La burocracia acaba (por ahora) con el Concurso de Coreografía de Villena
El ayuntamiento ha tardado un año en pagar a los grupos ganadores del concurso de 2023
En abril de 2023, hace justo un año, se celebraba una nueva edición del Certamen Nacional de Coreografías de Villena, concurso que tenía su momento álgido durante una gala celebrada en la plaza de toros con un lleno absoluto en las gradas del recinto. Sin embargo, y a pesar de lo exitoso del evento, este año no se celebrará, al menos en primavera.
Preguntada al respecto, la edil de Juventud, Eva García, señalaba que “teníamos pensado celebrar el concurso, pero por ética decidimos que no era correcto convocarlo sin haber pagado aún los premios del año anterior”. Unos premios, añadía, que “a día de hoy ya están pagados, pero debido a problemas burocráticos hemos tardado un año entero en hacerlo”.
La edil achacaba el problema en el pago a la normativa, cada vez más complicada, y a la sucesión de personal en el área de Intervención del ayuntamiento, añadiendo que partida presupuestaria hay, pues el área de Juventud cuenta con una partida económica para premios en sus presupuestos.
Al respecto, apuntaba que si la tramitación burocrática se simplifica, el ayuntamiento podría intentar recuperar el certamen para diciembre, como se hacía anteriormente, o bien esperar ya a 2025 para volver a celebrarlo.
No les compensa participar
Por su parte, el técnico de Juventud, Juan Rubio, achacaba el problema al procedimiento administrativo, que es “farragoso y largo”, lamentando que “para percibir un premio de 300 euros la lista de documentos y requerimientos sea tan larga que haya grupos a los que no les compensa participar”.
De este modo, no se entiende que para poder abonar un pequeño premio a grupos juveniles haya que pasar por los mismos filtros que para percibir subvenciones u otros pagos públicos, requiriendo CIF, certificado digital, documentos que acrediten estar al corriente de pago con las administraciones públicas o cualquier otro trámite habitual en la relación con la administración, pero totalmente ajeno a la naturaleza de estas formaciones de niños y niñas que únicamente bailan para divertirse.