Música

Las clases del Conservatorio se trasladan, en parte, al colegio Ruperto Chapí

La falta de espacio para cumplir las medidas de seguridad y distancia en las instalaciones anexas al teatro obliga a trasladar a unos 120 alumnos

La situación insólita que estamos viviendo a causa de la pandemia de coronavirus va a obligar a reestructurar la distribución de espacios en el Conservatorio de Música y trasladar parte de sus clases a las instalaciones del colegio Ruperto Chapí.

Las instalaciones anexas al Teatro Chapí, explicaba la edil de Cultura, Elena Benítez, no cumplen los requisitos exigidos por las autoridades para salvaguardar la distancia y preservar la seguridad tanto de los alumnos como del profesorado. Aulas pequeñas (en realidad son cabinas de estudio), pasillos estrechos, falta de ventilación natural… El Conservatorio no podrá acoger el próximo curso a muchos de sus alumnos.

Ante una “tesitura muy difícil”, decía la concejal, “hemos trabajado rápidamente y llegado a una conclusión: o manteníamos las clases telemáticas, que no es lo más aconsejable, salvo para los casos estrictamente necesarios, o reubicábamos el Conservatorio en un centro educativo”.

Para ello, ayuntamiento y Conservatorio se han reunido con los diferentes colegios y dos de ellos se ofrecieron desde el primer momento: El Grec y el Ruperto Chapí. Finalmente, el Consejo Escolar del Conservatorio ha decidido, por razones como la proximidad, que sea este último el que acoja “un gran porcentaje” de las clases del Conservatorio durante el curso 2020-2021, durante el que se seguirán utilizando las instalaciones de la Casa de la Cultura, que sí cumplen los requisitos (más espacio, pasillos amplios, doble entrada y salida, ventilación…) y el salón de actos del Conservatorio para los estudios de banda y orquesta.

La situación es “excepcional y se trata de una decisión muy difícil”, decía José Fernando Sirera, director del Conservatorio, subrayando que “es la mejor alternativa para garantizar la seguridad y la calidad de las clases”. Así, se van a ajustar horarios y espacios para “interferir lo menos posible en la vida normal del colegio Ruperto Chapí”, y de igual modo se va a diseñar el curso para “evitar los desplazamientos de los alumnos más pequeños, cuyas clases se centrarán en el Ruperto Chapí, donde también podremos utilizar la biblioteca para que aquellos que tengan que esperar la llegada de sus padres a recogerlos puedan hacer sus deberes acompañados por un profesor de guardia”.

A falta de concretar los últimos detalles, concluía Sirera, “está todo muy avanzado y anunciaremos los horarios y la distribución de aulas del próximo curso lo antes posible”, explicaba, señalando que todas las asignaturas de viento se trasladarán al colegio Ruperto Chapí. Asimismo, espera que el cambio, necesario e inevitable dadas las circunstancias, no suponga una reducción en el número de alumnos matriculados.

Segunda fase del Conservatorio

Preguntados por si esta circunstancia puede obligar al ayuntamiento a cambiar sus planes de realizar las obras de la segunda fase del Conservatorio en el Teatro Chapí, tanto la edil como el director apuntaban que no, “porque no se pueden tomar como referencia las aulas y espacios actuales, que en realidad son cabinas de ensayo”.

La segunda fase, explicaban, “es la que contempla las verdaderas aulas, que son más grandes y tendrán mejor ventilación”, por lo que la intención del ayuntamiento es seguir adelante con el proyecto cuando las circunstancias lo permitan. Y si esta situación “obliga a replantear en parte el proyecto, pues se hará”, concluía Elena Benítez.




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