Las monjas Trinitarias ya lucen la Medalla de Oro de Villena
La sociedad civil se vuelca con las hermanas y llena hasta la bandera su Monasterio para acompañarlas en su reconocimiento público
El monasterio de la Santísima Trinidad ha vestido este miércoles sus mejores galas para acoger el acto de entrega de la Medalla de Oro de Villena, máxima distinción de la ciudad, a las monjas Trinitarias.
Con la iglesia completamente llena, y mucho público de pie, la Corporación Municipal expresaba de forma pública lo que ya había sido aprobado de forma oficial: la entrega del máximo reconocimiento de la ciudad a la congregación con motivo de la celebración de los 500 años de la fundación del monasterio, que se remonta a 1524, cuando fue fundado a iniciativa de las villenenses Leonor Estevan y su hija Juana Martínez.
Precisamente estas dos mujeres y Luisa Mergelina fueron los tres primeros hábitos de esta institución religiosa, según se explica en el expediente de concesión de la medalla, gestionado por la edil Maite Gandía, que hacía extensivo el reconocimiento a “todas las mujeres que han pasado por la congregación en estos 500 años” y nos emplazaba a leer el libro “500 años de Monasterio”, de José Amorós, que se presenta este mismo jueves, para descubrir los amplios méritos que adornan a las recién galardonadas.
La Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Amor en su Prendimiento y María Santísima de la Esperanza, entidad que impulsó la concesión de la Medalla de Oro, la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, la Junta de la Virgen o la Guardia Civil eran algunas de las entidades e instituciones presentes en el acto, al que a título personal también asistían personalidades reconocidas por el ayuntamiento en otros momentos, como Dolores Fenor o Ángel Luis Prieto de Paula así como los distintos párrocos de la ciudad.
En un acto amenizado por el Dúo Lola Vitoria, integrado por Alba María Ugeda Ribera, violín, y Rosa García i Parera, violonchelo, los portavoces de los distintos partidos (Ana María Cerdán por Vox, Francisco Iniesta por Los Verdes, María Server por el PSOE y Miguel Ángel Salguero por el PP) glosaban los méritos de la congregación para recibir este reconocimiento y destacaban la deuda de gratitud que la ciudad tiene con las religiosas, que en tiempos de cambio representan la estabilidad, y en una época marcada por enfrentamientos y desuniones enarbolan la bandera de la acogida, el mestizaje y la unión, no en vano, entre las 9 hermanas que conforman la comunidad en la actualidad, encontramos hasta tres continentes de origen diferentes.
En nombre de las religiosas tomaba la palabra unas de las hermanas, que agradecía el reconocimiento otorgado por la ciudad y destacaba que todas las monjas que han pasado por la comunidad "han sido igual de importantes", pero destacaba el papel de la Madre Concepción, que protegió como pudo a las hermanas durante la Guerra Civil, tras la que fue necesario construir un nuevo monasterio, que salió adelante gracias "a la providencia y a los muchos villeneros que colaboraron con nosotras".
Para concluir tomaba la palabra el alcalde, Fulgencio Cerdán, que daba las gracias a las hermanas por su labor en nombre de toda la ciudad y les animaba a seguir desarrollando su vocación, íntimamente entrelazada con el devenir de una ciudad que han hecho suya durante los últimos 500 años, y que toda la comunidad espera que puedan seguir desarrollando muchos años más.