Improcedentes e innecesarias son las descalificaciones gratuitas vertidas en las redes sociales en contra de esta publicación. El motivo: mi anterior artículo, titulado “¡So payaso!”, título este que llevó a más de uno, y más de dos, a engañarse con lo expuesto en el escrito.
Tengo la total seguridad, pongo la mano en el fuego, de que hay un gran porcentaje de los que insultan al periódico que ni se han molestado en leerlo. Eché un vistazo a algunos de los comentarios, optando por dejar de leer al darme cuenta de que ciertas “afirmaciones” tergiversaban a conciencia lo escrito, no tenían ni pies ni cabeza, y muchas nada que ver con el asunto a tratar.
Molestándose solamente en leer con objetividad la 1ª frase de dicho artículo, tan sólo la 1ª, caerían de la burra al comprobar que lo que yo escribo hace alusión a que un exmiembro (también exdiputado) de Ciudadanos, Marcos de Quinto, en su cuenta de Twitter, se refiere al vicepresidente segundo con el apelativo “payaso”, por lo cual la autoría del calificativo no es mía, sino suya. Así pues, de tales descalificaciones baratas debemos quedar exculpados tanto el periódico como yo mismo. Queda claro, ¿o he de hacer un croquis?
Aunque a muchos les joda, los políticos, sean del signo que sean (más moderados o menos), no son intocables, y por tanto son criticables. Si lo fuesen (intocables), nos retrotraeríamos a los años en que la vida era en blanco y negro -más bien gris-, como la que vivieron aquellos que fueron represaliados, objeto de brutal represión por defender sus ideales y la Libertad durante 4 décadas. Ahí es na.
Puedo llegar a comprender que haya quienes necesiten que tengan que decirles como han de pensar, ser o parecer. Creo, es mi creencia, que deberíamos ser nosotros mismos y no consentir que nos conviertan en marionetas impersonales modeladas a su capricho. Mientras no sea así, estaremos sometidos a sus dictados, perdiendo uno de los pilares del ser humano después de la vida: su personalidad.
Y como siempre he ido de la mano de la controversia, éste que lo es se va aplaudiendo a quienes saben leer comprendiendo lo que están leyendo.
Lo dicho, informar a mis posibles críticos de que para el asesinato del presidente Kennedy tengo la coartada perfecta: no había nacido. Hasta más ver, pues. ¡Au!
Por: Tony Piojo
Si te soy sincero no entiendo cómo te dejan escribir, leyendo esto y lo anterior te digo que hay blogs que escriben mucho mejor que tú y a parte informan, no vomitan su apestosa opinión en un periódico, y respecto al punk… no veo a uno dando su voto a vox y a ti se te ve muy cerca de ello. Ale, agur.
PARA ANONYMOUS.
En primer lugar, a mí me dejan escribir por la misma razón que a tI se te permite que hagas ese comentario: LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
Vomito mi apestosa opinión porque me sale de las narices, y lo hago en un sitio más democrático de lo que tu demuestras ser con tu aromatizante comentario. No escribo a gusto de todos y comentarios como el tuyo me la traen al pairo. Si no te gusta lo que digo y hay blogs que escriben mejor que yo, pues vas y los lees a ellos, ¿Ves que sencillo?
Soy Punk y doy mi voto a quien quiero sin tener que contar con nadie, aunque te puedo asegurar que me -nos- hemos peleado contra neonazis llamados Skinhead, cosa que tu no has hecho y dudo que los tuvieras para hacerlo.
Por lo demás, que te vaya bonito, sigas opinando y que no se te amargue la leche.
PUNKs NOT DEAD!!!
Tony Piojo