Sucesos

Tu Abandono Me Puede Matar califica a la cárcel de Villena como “la más peligrosa de España”

En apenas 24 horas se han registrado varias agresiones a funcionarios y un incendio intencionado en una celda

La asociación mayoritaria de trabajadores penitenciarios “Tu Abandono Me Puede Matar” informa de que nuevamente se han producido graves altercados en la prisión de Villena.

El lunes 16 de agosto los trabajadores del Centro Penitenciario han vuelto a sufrir violentos ataques contra los trabajadores por parte de algunos de los internos más conflictivos y peligrosos del departamento de aislamiento, donde cumplen condena las personas más peligrosas y que son incapaces de convivir con otros presos.

A las 12 del medio día, un interno que estaba realizando una llamada de teléfono fue reprendido en varias ocasiones por un Jefe de Servicio para que no fumase en esa zona, pues era un espacio cerrado y estaba prohibido fumar. La reacción de este recluso fue inesperada y de manera impulsiva lanza el teléfono de la cabina al Jefe de Servicios y se encaró a él amenazando y gritando “voy a hacer lo que me salga de los cojones, os voy a partir por la mitad, maricones de mierda” y “ya he matado a un funcionario y me da igual matar a otro”.

Cuando los funcionarios se aproximan a él para tranquilizarlo, este cogió una silla de plástico que la Dirección del Centro les coloca para que estén cómodos realizando la llamada y golpeó con la silla en la cabeza a los dos Jefe de Servicio que en ese momento intentaban dialogar con él. La silla con la que arremetió en la cabeza a los funcionarios impactó por suerte en los brazos al cubrirse estos y quedó hecha añicos por la virulencia de los golpes que les daba. Como consecuencia de estos golpes, los funcionarios acabaron con politraumatismos en los antebrazos y un jefe con un corte en un dedo, por lo que tuvieron que ser asistidos en la enfermería del Centro.

Desde la Asociación se ha solicitado al Director que habilite cabinas de teléfono en cada galería de aislamiento para evitar episodios como los sufridos ayer. De esta manera los internos más peligrosos no deambulan por las instalaciones y se pueden controlar mejor y sobre todo sin poner en riesgo la vida de otros internos o de los propios funcionarios. Pero el Director hace caso omiso a esta recomendación y expone a los trabajadores a situaciones que ponen en serio riesgo la integridad física de los trabajadores, sobre los que tiene la obligación legal de velar por su salud.

Tres funcionarios al hospital

Ya por la tarde, a las 18 horas, en el mismo departamento de aislamiento, nuevamente los funcionarios tuvieron que vivir otra situación violenta contra su persona al trasladar a un interno que regresaba a su celda tras su paseo por el patio. En esta ocasión un interno magrebí de unos 30 años, que ha protagonizado numerosos altercados y agresiones a otros internos y a funcionarios, aprovechó que se quedaba junto a los funcionarios en un rastrillo a la espera de la apertura del siguiente y le escupió en la cara a uno de los funcionarios. Después, ya con el rastrillo abierto, se va a su celda y coge una escoba con la que ataca a los funcionarios a quienes muele a palos, patadas y puñetazos. Como resultado, acaban tres funcionarios en el hospital con lesiones diversas en ojo, frente, pómulos y antebrazos al intentar protegerse de los golpes.

Desde la Asociación reclamamos medios de protección para proteger a los trabajadores de este tipo de reclusos tan violentos e impulsivos. En la actualidad un funcionario de prisiones porta como único objeto de protección y defensa un bolígrafo y un Walkie- Talkie, que muchas veces ni funciona, además de usar un vestuario más acorde a un conserje de edificio que Funcionario de Prisiones.

Incendio en una celda

Pero como no hay dos sin tres, por la noche, cuando el número de efectivos es más reducido, un interno de nacionalidad rumana, también especialmente violento, prende fuego en su celda de aislamiento, usando el colchón y mantas, además de haberse tragado cuatro cuchillas que tenía en su poder y que podía haberlas utilizado para atacar a los funcionarios que fueron a sofocar el incendio. El único motivo de los destrozos en la celda y de la ingesta de las cuchillas, no era otro que salir a darse una vuelta al hospital para ver a las enfermeras, como así contó a los funcionarios. Algo que consiguió, ya que en estos casos, cuando hay ingesta de objetos que pueden causar daños internos, se producen salidas al hospital para intentar extraerlos, con el consiguiente peligro para los miembros de la guardia civil y para los trabajadores del hospital, al tener que tratar con reclusos tan conflictivos y en las condiciones que salen, ya que en muchas ocasiones, aprovechan estas salidas para intentar fugas o secuestros.

Desde la Asociación denunciamos que la prisión de Villena en estos momentos, puede ser la más peligrosa de España, debido a las numerosas agresiones de todo tipo a trabajadores, peleas entre bandas e incendios provocados por los propios internos para causar daños físicos y materiales. Culpamos claramente de esta situación, a la ineficaz gestión de la Dirección del Centro, que no ha sabido contener los brotes violentos cuando estos han aparecido y ahora nos encontramos en un auténtico caos, donde la vida de los internos corre peligro, ya que no somos capaces de mantener el orden y disciplina en los departamentos donde residen los internos más conflictivos, unos 400 de los aproximadamente 1200 internos que tiene la prisión.


Abandono de las autoridades

La plantilla no entiende como se sigue manteniendo en el puesto a este Director, ya que no cuenta con el apoyo de los trabajadores y a quien se responsabiliza directamente de la deriva violenta de esta prisión, que por otro lado hay que decir que el resto de aproximadamente 800 internos, mantienen un comportamiento normalizado y cumplen las normas. Pero se ven amenazados cada vez más por el otro 30% de internos conflictivos, que en muchas ocasiones coinciden con ellos en los departamentos. Y es que cada vez se hace más difícil o imposible salvaguardar la integridad física y la vida de los internos a quienes tenemos la obligación de proteger.

Seguimos sin ser considerados agentes de autoridad, consideración está que la vemos indispensable para poder ejercer nuestro trabajo con garantía jurídica, ya que el nuestro es un trabajo donde mantenemos a personas privadas de libertad por orden o mandamiento judicial, y como es lógico, nadie en su sano juicio desea estar recluido, de ahí viene nuestra intrínseca dificultad. El tener que gestionar personas, organizar su vida e intentar devolverlas a la sociedad en mejores condiciones que entraron. Y con el clima actual en la prisión de Villena, lo vemos imposible. De ahí que no entendamos que los dirigentes del Ministerio de Interior no pongan remedio a esta escalada violenta y descontrol institucional.

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