El Ordenanza

La Feria de Ciencias

El Ordenanza. Capítulo 22

Escena 1

Estimado Sr. Alcalde: Nos complace participarle que el próximo día 5 de diciembre se celebrará la I Feria de Ciencias del I.E.S. Gregorio Esteban Sánchez Fernández.

La organización del evento, en su mayoría jóvenes del centro, ha pensado que usted forme parte del jurado del mismo, ya que se otorgan tres primeros premios y un premio especial a la idea original, todos ellos dotados de material escolar. Así pues, le traslado esta petición y le invito a participar en esta actividad con los chavales de nuestra ciudad.

Cordialmente, la Directora. Nora Martínez Pedreguer.

Escena 2

Lo bueno de tener un coche pequeño es que se aparca en cualquier sitio, así que, a nuestro alcalde, no le ha costado mucho encontrar una plaza libre fuera del recinto del instituto. Al traspasar la puerta metálica de entrada, revive la sensación de apertura mental que respiraba en su juventud. Recuerda cuando se plantó este roble en el 25 aniversario del centro. La inscripción de su placa conmemorativa: “Nunca olvides que tu futuro eres tú”. Le parece real y lejano al mismo tiempo.

La directora sale a recibirlo y lo lleva a su despacho, donde va llegando el resto del jurado, a saber: un chavalote con un tupé más alto que el Mulhacén, una joven timidísima y Francis Muñoz, la presidenta del AMPA del insti. Nora les informa de que en un momento llegará Fuster y podrán iniciar el recorrido por las candidaturas instaladas en el Salón de Actos.

A los dos escasos minutos, unos nudillos golpean elegantemente la puerta, que se abre y una voz femenina pide permiso para entrar. Se le concede y, tras la madera verde, aparece Elisa con un montón de folios en los brazos.

–Buenas, perdonad el retraso, pero acabo de terminar un examen de segundo de Bachillerato. Dejo esto en el casillero y vengo rápido.

–Te esperamos en el Salón de Actos, Elisa. Ahora nos pillas.

–¡Perfecto!

Escena 3

Una Feria de Ciencias no es, exactamente, como nos la retratan en las series para preadolescentes en la tele, no. Es algo más emocionante, pero llevado a cabo con menos medios. Mal que nos pese, un instituto público de secundaria no es NickelOdeon. Elisa ya se ha unido al grupo.

El primer proyecto con el que nos topamos es un robot para transportar los platos a la mesa o, traducido a la realidad, el chasis de un coche teledirigido con una caja de cartón pegada con silicona caliente. La decoración de la caja emula una mesilla camarera.

Un par de metros más allá, una pareja de chicas presentan una serie de gráficos que detallan un estudio sobre el habla de los estudiantes del centro según edad, sexo y rama. Francis pone una cara un poco mustia y pregunta:

–Pero, ¿esto no era una feria de Ciencias?

El alcalde sonríe y responde:

–Habrá que preguntárselo a Ferdinand de Saussure, digo yo...

Los siguientes candidatos son una pareja de chavalines de los primeros cursos de la ESO, que presentan un muy trabajado volcán de gaseosa, hecho con venda de escayola y con su sotobosque y todo. La lástima de este experimento es que no se puede realizar dos veces seguidas, porque es espectacular.

No menos espectacular es el enfoque del siguiente estudio: la WWF se complace en presentarles el combate entre dos titanes. En el rincón de la derecha, la siete veces campeona del mundo y actual poseedora del cinturón, ¡la Escobilla del WC! Enfrente, el aspirante al título, con un parcial de ventiséis victorias por k.o., ¡el Botón del Ascensor! ¿Cuál de los dos tiene más gérmenes?

En quinto lugar, dispuestos a revolucionar el mundo de la alimentación, una pareja de jóvenes, chica y chico, vestidos de chef, plantean que, así como los electrolitos de las patatas transmiten o “crean” electricidad, utilizando ajo, limón y patatas pueden llegar a asar una rustidera de cordero. El alcalde se tensa (desde el cordero de la cena del capítulo 0 ha decidido hacerse vegano). Elisa, sorprendidísima, anima a los alumnos:

–Es una fantástica vía de investigación que podría traer una revolución energética sostenible.

¡Muy bien, chicos!

En último lugar, dos chicos de unos 13 años exponen, en un prezi, la creación de una aplicación para dar malas noticias: Chunguasapp. El primer edil se interesa por ella y pregunta:

–¿Esto, chicos? ¿Cómo funciona exactamente?

–Pues fácil: imagínate que te han caído siete. Te metes en el menú, buscas “malas noticias académicas” y la app te genera un mensaje, personalizado mediante filtros, para darle la noticia a tu madre de la mejor manera posible.

–¡Es brillante! Tenéis un morrazo que os lo pisáis, pero ese es el espíritu. ¡Me gusta!

Escena 4

–Buenas, Avelino. ¿Mañana tranquila hoy?

–¡Señor Alcalde! Una típica mañana de jueves. ¿Y en el Instituto? ¿Ha ido todo bien?

–¡Sí! ¡Me lo he pasado genial con los chavales! No sabía que Elisa trabaja allí.

–Se me pasó comentárselo.

–Es un dulce de chica. Hemos quedado a tomar un té.

–Me alegro. Hacen buena pareja.

Y con esto, amigo lector, damos por clausurada la Feria de Ciencias del IES Gregorio Esteban Sánchez Fernández. ¿Los premios? ¡Qué más da quién los gane! ¡Son jóvenes! ¡Que lo disfruten! Que su vida no sea nacer, aprender, trabajar y morir.

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