Cartas al Director

Indultos Sánchez S.L.

No creo que se deba conceder medida de gracia a aquellos que ni la han solicitado, y mucho menos por tamaños delitos

¡Pues sí! En una de sus estelares comparecencias ante la prensa, Pedro Sánchez -en referencia al problema creado por los independentistas y que pretenden encasquetárnoslo por todo el morro a los españoles- hizo uso de las palabras “revancha” y “venganza” en cuatro ocasiones, afirmando como buen caradura que estas no tienen cabida en la Constitución.

Al estar el presidente tras un atril, viéndosele nada más de pecho p’arriba, no puedo constatar cómo llevaba los pantalones, si subidos o lindándole las rodillas, ya que estos del Gobierno, con el asunto catalán, comienzan a llevar, por lo pronto, los pantalones a media asta. Lo que yo te diga.

¿Y a santo de qué dijo semejante patraña? Pues porque ahora llega el momento de estudiar los indultos a los políticos presos por realizar un referéndum ilegal, declarar unilateralmente la independencia de Cataluña y malversar caudales públicos entre otros delitos más. Y se debe hacer con “toda naturalidad”, como aseguró el Ministro de Justicia. Sólo faltó a su espalda un grupo de mariachis de lo a gusto que se quedó el gachó.

Y conforme procuran adoctrinarnos en este caso no sería de extrañar que, si el indulto es favorable, les pusiesen a dichos presidiarios una alfombra roja que fuese desde el trullo hasta la puerta misma de la Generalitat, corriendo con los gastos de la roja tela, cómo no, el Estado español. Y serían recibidos por la plebe como si hubieran sido los primeros en pisar Marte.

Sería bueno recordar que los indultos los concede el Rey, a propuesta del Ministro de Justicia y previa deliberación del Consejo de Ministros. Asimismo, hay que dejar bien claro que en este caso los condenados ni pidieron esta medida de gracia ni muestran arrepentimiento alguno y, para colmo de chulería, aún alardean -cual mañaco malcriado- de que volverán a reincidir en el delito de forma voluntaria. Fíjate tú si el panorama.

Si nos retrotraemos, con esa máquina del tiempo que es nuestra mente, al año del juicio (2019) podremos comprobar, para más INRI, como ya se hablaba de “los indultos” antes incluso de haber sido juzgados los hechos. Si eso no es vérsele el plumero al Gobierno, ya me dirás tú a mí.

¿Y qué piensan de toda esta pantomima gubernamental los demás presos? Sí, aquellos entalegados por otras causas más nimias. Pues si fuese este mi caso haría como decía mi santa madre: cagarme en 21 señoritos. También podían preguntarse: ¿Por qué ellos sí y yo no? Buena pregunta.



Para guindar el pastel, estudiarán rebajar o eliminar el delito de sedición, dejando así la puerta abierta a que cualquier lunático o lunáticos puedan reírse de España y, por ende, de todos los españoles montando un Golpe de Estado y yéndose de rositas si fuesen apresados. Y por qué no soltar, ya que estamos, a los terroristas, a los asesinos, a los narcotraficantes, a… ¡Hale, todos a la calle!, y las cárceles para que se vayan a vivir en ellas los sintecho, no te jode.

No creo que se deba conceder medida de gracia a aquellos que ni la han solicitado, y mucho menos por tamaños delitos. Sé de un trullero que se comió 5 años de cárcel, “a pulso” en argot carcelario, por romper la ventana de un almacén, colarse dentro y apropiarse indebidamente -ahora se llama así al choriceo- de dos botellas de buen Whisky. Rapiña que luego malvendió para aprovisionarse las venas.

Y como higos robarás y en el trullo te verás, éste que lo es sólo se baja los pantalones cuando le toca ir al baño. Lo dicho, como sigan así al final tendremos que llamar al país “Sanchazña”. Hasta más poder ver. ¡Au!

Por: Tony Piojo

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