Escena 1
Una gran multitud de ciudadanos españoles, según las últimas estadísticas, ha incorporado la palabra “gripalizar” a su lexicón, como hace dos años introdujeron el vocablo “resiliencia”. Una gran multitud de personas ha decidido que, aunque la OMS advierta que el virus puede volver a atacar (y lo hará, siempre que no perjudique al núcleo de la economía mundial) la pandemia ha acabado. Nos vale “pan de leche”, “pan de azúcar”, “pan de ángel”, pero no “pandemia”. Sorry. Dado que, en las dos últimas semanas, nos la ha bufado el rollo del COVID-19, no voy a abordar el tema.
Una inmensa multitud de contribuyentes se declaran contrarios a la invasión rusa en Ucrania, pero muy pocos se plantean el motivo por el cual, el “Gigante de pies de barro” ha embestido contra su vecino. ¡Aquí sí que hay chicha!
Se lo resumo, amigo lector: Putin teme que, si Ucrania entra en la OTAN, Rusia no pueda manipular el territorio ucraniano como hasta ahora. ¿Le suena de algo? ¿No?
Se lo transcribo a caracteres íberos: Joe Biden advierte al mundo de que Putin la va a liar. Putin la lía. Los EE.UU. sueltan un “mecachis” internacional pero, los que mueven ficha, son los de la UE que, como potencia económica, ven amenazada su parte del pastel y se ponen delante de la vaquilla, aunque no deberían. A todo esto, hace unos días, Biden veta la importación de petróleo ruso a Estados Unidos. Un día después, España (la Meca mundial del Sol) frena la llegada de petróleo y gas procedente de Rusia y dispara el consumo, procedente de los USA, de estos productos. Mientras sucede este milagro del neoliberalismo, el precio del combustible se eleva por encima del bien y del mal, el del aceite de girasol sube irremediablemente y trae consigo un incremento del de oliva, no sea que el ciudadano de a pie tenga alternativa. Así, sin mancharse las manos, el mandatario estadounidense, que defiende la libertad, se mete en el bolsillo a la opinión pública, en una cárcel de barras y estrellas a la economía europea y, de paso, demoniza a un Vladimir que, no por que el americano sea más listo que él, es menos hijo de Putin.
Siento haberle hecho este repaso a la actualidad mundial, estimado lector. Prometo que el resto del capítulo será baladí, para que no se sienta usted demasiado ofendido y su optimismo siga ascendiendo hasta encontrar la ansiada nueva normalidad.
Escena 2
- Creo que debemos dar respaldo a la idea de que la pandemia está acabando, alcalde.
- ¿Debemos dar respaldo? ¿Más? ¡Pero si hemos pasado del caño al coro sin vaselina, Juan José!
- ¿A qué te refieres?
- A que llevamos dos fines de semana pasando del tema del coronavirus. Ya no es noticia. De hecho, creo que esto de la pandemia ha sido una broma de los de la OMS, que son unos cachondos.
- ¿Te has vuelto negacionista, alcalde?
- ¡A ver si te aclaras, Juanjo! Hemos dado libertad a los ciudadanos para que hagan lo que les dé la gana durante el Ecuador y las Fiestas del Medievo. Como era de esperar, no se puso mascarilla ni el Tato y, las cifras de infectados han seguido bajando, ¿no?
- Sí.
- Pues una de dos: o lo de la pandemia ha sido un fake (con lo cual, Miguel Bosé es un jodido gurú) o hemos estado equivocados todo este tiempo y, la mayor arma contra el virus sea el desmelene.
- Hombre, visto así…
- Además, creo que ha llegado la hora de que sea oficial: envueltos en el ambiente adecuado, los músicos locales lo petan más que Dani Martín, tronco. El sábado, la explanada del castillo estaba a reventar. Lo único que me llamó la atención es que, antes del concierto, el ambiente musical fuera de rumbas… rumbas medievales, imagino.
- Alcalde, ¿te has tomao algo?
- No, tranqui. Es que no me merece la pena ponerme trágico. El sábado fue la primera vez que confié plenamente en que el rollo de “yo compro en mi barrio” iba de verdad.
- Si me pinchas, no me sacas ni gota de sangre.
- Juan José: adoro a los músicos de mi ciudad. ¿Empezamos de nuevo el capítulo?
- ¡Enga!
CAPÍTULO 138
Multitud
Escena 1
- Se nota que ha coincidido con lo del medievo.
- No te creas, alcalde, aquí hay más de dos mil almas.
- ¡Ah! ¿Ahora los punkis tienen alma, Juanjito?
- ¿En qué habíamos quedado?
- ¡Vaaaaale, vaaaale!
CAPÍTULO 138
Multitud
Escena 1
- Se nota que ha coincidido con lo del medievo.
- No te creas, alcalde, aquí hay más de dos mil personas.
- ¡Mejor así! Se puede ir tranquilamente a la barra sin aglomeraciones.
- Y al aseo…
- Me gusta ver la plaza de toros llena de vida… aunque la acústica sea una mier…
- ¡Alcalde!
- Me lo ponen muy difícil, Juan José.
- Lo sé, amigo.
- ¿Empezamos de nuevo?
- No, que ya hemos perdido la capacidad de sorpresa.
- Mira, como el punk rock nacional…
CAPÍTULO 138
Multitud
Escena 1
- Te advierto que es la última oportunidad.
- Prometo intentarlo, Juanjo.
- ¡Consíguelo!
- …
- …
- ¿Quién toca ahora?
- Reincidentes.
- ¡Es genial que Javi esté con ellos!
- Sí… y que los Fuckop hayan abierto el festi.
- ¿Sabes? En el Primavera Sound, la política es que deben tocar un alto porcentaje de grupos catalanes o no se hace.
- Los catalanes son muy suyos, ¿no crees?
- Creo que hay que apoyar y beneficiar el talento local tanto como se pueda.
- ¿Qué me quieres decir?
- Que tú, como concejal de Grandes Eventos, podrías apretar un poco con el Leyendas y el Rabo en pro de los grupos de aquí.
- ¿Qué quieres? ¿Que se lo lleven a Benidorm?
- No, no… solo era una idea.
- Ya…
- Oye, ¿qué hacemos cuando termine esto?
- No sé, alcalde. ¿Nos vamos a almorzar?
- … deberíamos… pensar en el temazo del capítulo…
- Me ha entrado un hambre que no puedo pensar…
- ¡Creo que lo tengo! ¿Hace un surrealismo?
- ¡Enga!