De recuerdos y lunas

No woman, no cry

La cosa me viene rondando por la cabeza desde finales del verano, principios del otoño. Periodo tardoestival que dicen. Que es, precisamente en este periodo, caliente el agua del mar y entrando las bajas presiones en altura, y sobre todo cuando alguna de estas bajas se sitúa sobre el golfo de Argel, cuando nos amenazan con peligro de inundar las lluvias torrenciales, las precipitaciones intensas de fuerte concentración horaria, vulgo "gota fría". Por aquellas calendas, en las que sentimos los primeros escalofríos y el olor de los membrillos, el diario británico The Times publicó un listado –top five– de canciones pop cuyas letras, por incompresibles, resultan enigmáticas. Lo leímos en la edición digital de El Mundo. Veinte de septiembre. Esto es, en la víspera de San Mateo Apóstol.

La primera canción que aparecía en la lista es "Lola" de The Kinks, la segunda la que titula nuestra columna esta semana, "No woman, no cry" de Bob Marley; la tercera incomprendida es de Pink Floyd, "Another brick in the wall", una de las que más se popularizó en single del doble álbum "The Wall", todo él tan metafórico y por tanto tan lleno de arcanos, como resultó ser la película de Alan Parker protagonizada por Bob Geldof, nacida del disco convertido en banda sonora; la cuarta, una de Sting, "Russians", y la quinta, la "California Girls" de los Beach Boys.

Precisamente hablando de California, si me hubieran preguntado a mí hubiera apuntado "Hotel California" de Eagles. Aquí a la letra de la canción cabría sumar todos los misterios en torno a la carátula del disco. Si tuviéramos que hablar de este grupo, otra vez tendríamos que hablar de nuestro amigo Benjamín Menor Hernández que siempre estuvo en vanguardia de nuestros gustos musicales, descubriéndonos y compartiendo las joyas que él descubría. Benjamín también nos descubrió a Eagles. Creo, si no me equivoco, que fue con el disco negro, "The Long Run". Benjamín siempre ha tenido una magnífica dicción para los idiomas. Especialmente para el francés que era lo que estudiábamos cuando la EGB (Enseñanza General Básica) y cuando las Enseñanzas Medias. También para el inglés. Oír de su boca los títulos de las canciones, los nombres de los grupos y los nombres de los componentes daba más empaque a sus argumentos musicales. Porque a ver cómo pronunciábamos nosotros –siendo toda la vida de francés– el dichoso Eagles. "Ayguels" diríamos con mucho esfuerzo y con la timidez y la prudencia que alimentaba la vergüenza del ser conscientes de no saber.

Sí, si me hubieran preguntado, hubiera apuntado sin ninguna duda "Hotel California". Esto sin entrar en la pachanga, donde elevaríamos a los altares de lo ininteligible a Georgie Dann. El popular músico en una entrevista declaró: "Mis canciones hacen pensar a la gente". Cosa que no podemos discutir. "Mami qué será lo que tiene el negro".

Pero volvamos al top five de The Times. De las enumeradas, musicalmente me quedo con la de Marley and The Wailers. Me emociona. Quiera decir lo que diga la letra, o el título, que es donde parece que reside el enigma por aquello del lenguaje de indios: "No mujer, no llorar" o "No mujer, no llanto". Pero ya metiéndose uno a ritmo de reggae en la canción es muy hermoso lo que se dice. Muy hermoso. Más o menos: "Recuerdo cuando solíamos sentarnos / en Government yard de Trenchtown. / Observando a los hipócritas / mezclarse con la gente bien que conocemos. / Qué buenos amigos hemos tenido. / ¡Oh! Muy buenos amigos hemos perdido en el camino. / En este futuro prometedor no puedes olvidar tu pasado. / Así que seca tus lágrimas."

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