Abandonad toda esperanza

Los otros Dráculas

Abandonad toda esperanza, salmo 595º
Como podrán comprobar en las líneas que siguen, me mantengo fiel a mi costumbre de empezar el año con el buen pie que significa acudir a los clásicos que uno siempre tiene pendientes. Pero esta vez con una particularidad, ya que me he centrado en las versiones alternativas de una historia y un personaje que en cambio conozco muy bien y de los que les he hablado en varias ocasiones: me refiero al relato protagonizado por Drácula, el vampiro más popular de todos los tiempos. Un personaje que es ya un icono cultural, nacido en 1897 en las páginas de la novela homónima de Bram Stoker, que leí siendo poco más que un adolescente y que pese a no haberla releído después permanece viva en mi memoria gracias, además de al impacto indeleble que suele provocar la lectura de un clásico semejante, a las múltiples adaptaciones que de la misma se han hecho en cine, televisión y cómic, cuando no dentro las fronteras de la propia narrativa.

Este último es el caso de Los poderes de la oscuridad, un hallazgo literario reciente cuyo subtítulo especifica que estamos ante La versión perdida de Drácula. Y no es que estuviese perdida del todo: se trata de lo que hasta hace bien poco se consideraba como la tercera traducción de la novela original a un idioma extranjero, en este caso el islandés, publicada en 1900 primero de forma serializada y luego en formato libro. Pero hete aquí que, más que una traducción, se trata de una versión alternativa de la novela que incluye numerosos y significativos cambios respecto del original; de ahí que las ediciones actuales aparezcan firmadas, aunque no se tenga constancia de que llegaran a conocerse en persona, tanto por Stoker como por el traductor, Valdimar Ásmundsson (si bien el nombre de este, menos conocido, aparece reproducido a un tamaño bastante menor). Y de ahí también que Los poderes de la oscuridad pueda leerse también como una nueva y autosuficiente novela de terror; si bien su principal atractivo, como en mi opinión no podía ser de otra forma, radica en el trabajo del estudioso Hans Corneel de Roos, que aporta una introducción centrada en los orígenes del texto y un suculento aparato de notas al margen que versan sobre las variaciones mencionadas además de sobre la propia traducción. Así pues, estamos ante una propuesta ideal como complemento a la lujosa edición anotada de Drácula a cargo de Leslie S. Klinger (si no la han leído ya, no sé a qué esperan), y que incluye también un prólogo de Dacre Stoker (sobrino bisnieto del escritor irlandés), un epílogo de John Edgar Browning y un nutrido listado de referencias bibliográficas.

Dado que la edición española sigue fielmente la anglosajona Powers of Darkness. The Lost Version of Dracula que vio la luz un año antes, en la citada bibliografía no se incluye un texto recentísimo pero fundamental para todo aquel interesado en la inmortal obra de Stoker: Miedo y deseo. Historia cultural de Drácula (1897) es el ensayo que Alejandro Lillo ha dedicado a la novela protagonizada por el personaje literario llevado al cine (y muy probablemente también al cómic) en mayor número de ocasiones, y que la analiza no solo como una historia de terror -que, por supuesto, también-, sino como un relato que refleja cuestiones que ya se planteaban, algunas de forma muy temprana, cuando el libro vio la luz casi a las puertas del siglo XX y que todavía hoy nos siguen preocupando. No resulta difícil hallar en sus páginas, sobre todo después de leer el texto de este Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Valencia y profesor de la misma institución, reflexiones sobre la maldad y la locura, la lucha de clases, el miedo como método de control o un feminismo avant la lettre; cuando no una aproximación al tema más viejo y universal de todos los que nos atañen: la condición humana. Y el resultado de la investigación revela que una novela publicada hace ciento veinte años podría ayudarnos a entender mejor nuestra convulsa realidad mucho mejor que algunos libros de no ficción que presumen de ello.

Si después de leer estos títulos se han quedado con ganas de más, no deberían dejar pasar la semblanza más ambiciosa y documentada del autor de La Joya de las Siete Estrellas: Algo en la sangre, la "biografía secreta" de Stoker a cargo de David J. Skal, uno de los especialistas en la literatura y el cine de terror más respetados de la actualidad. En este monumental volumen de casi setecientas páginas, fruto de una labor titánica llevada a cabo a lo largo de años de investigación, Skal revela al mundo los entresijos vitales de un autor tan misterioso como su célebre vampiro o incluso más; y puesto que todo hombre y toda obra son hijos de su tiempo, dibuja un retrato fidedigno y fascinante de lo que fue la Inglaterra victoriana. Por tanto, estamos ante un libro que resulta, como el de Lillo, de lectura indispensable para todo aquel interesado en el universo de Drácula y su progenitor.

Precisamente Skal es autor también de Hollywood gótico, como el anterior editado por Es Pop y el libro más completo que se ha escrito sobre los orígenes del trasvase del Drácula de Stoker al séptimo arte a partir de los años veinte del siglo pasado. En sus páginas se relata un periplo que arranca con el peliagudo asunto del Nosferatu de Murnau y los problemas legales que acarreó su estreno; y continúa con las adaptaciones, estas ya oficiales, de la novela a cargo de los estudios Universal. Como sabe cualquier buen aficionado al cine de terror, y por supuesto los lectores de este libro de Skal, también en 1931 y de forma pareja a la adaptación firmada por Tod Browning y protagonizada por Bela Lugosi dando vida -o mejor dicho, no-vida- al conde transilvano, se rodó una versión hablada en español con vistas a estrenarla en distintos países de Latinoamérica. Esta versión, dirigida por George Melford y con Carlos Villarías encarnando a Drácula, se rodó de noche en los estudios de la Universal aprovechando los mismos decorados y las mismas marcas de los intérpretes de la versión hablada en inglés (y diurna)... aunque se introdujeron más notas de humor y un nuevo vestuario, que incluía escotes más pronunciados en los ropajes de las féminas, tal y como recordaría años después una divertida Lupita Tovar, la otra protagonista de la cinta. Así pues, y dado que los filmes fundacionales de Murnau y Browning ya los había disfrutado y más de una vez cada uno, ha sido precisamente este Drácula de Melford que llevaba arrastrando desde hace años como una deuda pendiente el clásico que elegí ver en formato digital en la noche del pasado 1 de enero. Dentro de un año veremos qué elijo para empezar 2018, y podremos comprobar si ha surgido alguna otra versión de Drácula, literaria o audiovisual, por el camino. Que no me extrañaría nada.

Los poderes de la oscuridad. La versión perdida de Drácula, Miedo y deseo. Historia cultural de Drácula (1897) y Algo en la sangre. La biografía secreta de Bram Stoker, el hombre que escribió Drácula están editados por Ediciones B, Siglo XXI y Es Pop respectivamente. Drácula está editada en DVD y Bluray por Universal.

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