Después de empezar el año y para alargar un poquito las navidades llegan los Reyes Magos de Oriente, de dónde sino, teniendo en cuenta que la mayoría de juguetes que traen son de fabricación oriental o asiática, ya me entienden. En España y en otros lugares con tradición católica, es costumbre celebrar el seis de Enero el día de la Epifanía y la festividad de los Reyes Magos, que, por si no lo saben, son tres, Melchor, Gaspar y Baltasar, este último de raza negra, lo que le da un carácter interracial al grupo; los otros dos, uno con barba blanca el otro con barba castaña.
No son los típicos magos que hacen trucos con naipes, como el gran Tamariz, ni de los que realizan espectaculares desapariciones, como Copperfield, son magos porque según el Corte Inglés traen cada año la magia a la Navidad.
Lo tradicional es que los niños y niñas escriban una carta a su rey preferido pidiéndole la paz en el mundo y ese juguete o regalo que desean, no sin antes convencer a su majestad de que han sido buenos. Las videoconsolas y videojuegos son el regalo más solicitado estas navidades, pero estos magos no tiene problema porque a ellos nunca se les acaban las existencias; unos días antes los ayudantes de sus majestades recogen las cartas de los niños y hacen los pedidos correspondientes sólo de los niños que se han portado bien ese año pasado, todos los que han sido malos tendrán el mismo regalo, carbón. Otro método no tan tradicional pero que demuestra que sus majestades están a la última en nuevas tecnologías es la posibilidad de que los niños se dirijan a ellos a través del correo electrónico o de su página web.
El día cinco de Enero todos los medios de comunicación se hacen eco de esta noticia. Como si no ocurriese todos los años anuncian la llegada de estas celebridades, en muchas ciudades se les recibe con una gran cabalgata donde desfilan los reyes en carrozas, caballos o camellos con su séquito y con media ciudad de Belén, pastorcillos incluidos. Sigue sin saberse por qué en las cabalgatas nunca sale un negro de verdad de Baltasar, siempre sale alguien con la cara pintada, que hasta un niño se daría cuenta. Aunque este no es el único aspecto que puede desvelar a un niño el verdadero origen de sus majestades, porque si un niño ve televisada la cabalgata en Madrid y luego ve la cabalgata que pasa por su ciudad se dará cuenta de que los atuendos de sus majestades no son iguales a los que ha visto por la tele y que los uniformes de los pajes tampoco.
En ese aspecto Papá Noel saca ventaja a los tres de oriente porque él siempre va correctamente uniformado con los colores corporativos, aunque sean de la marca Coca cola. Aunque por otro lado la manera de entregar los regalos de estos tres magos es mucho más eficiente que la del señor Noel, y además de que son tres y que cuentan con todo un séquito de ayudantes, no necesitan colarse por la chimenea ni viajar en un trineo tirado por renos que vuelan. Los reyes, además de usar un trasporte más ecológico de tracción animal como es el camello, utilizan su magia para entregar los paquetes sin ningún tipo de allanamiento de morada, y también cuentan con la ventaja de que como sólo abarcan el territorio español pueden realizar su labor con más dedicación y esmero. Tampoco necesitan ningún sistema de localización tipo GPS porque ellos son guiados por la estrella de Belén.
El día cinco es tradicional tomar chocolate con el Roscón de Reyes, que es un rosco de bollo con regalos dentro, al que le sale el haba le toca pagarlo aunque por lo normal ya está pagado y evidentemente si le sale a un niño no le vas a obligar a pagarlo. El día siguiente, el seis de enero, aunque este año caiga domingo, es festivo, para que los niños, y los no tan niños, disfruten de sus regalos.
