That’s all right, mama

Escena 1

• ¡Shhhh! ¡Debemos mantener el secreto!
• ¿Crees que ella no sabe que es su cumpleaños?
• Lo sabe, pero creo que no imagina que le estamos preparando una fiesta sorpresa.
• Imagino que lo debe intuir.
• No lo sé.
• ¿Va a ser una fiesta temática?
• No sé si nos va a dar tiempo.
• Yo, si me lo permitís, tengo varias propuestas.
• ¿Qué?
• Podríamos hacer una fiesta romana, por ejemplo.
• ¿Romana?
• Se dice que el 19 de julio fue el día en que comenzó el Gran Incendio de Roma, ahora hará 1960 años.
• ¿El que provocó Nerón?
• Ese es un dato que forma parte de la imaginería popular y no es contrastable. Realmente, hasta Tácito dejaba entrever que el incendio, seguramente, hubiera sido accidental y no provocado, como se nos ha hecho creer. Es normal que, en una ciudad de unos dos millones de habitantes, donde se producían alrededor de cien incendios diarios, alguno cuajase. Dadas las condiciones medioambientales en la capital del Imperio, los vientos habrían propagado rápidamente las llamas. Incluso, si aceptásemos la hipótesis de que el fuego fuera provocado, no podríamos descartar que los causantes fuesen los cristianos a los que el mismo Nerón culpó, ya que Pablo de Tarso, en varias de sus epístolas, trata a Roma como la Nueva Babilonia y predice que va a perecer entre las llamas. Hemos de recordar que los judíos seguidores de Cristo, se alojaban en uno de los cuatro distritos de la ciudad que no fueron pasto del fuego. Según esto, la imagen de Peter Ustinov tocando la cítara y cantando El saqueo de Troya mientras la ciudad ardía como una tea, sería falsa. Es más: Nerón, que estaba en su residencia de verano a unos 35 kms de Roma, corrió a la ciudad e hizo abrir muchas dependencias públicas para albergar a los damnificados por el incendio, incluyendo sus jardines personales.
• Vale. Ahora dinos quién eres tú, por qué nos has pegao esta chapa y quién te ha dado vela en este entierro.
• Pensaba que necesitabais ayuda. ¿Hacemos una fiesta hippie?
• ¿Nos quieres dejar en paz?
• Entonces no propongo celebrar el día en que, realmente, comenzó la Guerra Civil en 1936, dado que el 18 de julio se produjo el alzamiento militar pero no fue hasta el 19 cuando estalló la contienda.
• ¡Que te vayas por ahí, tío cansino!
• Igual deberíamos preguntarle a ella, ¿no?
• Claro, voy y le digo: «Cariño, de qué te apetece prepare una fiesta sorpresa?». Es lo más normal.
• Una fiesta romana estaría bien.
• ¿Pero aún estás aquí?
• Entendedme: sois los únicos que me han dejado pronunciar más de dos frases seguidas desde los exámenes orales de la universidad.
• Créeme: intento comprenderte, pero lo pones difícil, amigo.
• ¡Amigo! ¡Me has dicho amigo!
• Bueno… es una forma de hablar.
• ¿Vas por ahí diciéndole «amigo» a todo el mundo?
• No, pero…
• ¿Pero qué? ¿Eh?
• Yo…
• ¿Me vas a decir ahora que no somos amigos?
• ¿Amigos? Esto… apenas te conozco.
• ¿Cómo puedes decir eso? ¡Monstruo! ¿No recuerdas hace diez minutos, cuando mostrabas interés por que te ilustrase sobre el Gran Incendio de Roma?
• … Alcalde, por favor, ¿me puedes sujetar por el brazo para que no estrangule a este gualtrapa?
• Aunque el DRAE recoge «gualtrapa» como entrada válida, los académicos aconsejan el empleo de «gualdrapa».
• ¡Cogedme que lo mato!
• ¡Tranqui, amigo!
• ¿Amigo? ¡Arrrrgggggggggghhhhhhh!
• ¡Juanjo! ¡Que te pierdes!

(CARTA DE AJUSTE)

Escena 2

• ¡Lo tengo!
• ¿Qué tienes?
• La temática para la fiesta, ¿qué si no?
• No sé, Andrés. Normalmente tus ideas son… estrambóticas.
• ¿A que me cago en tus muelas, Juanjo?
• Las verdades ofenden, ¿eh?
• ¿Nunca te cansas de meter bulla?
• No.
• ¡Ah!
• ¿Quieres contarnos tu ocurrencia de una vez?
• Veréis: anoche, mientras me embutía dos cucharadas soperas de pasta de cacahuete porque un mosquito me estaba dando la turra, se me ocurrió consultar en Wikipedia lo ocurrido el 19 de julio a través de la historia.
• Oye: ¿Tú no serás el tipo de antes caracterizado como Andrés López, verdad?
• Si quieres, Juanjito, te meto un anacardo y compruebas mi identidad.
• Está bien pero… no te voy a quitar los ojos de encima.
• ¡No le presiones, tío, que nos dan las uvas sin que hable!
• ¿Puedo seguir?
• Sigue, sigue.
• Pues resulta que, el 19 de julio de 1954, justo 25 años de que ella naciera…
• ¿Eso también venía en la Wikipedia?
• ¡Señor, dame paciencia!
• ¿Quieres seguir, Andrés?
• ¡Es que me corta sin parar, alcalde! ¡Jo!
• Pues tú no le hagas caso y ya está.
• Bueno, pues resulta que, el 19 de julio del 54, Elvis Presley lanzó el single «That’s all right, mama», con «Blue moon of Kentucky» como cara B.
• …
• …
• ¡Tíos! ¡Fue el primer éxito del Rey del Rock!
• …
• …
• ¡Podemos hacer una fiesta de los años ‘50!
• Oye, ¿me puedes responder a una preguntilla?
• Claro.
• ¿Sabrías decirme en qué año se publicó el Silmarilion?
• ¡Fácil! Fue editado y publicado por el hijo de J.R.R. Tolkien, Christopher, en 1977.
• ¡Lo sabía! ¡Eres el tío cansino disfrazado de Andrés!
• ¿Cómo puedes saberlo?
• Por dos cosas: Andrés no es capaz de retener ni la fecha de la nochebuena y no conozco a ningún friki del Señor de los Anillos que pierda una ocasión para aventar su sabiduría.
• ¿Has dicho aventar?
• Sí.
• ¡Te pillé! ¡Tú no eres Juanjo! ¡Eres Andrés disfrazado de Juanjo!
• ¿Cómo lo has sabido?
• Porque Juanjo te saca casi un palmo, tío.
• ¡Touché, alcalde! ¿O debería decir «Juanjo-disfrazado-de-alcalde»?
• No, tío. Soy el alcalde.
• ¡Ah!

Escena 3

• Los chicos se han esforzado todo lo que han podido.
• Quizá fue una locura intentar organizar una fiesta sorpresa de cumpleaños.
• No lo crea así.
• ¿Sabe, Avelino? Creo que optaré por comprar una cantidad ingente de polines (o polos de bolsa, como se conocen aquí) y me la llevaré a ver las estrellas. Al fin y al cabo, he escrito este capítulo como regalo, solo para que ella sonría.
• Eso es muy bonito.
• No tanto como su sonrisa, Avelino.

Dedicado a Mimi, mi sirenita linda.