Al Reselico

‘Al Reselico’. Compartiendo mis mierdas sin ánimo de ofender

Al Reselico nace fruto de una crisis. Justo antes de cumplir los veintidiez una amiga a la que le pasé un artículo que redacté hace mil años me preguntó si nunca se me había ocurrido ponerme a escribir mis opiniones personales sobre asuntos de actualidad o sobre los temas que rodean mi día a día.
Mi primera reacción fue reírme, evidentemente. Porque a pesar de que intente tener una opinión formada (e informada) de temas de interés, me guste escribir y esporádicamente pueda hacerlo, jamás me había planteado de forma seria la posibilidad de que mis pensamientos, esparcidos en notas, apuntes y artículos sueltos que se amontonaban por carpetas, ficheros y cajones, pudieran ser algo más que eso: pensamientos esparcidos en notas, apuntes y artículos sueltos. Alguna vez lo había pensado fugazmente, pero nunca era el momento. Siempre lo dejaba para después.

Pero (y aquí entra en juego la crisis de los 30) días más tarde empecé a pensar que no tiene mucho sentido dejarlo todo para después, que igual aquello que no haga ya, no voy a llegar a hacerlo nunca y que, qué cojones, no estaría tampoco mal que todas esas ideas, reflexiones y opiniones que muchas veces quedan en la barra de un bar, en la sobremesa con la familia, en el vestuario tras hacer deporte o en el archivo más perdido de tú ordenador pudieran plasmarse (con algo más de orden y concierto) sobre una pantalla o un papel y llegar así a compartirlas con más gente.

Compartir tus mierdas, que diría mi hermano Rafa.

Eso tiene intención de ser Al Reselico. Un espacio semanal dónde, mientras las ganas aguanten y el tiempo lo permita, iré publicando regularmente artículos sobre distintos asuntos de actualidad o sobre materias de mi aún somera existencia que me resulten interesantes, instructivas o divertidas para el lector.

Habrá artículos relacionados con mis vivencias, la generación en la que me muevo y la gente que me es cercana. Textos sobre la familia, mis años de Salesianos y Centro Juvenil, el (puto) latín, el voluntariado, los toros, el feminismo, las redes sociales y cómo nos afectan en nuestro día a día, la importancia de la salud, qué vemos u oímos los ¿millenials? en música, televisión o radio, por qué digo que soy Friki y no me importa reconocerlo o por qué no hay nada comparable a subir una montaña con buenos amigos.

También habrá otros artículos más directamente relacionados con el maravilloso y único lugar en el que fui a nacer y crecer. Villena. Con nuestra eficiente administración municipal, nuestras próximas elecciones locales, las omnipresentes fiestas de moros y cristianos, la jodida nostalgia de los amigos que tienen que vivir fuera, historias judiciales que de no verlas en primera persona juraría que son chistes malos, la pretendida participación ciudadana, el deporte o el teatro local.

Prometo que en todos mis escritos intentaré ser honesto y coherente para contar, desde la mirada de un chico de 30 años, mi opinión propia, subjetiva y particular sobre aquello que nos rodea. Sin huir de polémicas, sin dejarme llevar por la losa contemporánea de lo políticamente correcto y, sobre todo, sin ánimo de ofender.

Espero que les guste y, si no, perdón por la tristeza.



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