Los Verdes ante la celebración del 22 de Abril, Día de la Tierra
Enferma anda la tierra. Lo hemos dicho muchas veces. Pero estos días pareciera que también anduviese curándose…
Enferma anda la tierra. Lo hemos dicho muchas veces. Pero estos días pareciera que también anduviese curándose. Si no fuera tan trágico lo que ha pasado a tantas personas y a todo el planeta podríamos decir que la crisis producida por la pandemia del Covid-19 es una verdadera oportunidad.
Este 22 de Abril se celebra mundialmente el Día de la Tierra, una jornada para la reflexión y la reivindicación. Un día en el que, como tantas otras veces hemos dicho, vale la pena pararse a mirar lo que está pasando a nuestro alrededor y comprometerse con cambios que permitan no sólo una mejora medioambiental, sino la sostenibilidad para la gente y el planeta.
El cambio climático, los cambios provocados por las personas en la naturaleza, pueden aumentar el contacto y la transmisión de enfermedades infecciosas de animales a humanos (enfermedades zoonóticas). De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. Esto muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.
Este año esta jornada coincide con unos días de bastante lluvia que nos ha ofrecido imágenes sin igual, no sólo la de los campos bien llenos de agua, sino la de terrenos y lo que otrora era la laguna llena de garzas y otros ejemplares de aves acuáticas. Garzas, facetas, flamencos, cigüeñelas han estado en aquí con total tranquilidad.
Más allá de la bella imagen romántica que nos provoca, la reflexión intensa a producirse es cómo compatibilizar la recuperación del territorio con el uso del mismo. Durante años la prioridad ha sido eminentemente humana con su afán de controlarlo y dominarlo sin que tuviera que ver con la prioridad de su cuidado, de su equilibrio y de su respeto.
Lo que tanto nos ha encantado nos lleva a pensar en la necesidad de renivelar la situación. Durante tiempo la prioridad fue humana, de explotación y dominio. Es momento de reequilibrar, compatibilizando la actividad de las personas y propiedades de ese territorio para lograr la recuperación de ese entorno natural y delimitar lugares donde la biodiversidad pasada y presente debe mantenerse y defenderse.
Cerca y lejos se ha producido un experimento no deseado: la disminución de la actividad social y económica provocada por la pandemia ha hecho mejorar la calidad del aire y de las aguas. Lo que no supieron pactar los gobiernos lo ha logrado un maldito virus. Lógicamente la sociedad debe recuperarse pero no debería hacerlo sin tener en cuenta estas consideraciones, porque lo contrario es amenazar claramente el futuro. De esta tragedia se puede aprender para no olvidar lo que es la emergencia climática que pone en riesgo la vida en todo el planeta.
Por eso en la celebración del Día de la Tierra este 22 de abril, la Asamblea Verde presenta esta reflexión buscando maneras para que desde las concejalías del Ayuntamiento de Villena, y desde otros ámbitos, se sigan tomando las decisiones que permitan beneficiar al medio ambiente, ordenar respetuosamente nuestro territorio, proteger los acuíferos, reducir el consumo energético, mejorar la recogida de residuos, incrementar las zonas repobladas, etc... como manera de seguir luchando contra el cambio climático y por una sociedad más justa y sostenible.