Gatástrofe natural

Escena 1

Viernes, 3 de febrero. Festividad de San Blas. 17:31 horas.

• Tranquilo, cariño. Sé que lo vas a hacer bien.
• Yo no estoy tan seguro, Sira…
• No te preocupes tanto. ¡Sólo es un gatito!
• No es un gato, es Raw. No me hace ni caso.
• ¡Mira que eres bobo!
• ¿Bobo? ¡Raw me odia!
• ¿Cómo te va a odiar? Lo que pasa es que desconfía. No ha tenido una vida muy fácil, que digamos.
• Lo sé. Pero solo te obedece a ti. De mí pasa bastante, la verdad.
• Está adaptándose a su nueva vida. Necesita encontrar su estabilidad.
• No sé yo…
• Además, sabes de sobra todo lo que tienes que hacer.
• Pero no es lo mismo hacerlo solo que contigo. ¿De verdad tienes que irte?
• Son solo dos días. Cuando te quieras dar cuenta, ya estaré de vuelta en casa.
• Se me van a hacer eternos…
• Yo también te voy a echar de menos. ¡Oh! ¡Solo queda media hora para que salga mi tren!
• ¿En serio no quieres que te acompañe? Tengo el coche en la puerta.
• Cariño, vivimos a diez minutos de la estación. No te preocupes. Así no pasas frío.
• Bien. Por favor, lleva muchísimo cuidado.
• Lo tendré. Te voy a extrañar mucho.
• Te quiero.
• Y yo a ti.

Escena 2

Viernes, 3 de febrero. Festividad de San Blas. 17:32 horas.

• A ver, Veda: ¿por dónde empezamos?
• ¡Woof! Yo empezaría a pegar post-it como una loca.
• ¿Post-it?
• Por toda la casa, woof.
• … estooooo… me parece una idea… ¡brillantísima, brillantísima! ¿Dónde están los post-it?
• No sé, alcalde. Tú eres el humano pero… yo miraría en el primer cajón de la mesa del despacho.
• ¡Oh! ¡No lo había pensado! ¡Je, je!
• ¡Madre meaaaw! ¡Qué pareja! ¡Thomas Edison y Luciernaguita!
• ¡Oye, Raw! ¡Woof! ¿Nos ayudas? ¿Eh? ¿Nos ayudas? ¿Nos ayudas? ¡Woof, woof!
• Id empezando vosotros, meaw, que yo voy a acicalarme un poco.
• ¿Nos ayudas, Raw? ¿Nos ayudas? ¿Nos ayudas?
• ¡Ahora el otro! ¡Meeeeaaaaaw! ¡Son tal para cual!
• Creo que Raw pasa de nosotros, alcalde.
• ¡Pues él se lo pierde! ¡A post-itear!
• ¿A qué?
• A woof, woof Veda, que no nos centramos.
• ¡Woof! ¡Haber empezado por ahí! ¡Woof!
• ¿Vamos al despacho?
• ¡Woof!

Escena 3

Viernes, 3 de febrero. Festividad de San Blas. 17:33 horas.

• ¡Pero vamos a ver, Raw! ¿Cómo es posible que, en los veinticinco segundos que hemos tardado en coger los post-it, hayas tirado la lámpara; destrozado las cortinas; hecho añicos el jarrón de mi bisabuela (que eso no ha estado mal del todo, con lo feo que era); desparramado harina por toda la cocina; tirado una estantería; roto media docena de platos llanos, media de hondos y  media de postre; clavado las cucharas, los tenedores y los cuchillos en la pared; arañado la puerta del aseo de arriba a abajo y sacado el relleno de tooooooooodos los cojines del sofá? ¿Por qué llevas un bote de cristal metido en la cabeza? ¿Qué pasa con tu rollo? ¿Eres el demonio de Tasmania? ¿Neo de Matrix?
• ¡Meeaaw! ¡Pues me ha sobrado tiempo para embobarme mirando la lavadora!
• ¡Qué tío, woof!
• … Raw… tenemos que hablar.
• ¡Meeeeeew! ¡Que te lo has creído!
• ¡Veda, coge el puntero láser! ¡Rápido!
• ¡Woof! ¡No tengo pulgares, alcalde! ¡No tengo pulgares! ¡Wooffffff!
• Bueno, en teoría sí tienes, lo que pasa es que no son contrapuestos…
• ¡Woof, woof! ¡S’hascapao!

Escena 4

Viernes, 3 de febrero. Festividad de San Blas. 23:57 horas.

• Creo que deberías empezar a pensar en mandarle un whatsapp a Sira, alcalde. Wuuuuuiiiiiuuufff, estoy reventada de buscarlo.
• No creas que no lo he pensado, pero no la quiero preocupar.
• ¡Raw! ¡Woof! ¿Dónde se debe haber metido?
• De casa no puede haber salido, así que, tarde o temprano caerá en nuestra trampa de ovillos de lana. (Solo tenemos que esperar).
• ¡Woof! ¡Mira! ¡Por ahí aparece! ¿Dónde te habías metido, Raw?
• ¡Meaaaw! Dentro del armario de las mantas. ¡No veas la siestecica que he echao!
• ¿Del armario de las mantas? Veda, ¿no habías mirado tú allí? ¿No lo has olfateado?
• Sorry, woof. Es que, el Polil me da un poco de alergia y…
• Pero, ¿no has mirado entre las mantas?
• ¡Joer, alcalde! ¿Tú eres perfecto? No he mirado por varios motivos, pero el primero, woof, es que las mantas están en la segunda balda del armario y, saltar y mirar, saltar y mirar, saltar y mirar… pues no es nada fácil ¡Woof! ¡Mira cómo se despereza, el muy felino!
• Bueno, gualtrapas, ¿qué hora es? Y lo más importante: ¿qué meeaaws hay de cena?
• ¡Woof! ¡Oye, sé más respetuoso con nosotr…

¡FIIIIIIIINNNCH!

• ¿Pu-pu-pu puedes retirar tu zarpita de mi hocico, por favor?
• ¡Tranqui, Veda! ¡Tengo el puntero láser!
• ¡Meeaawldición!
• ¿Woof?
• ¡Mira! mira como se mueve, ¡Meeeeeeeeeew! ¡Ahora está aquí, ahora ahí y allí y aquí y ahí!  ¡Rrrrrrrrrrrrrrrr! ¡Qué guaaaaaaay! ¡Qué velocidad!
• Yo también quieroooo, ¡wooof!
• ¡Vaya par! No sé qué voy a hacer con vosotros…

Escena 5

Lunes, 6 de febrero. Santa Dorotea de Capadocia. 07:59 horas.

• Buenos días, Avelino.
• Buenos días, señor alcalde. ¿Cómo fue el fin de semana? ¿Cómo va la nueva incorporación familiar?
• Una locura, Avelino. Sira estuvo fuera el finde y, cuando volvió, nos encontró a Veda y a mí reparando los desperfectos del huracán gatuno que había pasado por casa.
• Los gatos son tremendos, sí.
• Raw es un cromo y, he de reconocer que me superó la situación. Cuando llegó Sira, tuvimos una reunión con él y con Veda.
• Eso está muy bien. Las cosas hay que hablarlas. Espero que fuese fructífera.
• No mucho, Avelino: Raw, indiferente, se dormía; Veda estaba demasiado inquieta y Sira… no entendía nada. Acabamos hablando de por qué las onomatopeyas gatunas son diferentes en diferentes idiomas. Raw dice que prefiere el valenciano «meu» al español «miau»… le parece menos cursi.
• ¡Qué cosas tienen los gatos, señor alcalde!
• ¡Y que lo diga!