Vida de perros

En ocasiones veo… ¿muertos? II (O no)

¿Qué tendrá, qué tendrá el área de Bienestar Social para atraer de tal modo cámaras y micrófonos hacia la figura de su concejal? ¿Será porque se trata de una concejalía que propone proyectos y presenta resultados? ¿O su continuada presencia mediática está siendo utilizada para dar la sensación de que se realizan tareas de forma constante al contrario que en alguna otra? En cualquier caso, cada opinión para quien la críe; yo me doy por aludido en cuanto a la finalización del plazo de 100 días de respiro que se concede al nuevo equipo de gobierno. No para comenzar a criticar desaforadamente, al menos preferiría no hacerlo –signo de que todo está bien, o de que mis ideas están cambiando ¡…!–, sino para dar inicio a los balances particulares en relación a las decisiones y actuaciones municipales.
Escuchando al Sr. Pedrosa hace unos días en la radio con motivo de la presentación de un par de asociaciones, le escuché algunos comentarios que dan para mucho y que tienen como referencia el desahuciado proyecto del Hotel de Asociaciones. Como no era el momento de interrumpir las nobles tareas laborales para escribir una o varias disertaciones al respecto, me concentré en la idea de sintetizar alguno de los párrafos que cruzaban tras mis ojos y así ocurrió. Lo que se me ocurría al escuchar al concejal mencionado y recordar la anterior disposición del concejal precedente llegue entre otras a la siguiente conclusión: nos encontramos ante un vacío provocado por las palabras pronunciadas por quien no sabe de qué habla junto a las palabras de quien sabía y no hablaba.

Pero qué tendrá que ver todo esto con esta secuela sobre la Feria del Campo. Mucho, no lo duden. Y aquí reengancho, con el deseo de no citar demasiadas y aburridas coincidencias entre ambos proyectos. Diría que efectivamente si no se sopla la flauta ésta no suena, y tal discurso no tiene a priori más que un poco de mala leche. Diría que se ofrecen ideas sin resolver los porqués, ideas que en ocasiones funcionan y en otras no pasan del estado enunciativo. En cualquiera de los casos no se insufla más que aire a las ideas y éstas, al recibir la bocanada de dicho aire, pueden izarse tal que un globo o enfriarse como una tarta recién salida del horno. Fue Arquímedes (en la ocurrencia del cronista posiblemente) quien tras sumergirse en la bañera dijo ¡Eureka! Newton quien al recibir el manzanazo resolvió el acceso al problema gravitatorio. Y quizás en ambos casos el hecho pueda parecer un mero accidente casual capaz de abrir nuevos caminos.

Un hito casual y superfluo que no hubiera trascendido en absoluto si en los cerebros de nuestros genios no se hubiera encontrado una amalgama de ideas bullentes durante cientos y cientos de horas. No un bufido que hizo sonar una flauta. En los casos presentados, así como en la propuesta de recuperación de la Plaza de Toros, se ha insistido en la necesidad de una base que sustente tales actuaciones. No se nos puede escapar que la inmersión en una empresa que depende de fuertes inversiones de tiempo, energía y medios económicos debe fundamentarse en una adecuada planificación de su rendimiento en cortos, medios y largos plazos. El beneficio, sea del tipo que sea, dependerá directamente del desarrollo que hayamos previsto, y el desarrollo a su vez del estudio previo de necesidades, posibles destinatarios, usos, etc., además de un adecuado proyecto de marketing. Y yo me pregunto: en caso de que exista todo este estudio, ¿por qué no se comparte con quienes tienen que sufrirlo y disfrutarlo?

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba