Cartas al Director

Chusma

Esa otra gente que vive en los márgenes de la sociedad, pero por arriba y mirando al resto por encima del hombro…

Hace 24 días era casi la edad media, pero yo todavía me acuerdo. Desde entonces han sucedido cosas de vital importancia de las que yo no me he enterado porque ando lejos de los verdaderos canales de la información en donde los influencers, creadoras de contenidos y gurús en general de lo “sin sustancia” informan a la clase media (esa que va desde los indigentes a los profesionales liberales) de los asuntos relevantes siempre relacionados con las pelusillas del ombliguito de cada une.

Hace 24 días pasó por mi casa ese señor que, aunque siempre va de rojo, tiene toda la pinta de un burgués, con su barriga prominente, su reata de renos y su trineo en propiedad. Papá Noel (más conocido en su pueblo como Santa Claus) es en quien hemos depositado la confianza de los regalitos de Navidad porque, aunque en mi casa hubo algún Juan Carlista hasta que el emérito empezó a hacer trastadas, hace tiempo que estamos muy desencantados con los reyes en general vista esa querencia que tienen por llevarse cosas más que por traerlas.

Le encargaron mis hijos a Papa Noel que le trajera a su padre el diccionario que ha publicado Rodrigo Cortés de título “Verbolario”. Esta colección de palabras con nuevas definiciones recuerda a aquella que escribiera José Luis Coll, allá por la Edad de Bronce en 1975, pero versión 4.0 (o por donde coño vaya esto del .0).

Un diccionario en el que se juega a partes iguales con el humor, la ironía y la mala leche para dotar de “nuevas intenciones” a las palabras de uso cotidiano, eso que hacen les artistes inteligentes cuando no están escribiendo una novela, rodando una película o haciendo bolos por los teatros para no caer en la tentación de hacer poesía y sin darse cuenta de lo poéticas que resultan algunas veces sus definiciones. En definitiva, un diccionario así lo suelen hacer les persones brillantes cuando no tienen otra cosa mejor, casi sin ganas, y aun así les sale bien.

Al hilo de (este inicio de frase no me lo esperaba de mí mismo) las últimas ocurrencias de los machotes que andan mandando por Castilla y León, me he acordado de una de las palabras que define Rodrigo Cortés en su “Verbolario”… No sé por qué.  Así define Cortés CHUSMA: Gente, pero otra gente.

Cuando se piensa en la chusma de la R.A.E. nos imaginamos a tipos de medio pelo de mirada amenazante a quienes ubicamos en los bajos fondos de la sociedad. Sin embargo, la CHUSMA del “Verbolario” es gente, pero otra gente, a la que la nueva definición da una entrada distinta y necesaria.

Esa otra gente que vive en los márgenes de la sociedad, pero por arriba y mirando al resto por encima del hombro. Los que se ríen viendo cómo los demás respetamos las leyes mientras ellos se las saltan a la torera en nombre de su estatus social, evadiendo impuestos, creando sociedades fantasma, acaparando viviendas, haciendo grupos de poder para influir en las decisiones políticas y jugando a la falsa competencia en los sectores determinantes de la energía. Esa CHUSMA inquietante del uno por ciento de españoles que concentra la cuarta parte de la riqueza del país.

Entre esa CHUSMA, esa verdadera amenaza social, están también los que, en nombre de sus creencias, en Castilla y León, están intentando poner en vigor normativas autonómicas que atentan contra la libertad de decisión de las mujeres poniendo todas las trabas posibles para impedir el derecho al aborto amparado en las leyes que todos nos hemos dado. Para esta “otra gente” las leyes solo se respetan cuando garantizan sus privilegios o amparan el espolio del patrimonio nacional que su iglesia ha llevado a cabo con las famosas inmatriculaciones.

Esta también la CHUSMA que hace valer su objeción de conciencia para no intervenir como médicos o enfermeros en los abortos que debe garantizar la sanidad española. Podríamos comparar a estos sanitarios y sanitarias con un soldado que ingresa en el ejército a condición de que jamás disparará un fusil o a un maestro público que le dará clases a todo el mundo menos a los albinos. En un estado aconfesional, esta “otra gente” de la medicina debería estar obligada a realizar cualquier intervención que no sea delictiva a cambio de ejercer su profesión, al menos si quieren ejercerla en la sanidad pública.



La chusma de la R.A.E. hace tiempo que se dio por vencida y la que resiste está bien controlada por la policía. La otra, la del VERBOLARIO, la fetén, la que gobierna ya en tantos lugares, la que no reconoce una victoria electoral y un poder que no sea el suyo, está muy desatada pidiendo nuevas elecciones. Muy “os vais a enterar ahora”. Solo nos queda la esperanza de que Rodrigo Cortés no haya acertado en la definición que hace en su diccionario del término CIUDADANO: Espectador.

Por: Felipe Navarro.

(Votos: 36 Promedio: 3.3)

Un comentario

  1. Es lamentable el uso del lenguaje y la predisposición que tienen para insultar los adalides autoproclamados de la verdad adornando sus escritos con alusiones a autores con la intención de convencer al lector de que saben leer y escribir.
    Cierto es que yo tampoco aguanto al señor García Gallardo, y que no creo que aporte nada bueno a la política, pero no creo que vincular su imagen y su foto a la definición de chusma, sea un ejercicio sano incluso para la libertad de expresión.
    El enraizamiento del pensamiento único se está consolidando peligrosamente.
    El tener ideología pro-vida, legitima al de enfrente para insultarte y encima llamarte provocador, insisto solo por atreverte a opinar diferente.
    Veo como tratan al partido en cuestión y lo acusan de violento mientras que las pedradas las reciben ellos.
    En fin, tampoco esperaba después de haber vivido la transición que en España volvieramos a tener canciones prohibidas y denunciados por interpretarlas. Triste.

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