El Ordenanza

Media maratón

El Ordenanza. Capítulo 132

Escena 1

  • ¿Alguien sabe de qué va a ir el rollo hoy?
  • Ni idea, alcalde. Solo dijo que viniéramos en ropa deportiva y que fuéramos calentando.
  • Seguro que mete a la alcaldesa de Saix, pidiéndole al párroco que bendiga, semanalmente, las calles de la villa o urdiendo argucias con Acevedo, como venganza por haber suspendido sus fiestas.
  • ¡Y el carnaval!
  • ¿Sabes algo, Roque?
  • Creo que sí, que se iba a criticar que se suspendan fiestas patronales, carnavales y fiestas medievales, pero no las Fallas ni, por supuesto, la Semana Santa.
  • ¡Qué fervor! ¡Che, che, che, Andrés! Si estiras la espalda así te puedes hacer daño en los lumbares.
  • ¡Joer, Juan José! Cada día te pareces más a Eva Nasarre, tío.
  • Tú no me hagas caso, que cuando vengan los madremías seré yo el que ría el último.
  • Creo que es la primera vez que le veo en chándal, Avelino.
  • A decir verdad, señor alcalde, no es de mis prendas favoritas.
  • Ni la mía: te pones uno y, lo mismo pareces un yonki que mi padre en el almuerzo del Ecuador de 1984. ¿Cómo podían llevar chándal y zapatos castellanos?
  • Los ochenta fueron una década muy turbia. El que la idolatra es porque o bien no la vivió, o no la recuerda, o es fan de Fernandisco.
  • ¡Qué tío el Fernandisco! La mezcla perfecta entre George Michael y Don Pimpón. Lo que no entiendo muy bien es por qué hablaba con la cabeza de lao.
  • ¿Para que se le viera el perfil bueno?
  • ¿Lo tenía?
  • ¡No! Jajajajaja.
  • ¿Qué habrá sido de él?
  • ¡Mejor no saberlo, que es capaz de aparecer, como el Rafa de la Unión!
  • ¿Alguien me ha llamado?
  • ¡Hostia, el Rafa!
  • ¡Ignoradlo o nos jode el capítulo!
  • ¡Evitad el contacto visual, por Tutatis!
  • ¡Lo he mirado! ¡Dios! ¡Lo he mirado!
  • ¡Aguanta Gabriela!
  • Mmmmm cae la noche y amanece en París…
  • ¡Me está susurrando al oído!
  • … en el día en que todo ocurrió…
  • Como un sueño de loco sin fin...
  • ¡Gabriela, noooooo! ¡No cantes o no nos lo quitamos de encima ni con salfumán!
  • Es que, la he escuchado tantas veces, que…
  • … como es licántropa…
  • ¡Hay que hacer algo! ¡Ayúdenos, Padre Karras!
  • Repetid conmigo: ¡El poder de Cristo te obliga! ¡C’mon!
  • ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡Everybody! ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡One more time! ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡El poder de Cristo te obliga!
  • ¡ARRRRR! ¡Entraré en tu cueerrrrrpooooo!
  • ¿Qué está pasando aquí?
  • Que tardabas y hemos tenido que ir rellenando.
  • ¡Vamos, vamos! Id dejando las tontás. Tú, Rafa: al olvidadero del que no debiste salir. Padre Karras, deje usted de poner los ojos en blanco y salte por la ventana. ¿A quién más habéis traído?
  • Teníamos preparada a Ada Colau/Isabel Coixet, don David. Viene dispuesta a criticar ferozmente a Santiago Abascal y tumbarse dócilmente para que le rascásemos la tripita.
  • (Entre usted y yo, Avelino: es bastante bipolar esta señora).
  • Es un reflejo de nuestra sociedad… una víctima de su propio personaje.
  • En fin… ¿empezamos?
  • Cuando quieras.
  • ¡Por mí, sí!
  • En sus marcas… ¡BANG! ¡Hey, hey, hey! ¡Salida nula! Andrés, has salido antes de tiempo.
  • Es que... ¡tardas mucho en apretar el gatillo, Conejero!
  • Vamos de nuevo.
  • ¡Andrés, esta vez controla!
  • ¡Tócame los huevos, Juanjo!
  • En sus marcas…

¡BANG!

Escena 2

  • ¡Vaya ocurrencia! ¡Montar una media maratón!
  • Es benéfica, chicos.
  • ¿Encima no cobramos?
  • Pensad en los perretes del Albergue, la de pienso que van a comer gracias a nuestro esfuerzo.
  • Sí, sí, todo eso es muy chulo pero, ¿por qué no corre él?
  • No cuestionen tanto.
  • ¡Los caminos del Progresive son inescrutables, tío, Neng!
  • ¡Coño! ¡El Neng de Castefa! ¿Qué pasa Neeeeeeeeeeeeeeng?
  • No me hagas hablar mucho, que me entra flato, tío, Neng! ¡Que yo soy persona!
  • Yo creía que los bakalaeros eran los “ironman” mejor dotados…
  • ¡Menudo aguante tienen!
  • Las calles se han poblado de “proyectos hombre” en mallas de lycra.
  • Tened en cuenta que él no ha pasado página.
  • ¡Ni los otros! Se apuntan antes a una moda que a comer diez domingos.
  • ¡Cierto es!
  • ¡Ostras! ¡Mirad cómo viene ese!
  • ¿No es?
  • ¡Sí! ¡Corre Forrest!
  • When I run, I’m like the wind.
  • Like the wind, dice. ¡Menuda polvareda levanta!
  • Pues a mí me parece que es un ejemplo de integración: todos tenemos un talento innato para algo.
  • ¡Déjate el mindfulness, Gabriela, que va a acabar con tu salud mental!
  • Pues yo el otro día hice mindfulness.
  • ¿Tú, Roque?
  • Sí. Me puse un vídeo del Youtube y me tiré media hora oyendo pajaricos y viento ululando entre las hojas de un cerezo.
  • ¡No jodas!
  • Sí, sí. Lo confieso: hice mindfulness.
  • ¿Y te fue bien?
  • ¡Qué va! ¡Eso es una mierda! ¡Donde se ponga una buena siesta!
  • ¡Tíos! ¡Yo paro!
  • ¡Venga, Andrés! No te vengas abajo tan pronto, hombre…
  • ¡Que no puedo más! Tengo la patata a mil quinientas r.p.m.
  • … el que no está hecho a bragas…
  • ¡Anímese, señor López! Solo nos quedan unos catorce kilómetros y medio…
  • ¿Qué? ¿Catorce y medio? ¿Es que cuántos tiene el recorrido?
  • Veintiún kilómetros y noventa y dos metros. Justo la mitad de lo que recorrí hace 2512 años para anunciar la victoria ateniense ante los persas.
  • ¿Quién es este tío? ¿Eskrotos?
  • ¡Es Filípides, animal!
  • Si yo hubiera sabido la de dracmas que iban a sacar los de Nike con mis últimas palabras, hubiera dicho “nenikhamen”.
  • ¡Ay, los atenienses! ¡Qué democracia!
  • Siempre lucharon contra el opresor.
  • Eso es discutible: a las mujeres las tenían como objetos.
  • Bueno, vamos a seguir corriendo, que se nos va a hacer de noche.
  • ¡VENGA!

Y usted, amigo lector, no hace falta que se dé una hartada a correr para hacer algo por los animales: simplemente, no abandone al perrete que le regalaron a la nena por Navidad, aunque estén aburridos de quitar sus deposiciones, no hagan daño a ningún ser vivo (ni para divertirse ni para nada) y, si tienen a bien acoger un animalico en su hogar, adopte. ¡Hale! ¡A la ducha!

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