Carta abierta a D. José Ignacio Goirigolzarri, presidente ejecutivo de Caixabank
La Caixa cierra sus instalaciones en Avda. de la Constitución, 97 y deja sin servicio cercano a miles de habitantes de Villena
Estimado D. José Ignacio: El pasado 9 de enero cerraron su oficina y el uso de sus cajeros automáticos en Avda. de la Constitución, 97 (frente a Mercadona). Con esta decisión dejaron sin un posible servicio bancario a más de la mitad de la población de Villena, ciudad con 34.000 habitantes.
Soy cliente más de 40 años ininterrumpidamente de esa entidad, primero Caja de Ahorros de Valencia, después Bankia y finalmente Caixabank.
Siempre tuve un trato correcto con Uds., por supuesto cumpliendo con todos mis compromisos. Su política de crecimiento y sus problemas financieros, sobre todo con Bankia, no me afectaron, aunque sí a algunos amigos y familiares.
No es verdad que los bancos estén al servicio de sus clientes. Mas, bien al contrario.
Por toda razón, se nos informó a los clientes que pasábamos a ser atendidos a la oficina de Uds. en el nº 23 de la Avenida de la Constitución.
En resumen, con esta decisión dejan de atender personal y debidamente a más del 70% de la población, con el problema de aparcamiento que padecemos en Villena. La Avda. de la Constitución, tiene más de 250 números, con lo que supone que una buena parte de la ciudadanía no tiene los servicios que una entidad como Caixabank debería dar.
Para hacer cualquier gestión personal con Uds., algunos ya somos mayores, hemos de desplazarnos hasta cerca de 2 km. Pero parece que no les importa, y si les importa es más bien poco. Esto mismo que le estoy refiriendo lo hemos comentado familiares y amigos y hemos llegado a la misma conclusión. Que al final el soldadito de a pie es lo que menos les importa a las grandes corporaciones, que se hacen ricas con nuestras penalidades.
Han tenido la desfachatez de no dejar ni un mísero cajero automático en la Avda. de la Constitución, 97, para poder sacar el dinero para hacer la compra semanal. En fin, es eso estamos. ¡Viva el progreso!
Al final todo una mentira, y la pela es la pela. Atentamente.
Fernando Velasco Navarro.
Vergüenza de banqueros. Y luego hablan de obra «social». Psicópatas
Date una vuelta por la constancia y la morenica.
En los últimos 10 años han cerrado las 5 entidades financieras que existían en la zona, que son La Caixa (acutalmente centro Sendas), Ruralcaja (clínica veterinaria animalicos), Bancaja (actualmente INSS), Banco Sabadell (enfrente del Pepín, del que ahora hay un solo cajero) y BBVA (actualmente centro de estética Ana Espada).
Somos una de las zonas que más IBI paga de todo el pueblo pero el que tiene peores calles y condiciones de salubridad (fauna urbana, ratas, cucarachas y pésimos saneamientos de los años 50). Y mientras tanto, el ayuntamiento, se centra en arreglar la avenida de la constitución, el casco antiguo, y la calle de los padres del primer edil, ¡Ah!, y la pirámide de la plaza de toros, muy importante arreglarla para poder cerrarla todo el año.
Somos el parking del pueblo para ir a la feria o al mercado. Nada más.
Quizás. como zona rural aislada y tercermundista en la que nos han convertido, vendría bien que fletaran un BancoBus rural para los vecinos, en gran parte de avanzada edad. Pero el ayuntamiento, como siempre, no moverá un dedo por ello, y es lógico, ¡si por aquí no pasan ni las fiestas ni el medievo! ¿para qué? !Si Villena se acaba en la plaza de toros!
Antes de su cierre, la convirtieron en algo tan novedoso como lo más parecido a un lugar de citas, teniendo que pasar por los filtros que ellos consideraban, ya sin respetar un ápice a su clientela, pero no pasó nada.
No pasa nada como tampoco pasa cuando vas, te pegas un plantón de muchos minutos, y también te callas.
No pasa nada cuando te cobran mantenimientos por gestiones que ahora te toca hacértelas a tí, y como no pasa nada, te pegan con la puerta en las narices y sólo te queda el pataleo.
Es una pena, pero en este país, es más fácil chillar, insultar o tratar mal a cualquier trabajador, que revelarse contra la tiranía que cada vez está más a la mano.