Viéndolas pasar

El metro cuadrado

Mucho nos quejamos, con razón, del disparatado precio de las viviendas en España, y muchas son las voces que hablan del derecho reconocido por la Constitución a una vivienda digna, voces que denuncian la imposibilidad material de los jóvenes a ver colmado ese derecho. Tampoco les falta razón, pero si reflexionamos un poco, podemos observar que no es sólo esta franja de edad, la de los jóvenes, digo, la que tiene estos problemas.
Pensemos que cualquier núcleo familiar, sea de la edad que sea, no está exento de tener que afrontar una carga que, con suerte y como mínimo, rondará los 120.000 euros, 20 millones de las pesetas de toda la vida, para vivir en un piso de 90 m., y si calculamos el sueldo medio de cualquier ciudadano, también medio, nos podremos hacer una idea de las muchas dificultades que podrá encontrar para llegar a final de mes. Y esto con unos tipos de interés bajos que han pasado de la amenaza al hecho consumado de despegar.

No sé a Uds., pero la mayoría de la gente con la que hablo de este tema dicen sentir vértigo cuando escuchan los anuncios de subida de tipos. Es como subirse a una atracción de feria en la que la sensación de vacío se produce cuando subes y no cuando bajas.

No crean que frivolizo con lo que voy a decir a continuación; si lo pensamos seriamente, verán que lo digo muy en serio y que es una realidad que vivimos continuamente y varias veces a lo largo de nuestras vidas. Si el metro cuadrado de vivienda ronda los 1.120 euros, por decir una cifra, ¿se han parado a pensar el precio por metro cuadrado de un automóvil? Pensemos en un coche que pueda medir, por ejemplo, 3 metros de longitud por 1,5 de anchura, o por redondear, que mida 6 metros cuadrados. El precio medio de cualquier coche medio que pagará cualquier ciudadano medio, será de, nada más y nada menos, 3.120 euros, arriba o abajo unos euros. Es decir, casi el triple que nuestra vivienda habitual.

Con el agravante de que en tu casa puedes dormir con absoluta normalidad, sin que la gente te mire extrañada y piense que estás en la indigencia. Vete a dormir al coche y verás. Por si esto fuese poco, en el momento en el que firmas las escrituras de propiedad de la vivienda, ésta comienza a incrementar su valor, justo lo contrario que sucede con un coche: en el momento se le pone la matrícula, ha perdido entre un 10 y un 15% de su valor y esa cifra baja y baja hasta que llega a su tope, últimamente conocido como “Plan Prever” en nuestro país. Además, lo meterás en su cochera, la cual, por cierto, cuesta tanto o más por metro que el propio coche.

Pero no crean, los españoles podemos llorar por un ojo sólo. Sí, es verdad, el precio por metro de un coche es de más de medio millón de pesetas, pero es mucho más barato de lo que pagan, por ejemplo, nuestros vecinos portugueses. Tuve ocasión de visitar una feria de automóviles en dicho país y quedé sorprendidísimo de que un coche de una marca considerada “normalita” cuyo motor fuese de 2.000 o más c.c. costase prácticamente lo mismo que otro vehículo de similares características de una marca de las que llamamos de “lujo”. Llama la atención el hecho de que existan motorizaciones de 1.4 en vehículos que en España, como mínimo, montan un 2.0, la explicación está en los impuestos que soportan. ¡Encima tenemos que estar contentos!

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