Escena 1
- ¿Alguien sabe de qué va a ir el rollo hoy?
- Ni idea, alcalde. Solo dijo que viniéramos en ropa deportiva y que fuéramos calentando.
- Seguro que mete a la alcaldesa de Saix, pidiéndole al párroco que bendiga, semanalmente, las calles de la villa o urdiendo argucias con Acevedo, como venganza por haber suspendido sus fiestas.
- ¡Y el carnaval!
- ¿Sabes algo, Roque?
- Creo que sí, que se iba a criticar que se suspendan fiestas patronales, carnavales y fiestas medievales, pero no las Fallas ni, por supuesto, la Semana Santa.
- ¡Qué fervor! ¡Che, che, che, Andrés! Si estiras la espalda así te puedes hacer daño en los lumbares.
- ¡Joer, Juan José! Cada día te pareces más a Eva Nasarre, tío.
- Tú no me hagas caso, que cuando vengan los madremías seré yo el que ría el último.
- Creo que es la primera vez que le veo en chándal, Avelino.
- A decir verdad, señor alcalde, no es de mis prendas favoritas.
- Ni la mía: te pones uno y, lo mismo pareces un yonki que mi padre en el almuerzo del Ecuador de 1984. ¿Cómo podían llevar chándal y zapatos castellanos?
- Los ochenta fueron una década muy turbia. El que la idolatra es porque o bien no la vivió, o no la recuerda, o es fan de Fernandisco.
- ¡Qué tío el Fernandisco! La mezcla perfecta entre George Michael y Don Pimpón. Lo que no entiendo muy bien es por qué hablaba con la cabeza de lao.
- ¿Para que se le viera el perfil bueno?
- ¿Lo tenía?
- ¡No! Jajajajaja.
- ¿Qué habrá sido de él?
- ¡Mejor no saberlo, que es capaz de aparecer, como el Rafa de la Unión!
- ¿Alguien me ha llamado?
- ¡Hostia, el Rafa!
- ¡Ignoradlo o nos jode el capítulo!
- ¡Evitad el contacto visual, por Tutatis!
- ¡Lo he mirado! ¡Dios! ¡Lo he mirado!
- ¡Aguanta Gabriela!
- Mmmmm cae la noche y amanece en París…
- ¡Me está susurrando al oído!
- … en el día en que todo ocurrió…
- Como un sueño de loco sin fin...
- ¡Gabriela, noooooo! ¡No cantes o no nos lo quitamos de encima ni con salfumán!
- Es que, la he escuchado tantas veces, que…
- … como es licántropa…
- ¡Hay que hacer algo! ¡Ayúdenos, Padre Karras!
- Repetid conmigo: ¡El poder de Cristo te obliga! ¡C’mon!
- ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡Everybody! ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡One more time! ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡El poder de Cristo te obliga!
- ¡ARRRRR! ¡Entraré en tu cueerrrrrpooooo!
- ¿Qué está pasando aquí?
- Que tardabas y hemos tenido que ir rellenando.
- ¡Vamos, vamos! Id dejando las tontás. Tú, Rafa: al olvidadero del que no debiste salir. Padre Karras, deje usted de poner los ojos en blanco y salte por la ventana. ¿A quién más habéis traído?
- Teníamos preparada a Ada Colau/Isabel Coixet, don David. Viene dispuesta a criticar ferozmente a Santiago Abascal y tumbarse dócilmente para que le rascásemos la tripita.
- (Entre usted y yo, Avelino: es bastante bipolar esta señora).
- Es un reflejo de nuestra sociedad… una víctima de su propio personaje.
- En fin… ¿empezamos?
- Cuando quieras.
- ¡Por mí, sí!
- En sus marcas… ¡BANG! ¡Hey, hey, hey! ¡Salida nula! Andrés, has salido antes de tiempo.
- Es que... ¡tardas mucho en apretar el gatillo, Conejero!
- Vamos de nuevo.
- ¡Andrés, esta vez controla!
- ¡Tócame los huevos, Juanjo!
- En sus marcas…
¡BANG!
Escena 2
- ¡Vaya ocurrencia! ¡Montar una media maratón!
- Es benéfica, chicos.
- ¿Encima no cobramos?
- Pensad en los perretes del Albergue, la de pienso que van a comer gracias a nuestro esfuerzo.
- Sí, sí, todo eso es muy chulo pero, ¿por qué no corre él?
- No cuestionen tanto.
- ¡Los caminos del Progresive son inescrutables, tío, Neng!
- ¡Coño! ¡El Neng de Castefa! ¿Qué pasa Neeeeeeeeeeeeeeng?
- No me hagas hablar mucho, que me entra flato, tío, Neng! ¡Que yo soy persona!
- Yo creía que los bakalaeros eran los “ironman” mejor dotados…
- ¡Menudo aguante tienen!
- Las calles se han poblado de “proyectos hombre” en mallas de lycra.
- Tened en cuenta que él no ha pasado página.
- ¡Ni los otros! Se apuntan antes a una moda que a comer diez domingos.
- ¡Cierto es!
- ¡Ostras! ¡Mirad cómo viene ese!
- ¿No es?
- ¡Sí! ¡Corre Forrest!
- When I run, I’m like the wind.
- Like the wind, dice. ¡Menuda polvareda levanta!
- Pues a mí me parece que es un ejemplo de integración: todos tenemos un talento innato para algo.
- ¡Déjate el mindfulness, Gabriela, que va a acabar con tu salud mental!
- Pues yo el otro día hice mindfulness.
- ¿Tú, Roque?
- Sí. Me puse un vídeo del Youtube y me tiré media hora oyendo pajaricos y viento ululando entre las hojas de un cerezo.
- ¡No jodas!
- Sí, sí. Lo confieso: hice mindfulness.
- ¿Y te fue bien?
- ¡Qué va! ¡Eso es una mierda! ¡Donde se ponga una buena siesta!
- ¡Tíos! ¡Yo paro!
- ¡Venga, Andrés! No te vengas abajo tan pronto, hombre…
- ¡Que no puedo más! Tengo la patata a mil quinientas r.p.m.
- … el que no está hecho a bragas…
- ¡Anímese, señor López! Solo nos quedan unos catorce kilómetros y medio…
- ¿Qué? ¿Catorce y medio? ¿Es que cuántos tiene el recorrido?
- Veintiún kilómetros y noventa y dos metros. Justo la mitad de lo que recorrí hace 2512 años para anunciar la victoria ateniense ante los persas.
- ¿Quién es este tío? ¿Eskrotos?
- ¡Es Filípides, animal!
- Si yo hubiera sabido la de dracmas que iban a sacar los de Nike con mis últimas palabras, hubiera dicho “nenikhamen”.
- ¡Ay, los atenienses! ¡Qué democracia!
- Siempre lucharon contra el opresor.
- Eso es discutible: a las mujeres las tenían como objetos.
- Bueno, vamos a seguir corriendo, que se nos va a hacer de noche.
- ¡VENGA!
Y usted, amigo lector, no hace falta que se dé una hartada a correr para hacer algo por los animales: simplemente, no abandone al perrete que le regalaron a la nena por Navidad, aunque estén aburridos de quitar sus deposiciones, no hagan daño a ningún ser vivo (ni para divertirse ni para nada) y, si tienen a bien acoger un animalico en su hogar, adopte. ¡Hale! ¡A la ducha!