Apaga y vámonos

Tenemos lo que nos merecemos

La clase política, banda organizada en forma de partitocracia bipartidista –la dictadura del PPSOE–, o sea, lo contrario de una democracia digna de tal nombre, nos conduce como borregos hacia el abismo (a excepción de algunos valientes, como los mineros). Si no formas parte de la solución, es que eres parte del problema. Y soluciones, los políticos, ya han demostrado que pueden ofrecernos pocas.
Me da igual el ámbito administrativo o el partido del que hablemos, porque nos la meten doblada todos y en todas partes. En lo local, legislatura tras legislatura vemos cómo se acumulan inevitablemente los desengaños y las decepciones, y llega un momento en que te conformas con que no se dediquen a poner zancadillas a quienes intentan salir adelante. Pero ni eso, porque a la mínima que pueden meten la zarpa y echan a perder cuanto tocan con decisiones improvisadas y actuaciones a salto de mata.

No obstante, viendo cómo hacen las cosas los de “arriba”, lo de los políticos de “abajo” no deja de ser un juego de niños. Ahí están las Cajas de Ahorros, retiro dorado para políticos fracasados, maravillosa jubilación para quienes despilfarran el dinero de los clientes a manos llenas, se conceden a sí mismos los créditos más ventajosos en lugar de ayudar al tejido empresarial y estafan a los ahorradores hasta convertir en nada el fruto de años de esfuerzo a través de productos que han sido una auténtica estafa, como las cuotas participativas o las preferentes. Esta semana ha desaparecido la CAM, que junto a Bancaja y el Banco de Valencia son el mejor ejemplo de lo que ha supuesto la gestión económica del PP en la Comunidad Valenciana. Un auténtico fraude perpetrado por chorizos e incompetentes, además de por unos cuantos hijos de puta. Pero aquí nadie devolverá lo robado ni irá a la cárcel.

Por si esto fuera poco, tenemos que aguantar que todo un Ministro de Hacienda nos diga entre risas que hay que volver a subir el IVA –subida negada más de 30 veces por Mariano y sus mariachis– porque hay mucha gente que defrauda… Pues persigue, sanciona y mete en la cárcel a quienes defraudan, inútil, no nos hagas pagar más al resto ni nos recortes servicios básicos por no tener el valor de detener tus amigos, los grandes banqueros y empresarios que financian ilegalmente a los partidos a cambio de que estos actúen sumisamente a sus órdenes.

Dicen los sociólogos que es muy preocupante la “desafección” de los ciudadanos hacia la clase política, pero yo considero que se han quedado muy cortos, pues lo que ellos llaman “desafección” yo lo arreglo con un castizo “estar hasta los cojones” de la gentuza que nos ha gobernado, nos gobierna y nos gobernará, porque en las próximas elecciones, cual corderitos, volveremos a votar mayoritariamente a los de siempre, para que así tengan tiempo de enriquecerse del todo antes de mandarnos definitivamente al tercer mundo. ¿Se apuestan algo?

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