Escena 1
- Lo mejor que le puede pasar al botón en la máquina de tickets de la barrera del parking del Mercadona es que, algún aprensivo, lo limpie con una toallita húmeda.
- Y que le instalen al lado un dispensador de solución hidroalcohólica, claro.
- ¿Eso no es pedir mucho?
- Según se mire. Todos hacemos lo que podemos por cuidar a nuestros semejantes.
- Claro, claro. Si nos morimos, se les pasan de fecha los yogures.
- ¿Quién es el siguiente?
- Andrés.
- A ver… ¡ya lo tengo! Lo mejor que le puede pasar a un contenedor de basuras es que le dejen la tapa abierta para evitar posibles contagios.
- ¡Eso, eso! ¡Que pueden estar llenos de microorganismos partisanos de esos!
- Y de los otros…
- Sí.
- Tan fácil y tan raro de ejecutar, alcalde. Eres el siguiente.
- Lo mejor que le puede pasar a una niñata es que, tristemente, sea noticia porque le hayan prestado un micro para dar el discursito neonazi que muchos querrían dar y no se atreven.
- Parece ser que le va a costar caro.
- ¿Realmente lo crees?
- La verdad es que no. La Justicia es arbitraria
- Tu turno, Juanjo.
- Lo mejor que le puede pasar a una feminista en el 8M es que su vecino la despierte con el último single de Leticia Sabater.
- ¡Pobrecica! Jajajajajaja
- ¡Menuda es!
- ¡Incombustible!
- ¡Pues escribió un libro!
- ¡No jodas!
- ¡Espera que lo busco!… ¡aquí está! ¡Atentos! Se llama “Lety la Horrible y el Internado diabólico”.
- No sé si me inquieta más el título o que sepa escribir.
- Un librazo en papel biblia, seguro.
- ¡Mira, tío! Hay uno que se llama “Coñodramas”.
- ¡Sí! ¡De la Moderna de Pueblo! La verdad es que tiene pintaza.
- A ver, ¿a quién le toca ahora?
- A mí, pero me temo que tengo que marcharme ya…
- ¡Oh!
- Tengo cosas que hacer…
- ¿Cosas de alcalde?
- Cosas de alcalde, Andrés, cosas de alcalde.
- Oye, que me ha gustao compartir el café de hoy con vosotros.
- Y a mí, Juanjo. En el fondo me caes bien.
- ¡Tira a currar por el pueblo, que me tienes contentico!
- ¡Enga!
- ¿Repetimos mañana?
- No te vengas arriba, Andrés.
- ¿Pasao mañana?
- Tú estás muy enfermo, nene.
- Ya, tío…
Escena 2
- ¿Crees que es una casualidad que los partidos de derechas den vergüenza ajena año tras año el 8 de marzo, Avelino?
- Todo está demasiado politizado, cariño.
- El hecho de que Santiago Abascal pretenda que el 8M pase a ser el Día Nacional de las Víctimas del Coronavirus es, cuanto menos, una provocación repugnante.
- ¿Le has puesto sal al sofrito?
- Sí, sólo falta añadir un poco de pimienta, si te apetece.
- Le pongo un poco.
- ¿Qué piensas sobre lo de los murales que han destrozado en Ciudad Lineal?
- ¿Quieres que te diga lo que pienso? ¿Realmente? Que me parece una historia sacada de La vida de Brian.
- ¡Anda!
- Piénsalo bien, cariño. No es que me parezca bien que lo hayan hecho, pero desde siempre han sucedido estas cosillas que, te repito, no apruebo en absoluto. El problema, tal vez sea, que una chiquillada, aunque la hayan hecho adultos, a día de hoy, es un problema de estado. No entiendo la necesidad, que tenemos las personas, de buscar cualquier motivo para crisparnos. Estamos acostumbrados a ver pintadas en, por ejemplo, señales de tráfico, exigiendo que, si la indicación está en castellano, se escriba en valenciano y viceversa. Los de Revolutio tienen toda la pinta de ser unos chavalines sin educación. No sé, podrían haberse manifestado pacíficamente en contra del mural y tendrían la aprobación de una parte de la gente. Así dan lástima.
- El mural era precioso.
- Es arte callejero. Debemos admitir que están expuestos a cualquiera. ¿Te parece menor agresión dibujar un corazón y una flecha?
- No compares.
- O sí. Nadie va a pintarle un bigote a la Gioconda, pero Frida Kahlo en una pared de Madrid…
- El mundo está loco.
- Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé,
en el quinientos diez y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos, valores y doblé.
Pero, que el siglo veinte es un despliegue
de maldad insolente, ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y, en el mismo lodo, todos manoseaos… - Me encanta que me cantes mientras cocinas.
- Es un momento genial.
- Huele muy bien…
- Ve poniendo la mesa, que esto ya está.
- Tu salsa de setas es insuperable.
- Nuestra salsa de setas.
- Sí.
Escena 3
El agua caliente serpentea por la espalda del primer edil. Ha sido un día duro. Respira. Cierra el grifo. La espuma del champú que envuelve su cabeza se aproxima peligrosamente a uno de sus ojos. Se lleva una mano llena de gel a la cara y ¡zas! Acierta de lleno en el nombrado globo ocular. ¡Pica! Pica!
Tantea torpemente, en busca del monomando, e imagina su mueca: ojos semicerrados, sonrisa forzada por la presión del momento, labios apretados… Imagina que esto le puede pasar a cualquiera, hombre o mujer. Estas cosas le pasan a todo el mundo porque, en pelotas, todos somos iguales. Le da por pensar en el interior de su cuerpo, quizá porque el agua ya ha aliviado su escozor. Somos sacos de carne, huesos y cosas bastante feas.
Un año más, ha sobrevivido al 8M. Cada vez resulta más difícil. Se pregunta qué debe pasar para que la gente no vaya jodiendo a su prójimo. No es tan raro querer que la gente esté bien. Igual es un buen momento para que el alcalde termine su ducha y nosotros nos metamos en nuestros asuntos y dejemos de pensar, hacer, escribir y leer más tonterías.
Feliz día de la MUJER, amigo lector.