Luna llena
Dicen que el Apolo 11 llevó a los primeros humanos a la Luna. Neil Armstrong y Edwin Aldrin se posaron sobre su superficie el 20 de julio de 1969. Los dos astronautas pasaron aproximadamente dos horas y media en la Luna, recogiendo muestras de materiales de la superficie y de todo y cuanto acontecía durante su estancia, tal vez la estancia más corta y más cara de la historia de la humanidad.
Muchos son los poemas, canciones, relatos u obras románticas que tienen a la Luna como protagonista. En la antigüedad los románticos se enamoraban de su belleza, y es que es el astro más cercano a la Tierra y el único que nos ilumina por la noche, aunque todos sabemos que la luz no proviene de la propia Luna, sino que es un reflejo del Sol, cuya luz, al incidir en la superficie lunar, se convierte en una luz blanca y suave, apreciable sobre todo cuando hay luna llena, y que dio nombre a una serie de televisión, Luz de Luna.
Tal vez por reflejar la luz, espejos y vidrieras han adquirido el nombre de Luna. La luna llena, además de ser la culminación de una fase lunar, ha levantado siempre muchas leyendas, alguna de ellas convertidas en ciencia con el paso de los años. Se le atribuían poderes para trasformar a los hombres lobo, y se le relacionaba con acontecimientos naturales como las nevadas.
De su translación provienen los meses de nuestro calendario: aproximadamente la Luna tarda unos 29 días en dar una vuelta a la tierra tardando lo mismo en dar una vuelta sobre sí misma, de ahí que le veamos siempre la misma cara. En cuanto al tamaño, la Luna no es el satélite natural más grande del sistema solar, pero si lo comparamos en proporción al planeta al que sigue, es desorbitadamente grande; si nuestro planeta fuese del tamaño de una pelota de baloncesto, la Luna sería como una pelota de tenis. La distancia que hay de la Tierra a la Luna es como ir y venir a Lima veinte veces, demasiado lejos para ir en coche, unos 384.000 kilómetros, aunque algunos digan que está cerca, también algunos decían que era un queso gigante, por lo de los innumerables cráteres. También algún recién casado pensará que la Luna es un dulce de miel y otros pensarán que es imposible pedir la Luna, aunque siempre quedará algún lunático que preferiría estar todo el día en la Luna.
Y es que actualmente podemos encontrar empresas, sobre todo en Internet, que se dedican a vender terrenos en la Luna, algo que además de absurdo es inútil y seguramente ilícito: lo primero es que si la Luna se llegase a poblar, los terrenos serían de quien creara el proyecto de colonización, del primero que llegara, vamos. Lo segundo, puede que tengas dinero para comprar una parcelita en la Luna, pero seguramente no lo tengas para hacer un viaje a esa parcela, y finalmente no creo que nadie tenga potestad legal para hacer una escritura de un terreno en un lugar en el que ni tan siquiera se ha estado. Es de locos, aunque no tenga nada que ver ser un lunático con tener un ático en la Luna. Si algún día se consiguiera habitar la Luna no podríamos acabar con sus recursos, por que no los hay, pero seguramente la echaríamos a perder enseguida. Probablemente la desviaríamos de su orbita o acabaría cayendo destrozada sobre nuestro planeta, que ni me quiero imaginar como estaría para entonces.
No puedo saber con certeza si el hombre ha pisado la Luna. Ustedes pueden pensar lo que quieran, también decían que existía la seguridad de que había armas de destrucción masiva en Irak, y aun así perfectamente los que lo decían podían haberlas llevado allí o haber grabado unas imágenes falsas en un almacén de productos de limpieza y habernos hecho pensar que tenían razón, pero era un gasto innecesario porque ya habían conseguido lo que ellos querían, el petróleo.