Abandonad toda esperanza

Como para fiarse de los mayas

Abandonad toda esperanza, salmo 346º
Si están ustedes leyendo esto es porque el calendario maya nos ha fallado y no hay dios (maya o no) que se libre de la Navidad. Por cierto: felicidades. Así que voy a cumplir con lo que ya es una tradición por mi parte recomendándoles algunos de los títulos que me parecen de lo más destacado del año con el fin de que se los regalen a sus seres queridos o, mejor, se los autorregalen, porque como diría Woody Allen, ¿acaso hay alguien que nos quiera más que nosotros mismos? Son varias las obras que me parecen dignas candidatas al galardón del acontecimiento editorial del 2012, pero por aquello de la democratización de la cultura me quedaré con la edición en bolsillo de las obras completas de William Shakespeare. Que por muy de bolsillo que sea, y dado que el de Stratford-upon-Avon se apresuró a escribir lo suyo hasta que llegó el momento en que él y Cervantes se murieron, no dejan de ser cinco tomos de varios cientos de páginas cada uno en papel biblia (si son ustedes píos) o de fumar (si son más bien viciosos). En esta edición de Andreu Jaime se encontrarán con las obras agrupadas por géneros y traducidas por literatos de ayer y hoy tan destacados como Cernuda, José María Valverde o Marcelo Cohen. Eso sí: estas Navidades no podrán regalarlos todos porque el de poesía aparecerá en enero, pero o se esperan a pedirlo a los Reyes Magos o regalan ya los cuatro disponibles y un bono canjeable por el último. Les aseguro que quedarán como reyes por cien euros, poco más o menos lo mismo que se gastarían en una cena pero librándose del empacho y la resaca de después.

Por supuesto, Shakespeare es uno de los cien escritores seleccionados por Harold Bloom en Genios, antología crítica fundamental que ya ha cumplido una década de existencia pero que acaba de reeditarse para que aquellos que no saben qué libro regalar a aquel lector que ya lo tiene (casi) todo dejen de preocuparse por el tema. El lector encontrará aquí ensayos reveladores del autor acompañados de pasajes de las obras de los autores elegidos para disfrute del personal. Indispensable de cabo a rabo.

Y no podía faltar un cómic, a mi parecer el mejor de lo publicado este año, el pasado y varios de los que vendrán. Allá por los 80, la Cosa del Pantano era un personaje semiolvidado del que quedaban lejos sus tiempos de esplendor escritos por Len Wein y dibujados por ese maestro de lo macabro que es Berni Wrightson; pero algún editor con ojo decidió dejar al personaje en manos de un barbudo recién llegado de la Madre Inglaterra. Aquel tipo, claro, era Alan Moore, y junto con los dibujantes Stephen Bisette y John Totleben (que nunca brillarían a tanta altura como aquí), redefinió al personaje ofreciéndole un nuevo origen, sentó las bases de lo que luego sería la línea Vertigo (los títulos de la compañía con un enfoque más adulto), y consiguió que la industria del cómic comercial madurara temática y estilísticamente varios lustros de la noche a la mañana. Muchos nos temimos que, cuando Planeta perdió los derechos de publicación después de editar los dos primeros tomos de la obra, nos quedaríamos sin verla completada. Pero ECC, la nueva editorial que se hizo cargo de esta labor, tuvo el acierto y la deferencia de finalizarla con un tercer y último volumen que respetaba formato y diseño gráfico de sus antecesores para júbilo de bibliófilos y completistas. Así, y por el mismo precio de la obra completa de Shakespeare, podrán hacerse con un tebeo que dentro de cien años estará en el libro que el Harold Bloom de esa época le dedique a los nuevos genios de las letras. Si el calendario maya sigue fallando, claro.

Obra completa (William Shakespeare), Genios y La Cosa del Pantano están editados por DeBolsillo, Anagrama y Planeta de Agostini / ECC respectivamente.

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