Bien estamos, estamos

Otros heraldos

Junto con los trajines de agosto, la novena, el cartel de Fiestas y el Pasacalles, otros actos, actividades, usos y costumbres nos anunciaban la inminencia de las Fiestas

Junto con los trajines de agosto, la novena, el cartel de Fiestas y por supuesto el Pasacalles, otros actos, actividades, usos y costumbres nos anunciaban la proximidad, si no inminencia, de las Fiestas.

Así el concierto de música festera, denominado de los Pasodobles aunque también cabía alguna marcha mora, concierto que al tiempo que crecíamos más gamberreábamos; y los puestos diversos instalándose en la calle Luciano López Ferrer, ruido de herrajes; y sobre todo el día cinco, viviendo en el Paseo, pregón antes del pregón, era –y es– para nosotros el recibimiento de los Maseros a su banda de Música.

En la esquina entre el Paseo y el Parterre, donde entonces el Bar Flor y hoy el Kool kebab, la recepción de la Comparsa de Labradores a su banda de Música, seguida de un pasacalles, siempre nos ha resultado un momento muy emotivo, esperando por nuestra parte también otro pasacalles y banda, la de los Marruecos, que bajando desde la plaza de María Auxiliadora hacia la sede en la calle Ferriz, si era día laborable se detenía en la puerta del Banco Hispano Americano, hoy clínica dental García Rueda, para saludar a mi padre, Joaquín Marco García, empleado del banco y directivo de la comparsa.

Muchas veces, asomándome al balcón de mi casa, aún reedito esa imagen feliz. La banda se detiene, sonando un alegre pasodoble mi padre sale y se asoma a la escalinata de la entrada del banco y saluda dándole la mano al director de la agrupación. También, sin cesar la sonrisa, agitando su brazo, lanza un saludo a los músicos y marruecos acompañantes. Y hasta luego. De maestro de ceremonias, no se nos olvida, actúa Francisco Menor Marco, presidente del Bando Marroquí.

Francisco Menor Marco –en mi casa siempre diremos Paco "el Presidente"– no se nos olvida porque sin ser parientes aun coincidiendo los apellidos siempre nos hemos sentido como familia. Los años compartidos en la directiva de los Marruecos cuajaron férreas amistades entre los miembros de la junta y sus familias. No solo entre los Menor Marín y los Marco Amorós, sino entre muchas más. Aquellas directivas, capitaneadas por Paco "el Presidente" vivieron unos años dorados en los que se supo aprovechar unas circunstancias favorables, canalizando una gestión muy productiva en beneficio de la comparsa y de las Fiestas. Que otros tiempos posteriores no fueron mieles, no creo que sea achacable a la irresponsabilidad de personas concretas; sí más a circunstancias –digamos modas– desfavorables.

Pero otro heraldo importante de las Fiestas era la revista de Fiestas. Revista municipal que desde 1951, recogiendo el testigo de una tradición editora local, consolidó la publicación de un número o revista especial con motivo de la celebración. Revista especial que además de atender los asuntos de la Fiesta acopiaba artículos de investigación histórica sobre la ciudad, creaciones literarias y artísticas. Precisamente, entre los artículos de la revista de 1973, hay uno titulado "Un festero, Francisco Menor Marco", firmado por A.R. –Alfredo Rojas–.

Desde la prudencia y mesura que le caracterizaron, Alfredo Rojas, tras afirmar que en toda población festera el genuino festero es un ser admirable, elogia la dedicación de Francisco Menor a su comparsa, la entrega y eficiencia de sus directivas, el éxito de la sala de fiestas y discoteca como el buen hacer de la comparsa en los desfiles; para concluir que Menor Marco es un "ejemplo para todos los festeros de nuestra ciudad". La revista de 1973 tiene muchas más joyas. Si hay tiempo habrá que prestarle atención. Valga como prueba, hablando de "joyas", un texto exquisito de Carmen Conde titulado "Arqueología en Villena". Poesía.

(Votos: 7 Promedio: 3.3)

Un comentario

  1. Efectivamente, los entresijos de nuestras Fiestas se conocen cuando tienes el orgullo de que tu padre sea directivo.
    Recuerdo mi niñez con esas características y otras, como el reparto de músicos entre directivos y socios.
    Ejemplaridad es saber combinar tus responsabilidades como directivo, tu buena gestión de las aportaciones declos socios, vivir las Fiestas todo el año y el amor por tu comparsa.
    Gracias a esas personas hoy y siempre.

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