Fiestas

Vivencias de un hij@ Tuareg

Ser hij@ Tuareg significa vivir desde el orgullo, la satisfacción y el respeto las fiestas de Villena. Da igual si somos en la actualidad festeros o no, o si pertenecemos a la misma comparsa o no; cuando pasan los Marruecos, en especial la escuadra de Tuareg, el espacio-tiempo se para, porque somos hij@s de Tuareg y es un momento mágico de un buen desfilar. Os hemos visto entre azules, dorados, blancos o marrones; mezclados con metales, plumas y cueros. En estos 50 años habéis sido un ejemplo a seguir y a imitar en la fiesta.
Podríamos contar muchísimas vivencias que hemos tenido dentro de esta escuadra, algunos desde que nacimos y otros incorporados en estos últimos años, pero lo que resaltamos, sin duda, es vuestra amistad. Cómo cada viernes de una manera organizada os juntáis a cenar, a hablar de vuestras cosas y a jugar esa partida de cartas al truque negro. Así esperando la semana grande de las fiestas. Este año sois un broche de oro.

La escuadra de Tuareg: un grupo de amigos muy variado y polifacético, entre todos os complementáis, es curioso ver la reacción de la gente cuando decimos, con la boca bien grande: mi padre es Tuareg. En ese momento fluye una mezcla de cariño y respeto, es un sentimiento muy especial, ya que todo el mundo os conoce a alguno o varios de vosotros. Pero eso sí, cuando llega el día 5 de septiembre y empieza la marcha mora los Tuareg en bloque sois uno sólo.

50 años se dice pronto, pero es mucho tiempo. Todavía recordamos nuestra niñez, una época dorada de la escuadra, con multitud de anécdotas, y es que esas cuevas ¡si hablaran!…Vosotros sabréis muchísimas cosas, pero nosotros lo veíamos como nuestro pequeño refugio festero, donde hacíamos nuestra guerra de cojines, jugábamos al escondite o a las cartas, comíamos de todo y algunos cogíamos empachos a Cholek. Después, en nuestra juventud, los primeros cubatas y cigarros, las charradicas después de cenar…

Otras cosas que recordamos son las verbenas de la noche con escenario y todo, observar las cachimbas, los camellos en la puerta, músicos entrando y saliendo, cargos festeros, concejales, familiares… Todo el mundo tenía cabida en esta escuadra y todo finalizó con el 25 aniversario Tuareg, primera noche mora celebrada en la Cábila ¡Menuda noche mágica! ¿Verdad? ¡Bailamos hasta el amanecer! Menudas fiestas más completas vivimos, algunos de nosotros tuvimos la suerte de estar con vosotros siendo vuestro boato.

Mujeres Tuareg
En honor a nuestras madres, decir que cuando habéis contado con ellas las habéis hecho sentir como reinas moras. Ellas fueron, hace mucho tiempo como grupo alegórico, en la comparsa, pioneras antes de que las mujeres estuvieran introducidas oficialmente en la fiesta. ¿Y qué me contáis de esos días 4 o Nocheviejas?, cuando lo preparabais todo minuciosamente. Nosotros observábamos como os arreglabais, perfumabais y os ibais de casa dándonos un beso deseando que nos portáramos bien y así al día siguiente nos contaríais todo lo sucedido.

Amigos para almuerzos, comidas y cenas, siempre nos habéis atendido con cariño, pero debíamos de subir esas terribles escaleras, las de Sta María, Sta Bárbara o San Antón, si queríamos bailar esa noche con nuestros amigos y la paga del día, había que subirlas y así pasábamos la revisión. Una vez allí ya nos quitábamos las botas, la faja, oíamos la música festera de fondo y ya no nos hubiéramos bajado de lo a gusto que estábamos. Y todo transcurre hasta el 40 aniversario Tuareg, otra explosión de fiesta.

¿Qué podemos decir de las últimas incorporaciones Tuareg? Pues que han llenado de vida y gracia a esta escuadra. ¿Sabéis que tenéis entre vosotros a un gran festero que en otra época, si hubiese sido concejal, hubiese quitado las fiestas de Moros y Cristianos? Se iba religiosamente de vacaciones, y si le tocaba trabajar no veía ningún desfile, pero ahora su familia se queda a verlo, porque es festero como el que más y ese cambio ha sido gracias a vosotros.

Una nueva etapa
Dentro de las fiestas podemos nombrar con cariño las retretas: Montserrat Caballé y sus tenores, romanos y gladiadores, policías y presos, ángeles y demonios, sevillanas para las tardes de toros… y es que el cachondeo siempre estaba servido. También queremos decir que en esta escuadra se terminaban las fiestas el día 10 de septiembre con una comida familiar, donde se celebraran los cumpleaños de todos los que nacían en este mes.

Fuera de las fiestas hemos recordado los entrenamientos y 24 h de futbol sala, ¡enhorabuena campeones!, la visita en nuestras casas de los Reyes Magos de Oriente cada 5 de enero, noche mágica y entrañable para los niños; las comidas de comparsas en la Casa del Padre o en la Virgen, al igual que los Ecuadores festeros. Para finalizar, agradecer cada una de las convivencias que habéis contado con nosotros dentro de la escuadra o en los campos, donde disfrutábamos muchísimo, siempre como líder vuestra bandera, aunque teníamos madrino y todo.

Pero esto no termina aquí, simplemente empieza otra etapa. Ahora la casa y las cuevas son prácticamente un museo que lo podemos disfrutar cada vez que queramos junto a vosotros e incluso concertar visitas con nuestras amistades o celebrar todo lo que nos surja a nivel familiar ¡Gracias Tuareg! ¡Gracias de corazón!

Solamente nos queda decir ¡Enhorabuena Tuareg! ¡Feliz 50 aniversario! ¡Nos sentimos orgullosos de ser hijos Tuareg! ¡Villena está de aniversario! Estas fiestas serán más grandes si cabe todavía, queremos brindar con vosotros por la gran familia que somos, ya que formamos un gran linaje lleno de pasión por la fiesta y no podíamos terminar sin decir: ¡Día 4 que fuera y lo pasao pasao! ¡Viva la Morenica!

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