El Diván de Juan José Torres

Sin ánimo de polémicas

Me consta que el tema espinoso del copago a los discapacitados y dependientes ha creado ampollas, sobre todo a raíz de unas manifestaciones del concejal Fulgencio Cerdán y la réplica del coordinador comarcal de IU, Pascual Martínez; incluso también un servidor a través del último artículo publicado en este medio.
Soy una persona que por principios me gusta argumentar los temas, razonarlos y exponerlos, siendo el principal objetivo de todo ello la reflexión y el debate, siempre dentro de unos parámetros basados en la prudencia, el sentido común y los principios democráticos. Por todo lo escrito pido públicamente perdón a quienes se hayan sentido incomodados u ofendidos por este tipo de acusaciones, quedando por delante que en absoluto mi intención ha sido esa, sino todo lo contrario.

En mi columna valoro y aplaudo el trabajo, muchas veces poco reconocido, de Fulgencio Cerdán en su concejalía de Bienestar Social. También, y aunque no se escriba sobre ello explícitamente, reconozco el trabajo del personal adscrito dedicado a esa concejalía. Jamás lo he puesto en duda y nunca lo haré. Su titular consensuó con las asociaciones sociosanitarias de Villena una moción sobre el copago que se aprobó en 10 de febrero del año en curso, una moción que resultó favorable en la Junta de Gobierno.

Quizás faltó la aclaración pública de que más adelante se elevaría dicha moción al Pleno Municipal, asunto éste que ha desembocado en un cruce de palabras que en nada ha clarificado el problema, sino que lo ha enredado. Al respecto sería necesario que todos los asuntos tratados en Junta de Gobierno, pasen después a decisión del Pleno o no, sean hechos públicos para evitar situaciones como éstas. Al fin y al cabo el ayuntamiento dispone de un gabinete de comunicación que está para eso: para hacer público lo que se gestiona o se cuece desde dentro del consistorio.

En cualquier caso hay algún matiz discrepante entre la postura oficial y los planteamientos de IU, pues la moción aprobada no exige la derogación del Decreto, sino que intenta suavizar sus daños, en tanto IU solicita su derogación. Motivos habrá, seguro que los hay, para que esto sea así. Pero insisto, no seré yo quien intente crear una guerra dialéctica sobre esta polémica, reitero mis disculpas si alguien se ha sentido ofendido y en mí espero que encuentren siempre a una persona dialogante y respetuosa.

Para finalizar, entiendo que quien se frota las manos con estas discrepancias de matices es el Partido Popular, que por otra parte ha sido, desde sus altas esferas, quien disgustó a una ciudadanía con un decreto estival y con alevosía.

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