Vida de perros

Próximos Comicios Generales (y Basuras)

Pronto España se verá inmersa en un nuevo proceso electoral gracias al don de la oportunidad que tiene nuestro actual presidente, entre otros dones. Tan pronto que apenas nos damos cuenta de que para sus cuentas –la de las partes interesadas– ya ha comenzado la inmersión en lo que se denomina pre-campaña. Aunque quizás para nuestras cuentas el presente dos mil dieciséis podría ser el año electoral por excelencia. Tomando como inicio aquellos dobles comicios andaluces, pasando por los municipales y autonómicos seguidos de los catalanes (quién sabe todavía si igualmente dobles) y finalizando por los generales.
Un encanto de país y de año, vamos. Una especie de prueba y error utilizada del modo más maquiavélico posible con fines más que sospechosos y con resultados de cinco pelao  que dirían en el colegio (desenlace que por asombroso que parezca resulta de lo más jugoso para casi todos los partidos políticos, mientras que en el colegio se concluiría con un “debes esforzarte más”). Pero claro vivimos en una España en la que muy pocos de los partidos concursantes en el plebiscito obtienen resultados negativos: ¿…?  Pero es así, y da igual si usted tras la escucha de las conclusiones de cada opción política piensa que le están tomando por idiota, pero por idiota-idiota, da igual digo.
 
Pero centrémonos en la pre-campaña que pronto madurará en campaña. Una pre-campaña/campaña que como digo está durando todo un largo año. Y parémonos a pensar en los chistes de los que siempre nos reímos referidos a las promesas electorales. Y detengámonos, por ejemplo, en el gran notición sobre la bárbara inversión que nuestra Generalitat piensa realizar en nuestro “Complejo Basuril” a cargo de la empresa pública Vaersa. Nuestra Generalitat, ya no en manos de la gente de la Gurtel y demás, sino en manos de una coalición donde Psoe y Los Verdes (vía Compromís) buscan un camino posible entre tanto desmán. Y de allí que nos llegan noticias de una inversión de doce millones de euros –unos dos mil millones de pesetas al cambio– en una planta de basuras en Villena, en la misma planta que nuestro alcalde el señor Esquembre dijo que cerraría en el transcurso de tres o cuatro años (una vez finalizado el contrato, vamos).
 
No sé ustedes, queridas personas, pero a mí me resulta un desperdicio, nunca mejor dicho, un derroche, invertir doce millones de euros en una instalación que pensamos cerrar en breve. ¿O no es así? ¿O acaso se piensa en modernizar la maquinaria del vertedero para mitigar los problemas de insalubridad que ocasiona en nuestra ciudad? Y claro, permitir que siga en funcionamiento… Pero si está al borde de su capacidad y una vez realizada la inversión, entonces… ¿ampliar su capacidad, recibir más basura? No lo sé, pero es de suponer. De modo que lo única esperanza que nos queda es que dicha macro inversión se quede en un farol electoral más, porque de lo contrario vamos a tener basura, olores, metano, aguas subterráneas contaminadas y demás consecuencias hasta la exasperación. Por cierto, ¿dónde están los partidos de la oposición en todo esto? ¡Ah, sí, quejándose de semáforos estropeados y de la intervención necesaria en alguna calle al azar!

Nota de Redacción: Como se puede ver por la fecha de las noticias relacionadas, esta columna está escrita con anterioridad a otras declaraciones en este sentido. Por falta de tiempo/espacio/oportunidad, no habíamos podido subirla a portada hasta hoy. Disculpen las molestias. Carlos Prats. EPdV.

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba