Apaga y vámonos

Sufriendo & Rezando

Sufriendo, porque la posibilidad de que la promotora Sufriendo & Gozando abandone nuestra ciudad para siempre es más real y está más cercana que nunca, debido a la falta de entendimiento entre empresa y ayuntamiento, y también a la aparición en escena de nuevos actores con muchas bazas a su favor –y también algunos inconvenientes–, léase, entre otros, el ayuntamiento de Benidorm.
Sufriendo, porque si esa marcha se concreta el varapalo sería tremendo para Villena en todos los sentidos: Cultural, al quitarnos la posibilidad de disfrutar de actuaciones de primer nivel mundial (Megadeth, Anthrax, Wasp, Sepultura, Volbeat, Accept, Mr. Big, Sabaton, Avantasia, Nightwish…); Económico, al secarse un chorro que riega anualmente con cientos de miles de euros, tirando por lo bajo, a hosteleros, comerciantes, proveedores de bienes, servicios o alojamientos, trabajadores contratados, etc; Turístico, pues sin pretenderlo, los festivales han hecho más por dar a conocer nuestra ciudad y la comarca entera que todas las campañas habidas y por haber para promover el turismo industrial, los visitantes chinos o cualquier otro objetivo fijado por la concejalía; Social, ya que, nos gusten o no esos estilos musicales, disfrutemos o no de esos conciertos, a todos nos encanta ver nuestras calles llenas, vivas, alegres, y todas nos llenamos de orgullo y sonreímos cuando, en cualquier lugar, con cualquier motivo, dices de dónde eres y alguien responde: “¿Donde los festivales, no?”.

Sufriendo, por supuesto, por el conjunto. Porque parece que solo hablamos de Leyendas del Rock, pero la marcha de Sufriendo & Gozando sería también la del resto de sus eventos, como los conciertos de Extremoduro, Melendi o Ana Belén y Víctor Manuel, la de Fck Censorship –el festival punk de enero en la plaza– y la de Rabolagartija, un evento nacido y crecido en nuestra ciudad, al que asisten cientos, si no miles, de villeneros, y que este año, en su cuarta edición, va a superar en asistentes al Leyendas, teniendo además un enorme potencial de crecimiento por delante.

Y rezando. Rezando para que no sea demasiado tarde y la situación pueda reconducirse. Rezando para que este agosto todo transcurra con normalidad y no haya que lamentar cualquier incidente, por idiota que sea (y me refiero tanto al incidente en sí como al sujeto que lo genere), que acabe de convencer a la promotora de que ha llegado la hora de hacer las maletas. Rezando para que los astros se alineen y podamos seguir disfrutando, al menos unos cuantos años más, de una relación que considero que ha sido beneficiosa para las dos partes. Una relación que será muy difícil retomar con el tiempo si ahora se abandona. Una relación que, como algunos trenes, solo pasa una vez en la vida.

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