Microorganismos de las salinas de Villena dan color a las plumas de los flamencos
Ha sido confirmado por una investigación de la catedrática villenense Rosa María Martínez Espinosa y Javier Torregrosa Crespo
Los flamencos constituyen una de las poblaciones de aves más abundantes de entornos salinos como las salinas costeras o las salinas y lagos salados de interior. Desde hace varias décadas se sabe que el color rojizo-rosado de sus plumas, patas y pico se debe a pigmentos que producen microalgas, levaduras, pequeños crustáceos y microorganismos que viven en el agua salobre de las salinas y que forman parte de su dieta.
De entre esos pigmentos, se determinó que el más abundante es el betacaroteno producido principalmente por microalgas. Ese mismo pigmento, por ejemplo, se encuentra de forma muy abundante en las naranjas.
Recientes estudios llevados a cabo en poblaciones de flamencos controladas en zoológicos, así como en poblaciones de flamencos silvestres, ha revelado que un pigmento “raro” y poco frecuente, sólo producido por microorganismos extremófilos denominados “haloarqueas”, que viven en las salinas de Villena entre otras, también se encuentra en las plumas de los flamencos. La investigación ha sido llevada a cabo por la villenense Rosa María Martínez Espinosa (catedrática en Bioquímica y Biología Molecular) y Javier Torregrosa Crespo (Doctor en Biología) como parte de las investigaciones del Grupo de Investigación “Bioquímica Aplicada” de la Universidad de Alicante.
Dicho pigmento se denomina bacteriorruberina y tiene un poder pigmentante y antioxidante 300 veces superior al del betacaroteno. Los trabajos de revisión y análisis masivo de datos liderado por la catedrática Martínez Espinosa revelan que este pigmento tiene numerosas aplicaciones en cosmética, farmacéutica y biotecnología y pudiera ser más relevante a la hora de pigmentar el plumaje de aves en ecosistemas salinos que otros pigmentos descritos hasta ahora.
Los flamencos transportan los microorganismos
Otro aspecto importante que destaca la investigación realizada por diversos grupos en esta línea es que se han encontrado microorganismos extremófilos vivos en la superficie de las plumas de los flamencos, de manera que los flamencos actúan como medio de transporte de estos microorganismos entre salinas y formaciones de agua salada situadas en zonas geográficas distantes. De esta manera, los flamencos, en sus migraciones, contribuyen a la modificación de la diversidad microbiana de las salinas (esto es, microorganismos que a priori sólo estuvieran en las salinas de Villena podrían llegar hasta formaciones salinas del sur de España como las de Huelva, por poner un ejemplo).
La reciente llegada de flamencos a la Laguna de Villena y salero nuevo (pasado mes de mayo) como consecuencia de las lluvias frecuentes que anegaron esta zona es sin duda otro buen ejemplo de esta movilidad microbiana gracias a los flamencos.
Los principales resultados obtenidos en esta investigación que conecta el papel de los microorganismos extremófilos de las salinas con la pigmentación de los flamencos han sido publicados esta misma semana por la prestigiosa editorial internacional IntechOpen.