La Conselleria de Transición Ecológica finaliza las obras de modernización de la depuradora de Villena
Las nuevas instalaciones tienen un potencial de recuperación de 10.000 m3 diarios de agua de calidad para riego, eliminando cualquier molestia de los tratamientos y reduciendo 49 toneladas de emisiones de CO2 al año
La Conselleria de Transición Ecológica, a través de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas (EPSAR), dirigida por el villenero Juan Ángel Conca, finaliza las obras de renovación y modernización de la estación depuradora de Villena. Una actuación de 8,75 millones de euros que mejorará el saneamiento de aguas de Villena, Beneixama, Camp de Mirra y Canyada, dando servicio a 58.000 habitantes equivalentes (cifra que calcula el impacto de particulares más los negocios de los municipios servidos).
La reforma integral, iniciada en junio de 2019, convierte a la estación depuradora (EDAR) de Villena en una de las más innovadoras de la provincia de Alicante con un potencial de recuperación de 10.000 m3 diarios de agua de calidad para el uso agrícola. La renovación se ha producido, además, sin que en ningún momento haya cesado la actividad de las anteriores instalaciones y sumándose un periodo de pruebas en los últimos meses. Los parámetros completos de la actuación se pueden conocer aquí.
En este sentido, la línea de tratamiento se ha renovado por completo para incrementar en un 25% el caudal regenerado y obtener un agua óptima que podrá reutilizarse para el riego y que asegura el aporte satisfactorio en la Acequia del Rey. El resultado es la mejora ambiental del hábitat de la avifauna y del fartet, especie acuática endémica en la Península Ibérica, así como la menor dependencia de los acuíferos de la zona.
La consellera Mireia Mollà, que visitó el avance de las obras hace ahora un año, valoró la solución que, además de eliminar las posibles molestias e incrementar el caudal en cantidad y calidad, incorpora los principios de la economía circular y la eficiencia energética.
La nueva EDAR de Villena es ejemplo de infraestructura de saneamiento sostenible, moderna y automatizada que no solo abre la puerta a la reutilización de agua sino también al reaprovechamiento de lodos para la agricultura del Alto Vinalopó.
La planta de nueva generación cuenta con autoabastecimiento energético a través de placas fotovoltaicas que reducen 49 toneladas de CO2 al año -el equivalente a las emisiones de 490.000 km recorridos en coche-. A este modelo de transición ecológica se añade la mejora de la eficiencia de los equipos que incrementa el porcentaje de reducción de la huella de carbono de las instalaciones, además del considerable ahorro de los costes energéticos y de explotación.
La inversión de casi 9 millones de euros ha sido cofinanciada por la Unión Europea a través del Programa Operativo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Comunitat Valenciana 2014-2020.