Abandonad toda esperanza, salmo 619º
El Aula de Cómic de la Universidad de Alicante, que coordinamos desde Unicómic y de la que ya les he hablado en alguna ocasión, viene desarrollando últimamente una serie de actividades centradas en la relación de la historieta con otras artes, muy especialmente el cine. Y si el pasado sábado se celebró una jornada dedicada al kaiju eiga (el cine de monstruos japonés) que nos trajo al director del Festival de Cine de Sitges Ángel Sala como invitado de lujo, el próximo jueves tendrá lugar la Jornada de Cómic y Cine de Terror organizada junto con CIA!! (Asociación de Autores de Cómic e Ilustración de Alicante). Este evento reunirá a partir de las cinco de la tarde a varios autores de cómic -entre ellos mi admirado Juaco Vizuete y Vicente Navarro, guionista especializado en el género- y a otros especialistas con el fin de debatir sobre el terror en el cine y los cómics. A lo largo de dicha jornada, a la que les invito cordialmente a asistir, se presentarán tres revistas, se llevarán a cabo un par de proyecciones, podrá visitarse una exposición sobre el tema y se celebrará una mesa redonda sobre la actualidad del cine y el cómic de terror a la que han tenido la amabilidad de invitarme.
Dado que este será un coloquio de formato abierto, no sé a ciencia cierta de qué acabaremos hablando; pero de lo que estoy seguro es de que saldrá a colación Hereditary, la película que está en boca de todos los aficionados al género... Incluidos aquellos que reniegan de su adscripción al mismo porque no les ha asustado (sic), como si la naturaleza de la propuesta pudiese estar supeditada a su percepción subjetiva de la susodicha. Tampoco comprendo a aquellos que ven en ella un tremendo bluff, algo que solo puede entenderse como resultado de la frustración que han provocado en algunos unas expectativas demasiado altas ante una cinta que se anunciaba como un antes y un después en la historia del género (como si pudiéramos saber qué vendrá después apenas unas semanas después de su estreno). Pero todavía entiendo menos a ese sector de la crítica especializada que, después del visionado de un trabajo tan hipnótico y repleto de matices como este, acusa a su realizador, Ari Aster, de acercarse al género mirándolo por encima del hombro. A mi parecer, en este en su primer largometraje (quién diría que estamos ante un debut), Aster ha decidido apartarse de las muestras más trilladas del cine de horror reciente y, sí, ha acometido su labor con las dosis justas de suficiencia y osadía prepotente como para atreverse a dar un paso más allá de lo habitual sin abandonar el territorio del horror. ¿Acaso no es lo que hicieron antes que él, en comparación con la tendencia hegemónica de sus épocas respectivas, realizadores como Roman Polanski o Stanley Kubrick en La semilla del diablo y El resplandor respectivamente? Dos cintas, por cierto, a las que en cierta manera remite esta Hereditary (la primera más en el fondo, la segunda en la forma), y de las que hoy nadie se atrevería a poner en tela de juicio su pertenencia al género.
Otra película de la que sí se debate todavía hoy si es de terror o no, y que seguro se mencionará durante la mesa redonda de marras -más que nada porque si no la cita nadie antes lo haré yo- es Psicosis, la obra magna de Alfred Hitchcock; un título que considero no solo la cumbre indiscutible del género, sino la película bisagra que en su estreno de 1960 dividió a nivel mundial la historia del cine en dos partes: el clasicismo y la modernidad... aunque su principal responsable siempre defendiese que era una gran broma macabra que muchos se tomaron demasiado en serio. Solo ignorando esta boutade del Maestro del Suspense se entiende que se le puedan dedicar noventa minutos completos a analizar poco menos de dos extraídos del metraje rodado por aquel. Esta es la tarea que ha emprendido el documentalista Alexandre O. Philippe en 78/52: recurrir a historiadores, críticos, realizadores y aficionados, además de a algunos de los implicados tanto en el film original como en el remake perpetrado por Gus Van Sant en los años noventa, para tratar de dilucidar algunos de los misterios y las curiosidades de una escena, la del asesinato de Marion Crane (Janet Leigh) en la ducha (¿acaso podía ser otra?), que ya forma parte del acervo cultural de varias generaciones. No voy a afirmar que el visionado del documental sea tan fascinante como el del mismo film de Hitchcock, porque eso es imposible; pero todo aquel que se considere un cinéfilo de pro debería sentirse obligado a verlo y a reflexionar después sobre esta obra maestra inagotable.
Y ya que hablamos de obligaciones placenteras, no quiero despedir estas líneas sin recomendarles una lectura teórica ya les adelanto que indispensable para todo aficionado al cine de terror que se precie de serlo: Noche sobre América surge como evolución natural de la tesis doctoral que su autor, Luis Pérez Ochando, le dedicó al cine de terror estadounidense estrenado entre 2001 y 2011; y se propone al igual que aquella revelar el contexto político e ideológico en el que se sustentó el género durante más de una década aunque para muchos espectadores aquel pasara totalmente inadvertido. Debo aclarar que el libro no es una novedad en sentido estricto -se publicó el año pasado- ni es todo lo fácil de conseguir que debiera -el eterno estigma de las publicaciones del ámbito académico-, pero su interés (insisto, mayúsculo) compensa más que sobradamente el esfuerzo. Les aseguro que no se arrepentirán de leerlo, como tampoco de acudir a una Jornada de Cómic y Cine de Terror que promete ser de lo más entretenido.
La Jornada de Cómic y Cine de Terror se celebra en la Sede Universitaria de Alicante (C/ San Fernando, 40) en 12 de julio de 2018; Hereditary y 78/52 se proyectan en cines de toda España; Noche sobre América (Cine de terror después del 11-S) está editado por Publicacions de la Universitat de València.
