Literatura

“Si por mí fuera escribiría sólo novela”. Entrevista al escritor villenense Gastón Segura

El viernes 27 de junio, a las 20:30 horas, en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura, será presentada la novela “Stopper”, del escritor villenense Gastón Segura. El Periódico de Villena ha querido acercar a nuestros lectores su libro así como su trayectoria profesional.
Gastón Segura nació en Villena en 1961, aunque con 7 años se trasladó a Caudete, donde viviría hasta que marchó a Valencia para licenciarse en Filosofía. En 1990 se instala en Madrid para dedicarse a la literatura, aunque desempeña numerosos trabajos, incluido el de negro literario, hasta que, en 1996, lo abandona todo para consagrarse a la escritura, sufriendo grandes decepciones como novelista y viviendo la otra cara de la moneda como autor de ensayos históricos como “A la sombra de Franco".

Afortunadamente, la publicación de “Stopper” parece haber vencido esa “maldición”. De hecho, ha sido invitado a participar en la próxima Semana Negra de Gijón, el paraíso para los amantes de la novela negra.

¿Ha mantenido la relación con Villena?
La mantengo con Caudete, donde se volcaron conmigo y me trataron muy bien cuando se presentó “Stopper”, y también con Villena, donde tengo familia y desfilo de Estudiante cuando el trabajo me lo permite.

Abandonó todo para dedicarse a escribir. ¿Hay que estar muy loco para hacerlo?
Necesitaba trabajar para vivir y eso no me dejaba tiempo para hacer lo que quería, así que decidí arriesgarme. Fueron años muy duros en los que fui negro literario, entre otros oficios, aunque ser finalista del premio Azorín en 1999 me confirmó que iba por el buen camino.

Debe ser frustrante haber sido finalista de dos prestigiosos premios –el Azorín y el Blasco Ibáñez– y sin embargo no haber visto publicadas esas obras. ¿Las leeremos algún día?
Es muy doloroso y amargo tener la novela escrita, que te lo reconozcan y, en cambio, no publicar. Planeta, editorial vinculada al premio, no tuvo mayor interés. Tusquets sí, pero no fue posible. Son 600 páginas y supone una inversión muy grande para una editorial, así que nadie arriesgó. Por ello, mi mayor empeño es publicar “Las calicatas por la Santa Librada” (finalista del premio Azorín, entonces el tercero más importante en español), porque es lo mejor que he escrito, pero el proceso es muy lento y complejo.

También se dedica a la investigación histórica con obras tan reconocidas como “Ifni: la guerra que silenció Franco”. ¿Qué disciplina prefiere?
Si por mí fuera escribiría sólo novela. Éste fue el modo de darle la vuelta a mi trayectoria. Un escritor debe escribir cualquier cosa que le encarguen, como cuando me llamó Facundo Díaz para hacer “El Coro de la Danza”. Mi idea es entrar en las grandes editoriales con este tipo de encargos para meter la cabeza y sacar mis novelas. Aunque ahora ha aparecido la editorial Berenice, ha publicado “Stopper” y me siento muy reconfortado, más que con cualquier otro libro.

¿Cómo resumiría su argumento?
Fran J. Ortiz lo hizo muy bien en EPDV y en su blog. Un hombre que está absolutamente ido decide acometer una locura final, como un harakiri. La novela retrata la tensión que sufre ese personaje con su propia conciencia, que es la que va a haciendo ver al lector lo que le mueve a emprender una aventura tan descabellada.

¿Qué puede encontrar el lector en “Stopper”?
Si se superan las tres primeras páginas, te metes en la 90 sin darte cuenta. Cada historia tiene una gramática, y ésta, donde hay traficantes, guardaespaldas, mujeres fatales… sólo se puede narrar en clave de novela negra, por eso es una historia corta, directa, que evita los pasajes novelescos que suenan a ficción. “Stopper” es ficción, pero todo es muy real. Las peripecias de este personaje le podrían pasar a cualquiera.

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