Abandonad toda esperanza

Fotogramas convertidos en viñetas

Abandonad toda esperanza, salmo 808º

Hace apenas unos meses les recomendé con entusiasmo el cómic Chaplin en América, primera entrega de la trilogía urdida por el guionista Laurent Seksik y el dibujante David François y dedicada a glosar la vida y milagros del que muchos consideran, ahí es nada, el cineasta más importante de todos los tiempos: Charles Chaplin. Pues ya se ha puesto a la venta Chaplin, príncipe de Hollywood, capítulo central de la serie centrado en los años en que su protagonista parió algunas de sus películas más importantes: nada menos que los rodajes de El chico, La quimera del oro, El circo o Luces de la ciudad son algunos de los hitos que quedan reflejados en sus páginas, incluyendo las anécdotas que inspiraron todos aquellos proyectos y el éxito o fracaso que obtuvieron en su momento... Un momento que no es otro que el de la aparición del cine sonoro (tal y como refleja, dicho sea de paso, el reciente estreno de Babylon); una tecnología a la que el mítico Charlot se opuso con todas sus fuerzas, y que supuso una transformación radical en el seno de la industria y los grandes estudios de Hollywood.

Los autores de “Chaplin” también reflejan fiestas parecidas a las que muestra el film “Babylon”

Precisamente los amantes de cotilleos como aquellos que pueblan las páginas del imprescindible y chafardero Hollywood Babilonia de Kenneth Anger, y que habrán disfrutado con el citado film de Damien Chazelle, también gozarán sin duda de este Chaplin, príncipe de Hollywood: si en el álbum precedente se relató la polémica a la que se enfrentó el autor de Una mujer de París como posible desertor, en esta ocasión la historia se detiene particularmente en los problemas a los que tuvo que enfrentarse, personificados en el FBI de Hoover, por su predilección por las menores de edad. Y no faltan, claro, las apariciones estelares de personajes como Winston Churchill, Gandhi o Albert Einstein, cuyo concurso aquí da buena cuenta de la relevancia social que una figura como la de Chaplin alcanzó en su época; una época marcada por el ascenso de Hitler al poder, en un episodio nefasto de la historia de la humanidad que, imagino que vía El gran dictador, quedará reflejado con más detalle en el inminente último volumen de una obra en tres partes a todas luces muy recomendable.

Los rodajes de los westerns de Leone en España abarcan varias páginas de la novela gráfica protagonizada por el realizador italiano

Dentro de Claqueta, la misma colección especializada de la editorial Desfiladero que alberga a estos álbumes sobre Chaplin o uno espléndido dedicado al actor Bela Lugosi, ha visto la luz recientemente un magnífico retrato biográfico de Sergio Leone, el director que revolucionó el género del western como solo lo había hecho antes un genio del celuloide como John Ford. Y es esta una obra de la cual lo primero que llama la atención es el nombre de su guionista: nada menos que Noël Simsolo, uno de los historiadores más importantes de la literatura cinematográfica gracias a sus estudios imprescindibles sobre el cine negro y sobre otros realizadores tan destacados como Howard Hawks, Alfred Hitchcock, Fritz Lang o Clint Eastwood, además de un libro de entrevistas con Leone que a buen seguro le habrá servido como base para urdir el libreto de la presente novela gráfica.

Una muestra de la recreación del duelo final de la mítica “El bueno, el feo y el malo”

Y es que estamos ante un cómic que, a pesar de las limitaciones del formato, no tiene mucho que envidiar a biografías canónicas del director de Por un puñado de dólares como la que firmase en su día Christopher Frayling. Aquí, y en colaboración con el dibujante Philan -compatriota suyo de origen vietnamita-, Simsolo urde un relato completísimo y emocionante que abarca toda la vida profesional de su personaje principal, desde sus comienzos a la sombra de su padre -el realizador Vincenzo Leone, más conocido como Roberto Roberti- hasta sus últimos días de existencia. Ni que decir tiene que el grueso de la presente obra está dedicado a la realización de los spaghetti westerns que lo convertirían en inmortal, deteniéndose particularmente en la trilogía del “hombre sin nombre” encarnado por el citado Clint Eastwood, que alcanzaba entonces el estrellato internacional, así como en la magistral Hasta que llegó su hora; sin olvidar el proyecto personal de Érase una vez en América y su compleja producción, que le llevó a su futuro director varios lustros. En resumidas cuentas: estamos ante una obra cuya lectura resulta una auténtica gozada para cualquier admirador de Sergio Leone... o para cualquier cinéfilo, porque yo creo que decir una cosa y la otra es hoy prácticamente lo mismo.

En la primera página de “Imperio Argentina” vemos a la pequeña Rosa fascinada por la actriz en la gran pantalla

Muy diferente al de este par de cómics centrados en Chaplin y Leone es el enfoque por el que han optado Rafael Jiménez y Rocío Conches, los autores de la biografía en viñetas dedicada a Imperio Argentina. Tanto es así que el verdadero protagonismo de la obra recae en Rosa, un personaje de ficción al que vemos crecer desde su niñez hasta alcanzar la vida adulta de forma paralela a cómo España pasa de los años de la Guerra Civil y la posguerra a la Transición democrática hasta llegar a nuestros días; o al menos hasta el año 2003, fecha en la que esta estrella del cine folclórico fallecía en Torremolinos a la respetable edad de noventa y dos años. Es a través de los ojos de este personaje inventado, obsesionado desde la más tierna infancia por la intérprete a la que contempla ensimismada en la gran pantalla, que conoceremos los vaivenes personales y profesionales de esta actriz y cantante hispanoargentina.

La primera parte de “Imperio Argentina” se centra en la infancia de la joven protagonista

Nacida en Buenos Aires en 1910 y bautizada como el nombre de Magdalena Nile del Río, quien pasaría a la historia de la farándula bajo el alias artístico de Imperio Argentina llegó a protagonizar algunas de las películas más exitosas del cine español estrenado poco antes, durante e inmediatamente después de la Guerra Civil: La hermana San Sulpicio, Nobleza baturra, Morena Clara, Carmen la de Triana o La canción de Aixa, todas ellas dirigidas por Florián Rey (nombre clave del cine español de los años treinta, y a la sazón primer marido de la coplista), tienen sus títulos inscritos con letras de oro en la historia de nuestra cinematografía. Incluso en sus últimos años de dedicación profesional al cine, cuando por razones lógicas espaciaba mucho más sus apariciones en la gran pantalla, la protagonista de este álbum todavía llegaría a ponerse a las órdenes de tres realizadores del llamado “nuevo cine español” como Mario Camus, José Luis Borau y Javier Aguirre en las que fueron sus últimas tres películas: Con el viento solano, Tata mía y El polizón del Ulises respectivamente. Una vida apasionante, pues, la de Imperio Argentina; tan apasionante como la de los dos maestros del séptimo arte que protagonizan nuestras otras dos recomendaciones de hoy.

 

Chaplin, príncipe de Hollywood y Sergio Leone están editados por Desfiladero; Imperio Argentina está editado por Cascaborra.

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