Avelino (ordenanza)
- No sé si me recordará. Mi nombre es Avelino. Se lo refresco porque, en los vertiginosos tiempos en los que vivimos, un breve período de tiempo fuera de órbita puede precipitar un olvido casual. La semana pasada no hubo capítulo: Aurora tuvo un pequeño accidente doméstico y nos fue imposible llevarlo a cabo. No es nada, gracias. Apenas una pequeña rotura en una falange del meñique de la mano izquierda. No es grave, es molesto. Es una mujer fuerte. Con su permiso, modestamente, me gustaría dedicarle estas torpes líneas.
Sin más preámbulo, paso a detallarles el motivo de mi presencia aquí:
Como seguramente habrán oído o visto por ahí, TV3 ha vuelto a ser centro de todo tipo de opiniones, por un gag humorístico acerca de Nuestra Señora del Rocío. Un asunto complicado para el que los españoles no estamos preparados. Los españoles solemos hacer chistes de casi todo: de gangosos, de prostitutas, de catalanes, de vascos, de leprosos, de moros, de astronautas, de pobres, de calvos, de terroristas, de homosexuales, de curas, de maestros, de ópticos, etc., ¿no? De hecho, los españoles vivimos en un país en que el humor supera toda clase de fronteras, sobre todo morales. Quizá nos debería parecer normal, que la religión bajase de su altar intocable, para ponerse a la altura de sus devotos. O quizá, el pueblo de la sevillana, el rebujito y el olé, tenga menos sentido del humor que una servilleta de aseo público y, el futbolista ese del anuncio de cuchillas de afeitar, sea un holograma. Así pues, nos encontramos con que, en Spain, se puede hacer un chiste de un enfermo terminal de cáncer, pero no de la Virgen del Rocío. No, no somos equitativos, al menos en tomarnos las cosas a pecho. El panorama no ha cambiado mucho desde que, hace unas décadas, el dibujante José Luís Martín fuera juzgado por ultraje a la religión, a pesar de que sus viñetas eran muy graciosas. Así que, tras debatir largas horas sobre la necesidad de hacer un capítulo que muestre la opinión de nuestros personajes sobre el tema, decidimos por unanimidad que era totalmente innecesario. Pese a lo cual, nosotros, que no, no somos Guillermo de Baskerville, también queremos luchar contra la feroz hipocresía de la censura. Teníamos que encontrar, pues, la manera de intentar contarles, de una forma amena y graciosa, el modus vivendi de los jocosos habitantes de nuestro territorio imaginario, situado al sureste peninsular y llegamos al acuerdo de hacer un capítulo abierto, muy participativo y alegre, donde cada uno se exprese de la forma que elija, sin ningún tipo de mordaza, solo con el propósito de hacerle pasar un buen rato a usted, que ha decidido leernos y que, seguramente vea la dificultad que entraña el pronunciar tres veces el vocablo andaluzofobia sin que se le lengüe la traba. Un capítulo sin tabúes ni prejuicios. No olvide, que España es un país sonriente y es primavera.
Para empezar nuestro… digamos… experimento sociológico, tenemos al fantasma de una eminencia en la materia a abordar. Con todos ustedes, el inigualable espectro de ¡EUGENIO! - …
- Ja, ja, ja…
- Jajajajaja…
- …
- JAJAJAJA…
- Buenas noches…
- ¡J A J A J A J A J A!
- Parece que nos enfrentamos a un público entregado, noi…
- ¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!!!
- ¿Saben aquel que diu que estaba un fantasma lamentándose junto a su lápida y se le acerca un vecino suyo y le pregunta: diu tío. ¿qué te pasa? Y le responde: Nada, que esto no es vida.
Braulio (ciberfacha).
- El otro día fui al psicólogo y me dijo que tenía doble personalidad. Al salir, pagamos a medias.
Prometeo (héroe griego).
- ¡Camarero, póngame una Águila!
Mostoboy (optimista y superminfla).
- ¿Que cuál es tu superpoder?
- Sacar de quicio a la gente.
- ¿Cómo?
- ¿Cómo qué?
- ¿Qué cómo lo haces?
- ¿El qué?
El castañero de M. Rajoy (castañero).
- Llamadme loco, pero me gusta más la castañada que el rollo ese de Halloween. Igual es porque tengo el horcate más calentico de todo el pueblo.
Teresa San Diego (concejala de Bienestar Social, Sanidad e Igualdad).
- Era un novio LGTBI tan pacifista, que llegó a su boda dos horas tarde, porque era un #noviolento.
Andrés López (concejal de Hacienda, cuchi-cuchi y ex-monaguillo salesiano)
- Entra un esqueleto a un bar y pide una cerveza y una fregona.
- ¡Joder, Andrés! ¡Menuda mierda de chiste!
- Es bueno, ¿no?
- Era bueno, Andresico, que estás desactualizao.
- ¡Mira! ¡Habló el influencer!
- No, tronco. Influencer no: es que si es un chiste que tiene más años que el picor, lo digo. Deberías enorgullecerte de mi sinceridad, amigo.
- Pues a ver si te vas a tragar la sinceridad y todo el comedor de un anacardo.
- ¿Me lo vas a dar tú? ¿Con ayuda de cuántos más?
- ¡Yo solico!
- Oye, hay que ver qué controversia con lo de la tilde en «solo», ¿no?
- Sí, tío. Yo… no soy de meterme en cosas académicas, ya me conoces, pero creo que si te meto una toña, te está pitando el oído dos semanas.
- ¡Vamos! ¡Aquí me tienes!
- ¡Banzai!
- ¿Pero tú eres gilipollas? ¡Menuda hostia me has dao!
- ¡Te lo advertí!
- ¡Me cago en tus muelas!
- Pues, si fueras buen cristiano, pondrías la otra mejilla.
- ¿Cristiano? ¡Yo me cago en el Dios que te menea, Andrés!
- ¡Anda, anda! ¡No seas blasfemo y suelta tu chiste!
Juan José Alcañiz (Teniente de alcalde, rojo y segunda madre de J.J. Benítez).
- Era una mujer tan delgada, tan delgada, que se acostaba en un alambre y se tapaba con un hilo.
- ¿Hay que reírse?
- ¿A que te meto un sopapo?
- ¿A que no? ¿Eh? ¿A que no?
- ¡Quítate las gafas!
- ¿Así?
- ¡Zasca!
- ¡En la cara no! ¡En la cara no!
Roque Acevedo (alcaldable por el Partido Popular y ególatra desatado).
- Yo antes era vanidoso. Ahora soy perfecto.
El alcalde (alcalde).
- Pasa un madrileño por la linde de un bancal y le dice al labriego: «siembre, siembre, que lo que recoja ya nos lo comeremos en la capital», a lo que el pobre hombre responde: «no me extraña, estoy plantando cebada».
¡Viva Don Gregorio Esteban Sánchez Fernández!