De recuerdos y lunas

Más sobre J. Válmez

Esta sección no quiere ser sección monográfica, que la queremos para ir trayendo recuerdos y lunas, memorias y desvelos. Pero ante la insistencia de algunos lectores, seguiremos hablando hoy de Juana Válmez Lapera de la que supimos gracias a la página nueve de la "Guía para un uso no sexista de la lengua" que ha puesto en circulación, sobre todo en ámbitos académicos, el Consejo Municipal de la Mujer de Villena. La curiosidad en torno al personaje, levantada la semana pasada en nuestra columna, nos obliga, una vez más, a hablar de los méritos de esta Secretaria de Estado, Directora de orquesta y Embajadora.
Los expedientes académicos de Juana lo dicen todo: Matrículas de Honor por doquier. También, medallas a la puntualidad. Por cada centro por los que pasó, orló con sus excelencias las aulas, deslumbrando a maestros y maestras. Josefina Armada, maestra que le dio clase en lo que hoy sería tercero de primaria, recoge en la memoria del curso lo que sigue: "Es toda sabiduría, unida a dulzura y compañerismo. Cuando la niña Juanita habla parece que hablan los ángeles listos del cielo. Su compañera de pupitre ha sido Antoñita Cavanilles del Monte, hija del Jefe Local del Movimiento, Rodrigo Cavanilles Cid. Y un día que Antoñita se dejó el almuerzo en casa, Juanita que llevaba dos magdalenas caseras le dio una y media. Sus labores tienen una presentación excelente y están hechas con gran corrección. Cumple con los rezos diarios y es muy humilde a pesar de sus tantas virtudes."

Agradecemos al Colegio la información remitida que nos ha permitido conocer esta anécdota de Juana y otras que exigirían una biografía. En todas ellas se aprecian sus valores humanos. Igualmente estamos agradecidos al Instituto de Zaragoza que además de remitirnos el brillante Expediente Académico, nos ha enviado material gráfico variado donde se corrobora la participación de Juana Válmez en varias actividades extraescolares. Particularmente nos ha llamado la atención una foto en la que aparece Válmez tocando el violín con un gorro de lana y una gran bufanda. En ésta hay una dedicatoria firmada que reza: "A mi buena tutora Fuensanta Rodriguillo, en recuerdo del Festival de Navidad." En fin, que todo el material que a partir de nuestra investigación hemos venido compilando, nos desvela la valía de Juana. Y si nos vamos a los años de Universidad y cómo compatibilizó los estudios universitarios diplomáticos con los estudios musicales, ¡apaga y vámonos! Juana Válmez es una excelencia. Terminados los estudios con brillantez recibiendo el Premio Extraordinario de Carrera, optó al cuerpo diplomático obteniendo plaza y atendiendo embajadas en diversos países, principalmente del cono sur, donde siempre ha dejado constancia de su buen hacer. Como Directora de Orquesta, cuando el trabajo diplomático se lo ha permitido, ha dirigido importantes conjuntos y ha realizado grabaciones para casas discográficas prestigiosas. Existe una versión magnífica de todas las Oberturas de Wagner grabada en Bayreuth con fondo de lluvia y ladridos de perro. Sabido es el amor de Wagner a los perros. Su acceso a la Secretaría de Estado es reciente y no hay mucha información. Su labor aquí, por lo que dice la prensa, es eficiente y discreta.

Respecto a su vida íntima, no entramos. No nos gusta orear chismes si no han de aportar a nuestra investigación sustancia de interés. La vida particular de nuestra embajadora es vida corriente que participa de una de las diversas formas de convivencia que se dan en nuestra sociedad. Juana Válmez Lapera es feliz. Y ahora está muy agradecida con el Consejo Municipal de la Mujer por incluir su nombre, como ejemplo, en la guía.

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