Abandonad toda esperanza

Lolitas

Abandonad toda esperanza, salmo 220º
Mientras esperamos a que se edite en abril la novela inconclusa del hombre que lo empezó todo, Vladimir Nabokov, aunque solo sea para poner a parir a su hijo que en plan Max Brod se ha decidido a publicar aquello que su padre nunca quiso que viese la luz, los que beben los vientos por las lolitas desde que Kazan y Kubrick nos presentaron a Carroll Baker y Sue Lyon harían bien en ir a ver The Lovely Bones. Quédense con este nombre: Saoirse Ronan, el gran descubrimiento de un film donde Peter Jackson demuestra a quien no se haya enterado todavía (¿no han visto Criaturas celestiales?) que es mucho más que el gore desenfadado de sus comienzos o la épica fantástica surgida de la mente de Tolkien. Pocas veces se han visto rostros más fotogénicos que el de esta actriz de quince años que da vida (y muerte) a Susie Salmon, asesinada por el aparentemente amable vecino de al lado, en esta soberbia adaptación de la novela de Alice Sebold Desde mi cielo.

Quédense con este nombre también: Carey Mulligan, protagonista de la película sorpresa de la temporada: An Education. La británica ya no es menor de edad (tenía veinticuatro años cuando la rodó), pero da el pego como estudiante de dieciséis que se enamora de un adulto, pero sobre todo de la vida adulta, de los clubs de jazz y las películas francesas, que la relación conlleva. La directora, Lone Scherfig, a la que perdimos la pista tras Italiano para principiantes y Wilbur se quiere suicidar; regresa de la mano de Nick Hornby, autor de Alta fidelidad y Un niño grande, que será candidato al Nobel el día en que los que otorgan galardones prestigiosos decidan que ser divertido no va en menoscabo de la calidad de la obra. Y si usted es, como yo, de los que piensa que en la ambigüedad que encierran el Libro de Buen Amor, el Quijote o Hamlet radica buena parte de la razón de su perdurabilidad, disfrutará con este relato del que resulta complicado discernir si es lo más conservador o lo más transgresor del momento; de lo que sí se trata con seguridad es de un pequeño bombón envenenado que pone en tela de juicio todo un sistema educativo, el inglés, y una serie de convenciones comúnmente aceptadas.

A Carey Mulligan se la puede ver también en Brothers (Hermanos), último trabajo del otrora personal Jim Sheridan y a su vez remake de un film danés que pasó sin pena ni gloria por los cines. Aunque se trate de un trabajo bastante convencional funcionará bien aunque solo sea por su trío protagonista: Tobey Maguire, Jake Gyllenhaal y la que fue una de las lolitas más importantes, si no la que más, del cine de los 90: Natalie Portman. Pero la actriz ya queda lejos de aquella niña que enamoró a Timothy Hutton en Beautiful Girls o fascinó a Jean Reno en Léon, experimentando ahora una madurez física y profesional de la que al menos en esto último no han disfrutado otras como Dominique Swain (la Lolita de Adrian Lyne) o Leelee Sobieski (la lolita de Eyes Wide Shut), relegadas a producciones que van de cabeza a los videoclubs. Esperemos que a Saoirse Ronan y Carey Mulligan les pase lo que a la Portman: que podamos recordar su etapa lolitesca mientras disfrutamos de su transformación en espléndidas actrices... y mujeres.

The Lovely Bones, An Education y Brothers (Hermanos) se proyectan en cines de toda España.

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