuita, abundante y ecológica

El agua es un recurso vital para la vida y para el desarrollo de las plantas. Sin embargo, muchas veces no le damos el valor que se merece y la desperdiciamos o la contaminamos. Por eso, es importante buscar formas de aprovechar el agua de lluvia, que es gratuita, abundante y ecológica, para regar nuestro huerto y así contribuir a la sostenibilidad ambiental y económica.

Beneficios de usar el agua de lluvia en el huerto

El agua de lluvia tiene varias ventajas frente al agua potable o de riego que normalmente usamos para regar nuestro huerto. Algunos de estos beneficios son:

  • Es un agua limpia y pura, que no contiene cloro, cal, sales ni otros aditivos que puedan afectar al pH o a la salinidad del suelo o de las plantas.
  • Se trata de agua rica en nutrientes, que recoge del aire y de las superficies por donde pasa, como el nitrógeno, el potasio, el fósforo o el magnesio, que favorecen el crecimiento y la salud de las plantas.
  • También es gratuita y renovable, que no supone un gasto económico ni un consumo de recursos hídricos escasos o limitados, como los acuíferos o los embalses.
  • Y, por supuesto, es agua ecológica y sostenible, que reduce la huella hídrica y la contaminación ambiental, al disminuir la demanda de agua potable o de riego y evitar el uso de fertilizantes o pesticidas químicos.

Fórmulas para recuperar el agua de lluvia en el huerto

Existen diferentes formas de recoger y almacenar el agua de lluvia para usarla en el huerto, según el espacio, el presupuesto y las necesidades que tengamos. Algunas de las fórmulas más comunes son:

  • Colectores o depósitos pluviales: Son depósitos de plástico, metal o madera, que se conectan a los canalones o bajantes de los tejados o de otras estructuras, para recoger el agua que escurre por ellos. Pueden ser depósitos de 1000 litros o más, y se pueden colocar en el exterior o en el interior del huerto, sobre una base elevada o enterrada en el suelo. Lo importante es que tengan un grifo o una bomba para extraer el agua, una tapa para evitar la evaporación y la entrada de suciedad o insectos, y un filtro o un sistema de desbordamiento para eliminar las impurezas o el exceso de agua.
  • Barriles o bidones: Son recipientes más pequeños y sencillos que los colectores, que se pueden fabricar con materiales reciclados, como botellas, garrafas o latas. Se pueden colocar debajo de los canalones, en los balcones, en las terrazas o en cualquier lugar donde caiga el agua de lluvia. Su capacidad suele ser de entre 10 y 50 litros, y se pueden unir entre sí con tubos o mangueras para aumentar el volumen de almacenamiento. Al igual que los colectores, deben tener un grifo o una válvula para sacar el agua, una tapa para protegerla y un filtro o un agujero para limpiarla.
  • Cisternas o tanques: Son recipientes más grandes y complejos que los anteriores, que se suelen construir con hormigón, ladrillo o piedra, y que se instalan bajo el suelo o en el subsuelo. Su capacidad puede variar de entre 1000 y 10000 litros, y se pueden conectar a una red de tuberías o de canalizaciones para recoger el agua de lluvia de una superficie amplia, como un patio, una calle o una plaza. Requieren de una obra más costosa y de un mantenimiento más cuidadoso, pero permiten almacenar una gran cantidad de agua para usarla durante todo el año.

Aspectos a tener en cuenta para usar el agua de lluvia en el huerto

Aunque el agua de lluvia es una fuente de riego muy beneficiosa para el huerto, también hay que considerar algunos aspectos para usarla de forma adecuada y segura. Algunos de estos aspectos son:

  • La calidad del agua: El agua de lluvia puede contener sustancias contaminantes o nocivas que provengan de la atmósfera o de las superficies por donde pasa, como el polvo, el polen, el humo, los metales, los microorganismos o los pesticidas. Por eso, es importante filtrar el agua antes de almacenarla o de usarla, y evitar recogerla de zonas con alta contaminación o con riesgo de vertidos o de plagas.
  • La cantidad de agua: El agua de lluvia es un recurso variable e impredecible, que depende de la estación, el clima y la zona geográfica donde nos encontremos. Por eso, es importante calcular la cantidad de agua que podemos recoger y que necesitamos para regar nuestro huerto, y complementarla con otras fuentes de riego en caso de escasez o de sequía.
  • La forma de riego: El agua de lluvia se puede usar para regar el huerto de forma manual o automática, según el sistema de riego que tengamos instalado o que queramos instalar. Lo ideal es usar un sistema de riego por goteo, que es el más eficiente y el que mejor se adapta al uso del agua de lluvia, ya que permite dosificar la cantidad de agua que necesita cada planta, evita el desperdicio y el encharcamiento, y reduce la evaporación y la erosión.
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