El Volapié

Nesun dorma

En tu fría habitación miras las estrellas que tiemblan de amor y de esperanza. Que nadie duerma porque se perderá lo que resta desde que fracasó el último simulacro de huelga y finalizaron las vacaciones de Pascua hasta la hora en que se anuncie el próximo bando de la mano que mece la cuna.
Puccini tampoco tuvo tiempo de sobra y murió antes de finalizar su genial Turandot. Si hay algo que no nos sobra es tiempo. Turandot es una princesa de la China milenaria quien intenta cumplir una sentida y fría venganza por una antepasada que resultó mancillada, decapitando a aquellos de sus pretendientes que no sean capaces de responder a tres adivinanzas.

El desconocido príncipe Calaf se aventura en tal empresa y responde acertadamente a los tres enigmas. Entonces la desafía a que sea ella la que averigüe su nombre y Turandot ordena que nadie duerma hasta que se sepa el nombre del atrevido pretendiente. Nesun dorma.

Culminadas las elecciones bis en Asturias y el impactante fracaso del sempiterno derrotado Arenas en Andalucía, tras la huelga y las felices vacaciones de una Nación con 5.300.000 parados -y subiendo-, el Gobierno Central tiene tierra por delante para continuar con su proceso de adaptar nuestra economía a las exigencias alemanas, revistiendo cada fase con una patina de falsa voluntariedad que no debe dar lugar a confusión: Lo único que falta para que España quede intervenida es un documento oficial que así lo dicte. Como se suele decir coloquialmente, estamos intervenidos no oficialmente.

Aunque el Pueblo es depositario de la Soberanía Nacional, no pincha y mucho menos corta una vez que las urnas regresan a los sótanos. Los ciudadanos nada podemos hacer en contra ni a favor de esto, salvo continuar trabajando con paciencia y tratando de hallar en las labores diarias razones de mayor peso que el de un puñado de euros.

Las administraciones están “sonadas”, la única posibilidad para la creación de empleo recae en las empresas y si alguien conoce otra fórmula debe sacarla a relucir porque toda la ayuda es poca.

Por encima de otras reivindicaciones, la primera debe ser la de la creación de empleo y se da la circunstancia de que algunos de quienes apoyan la huelga impiden que algunos emprendedores aporten su granito de arena.

En una ciudad gobernada por una coalición con diversas sensibilidades en general y afines a la huelga en particular, he presentado una solicitud para abrir una empresa. Una pequeña empresa que no será suficiente para alcanzar el pleno empleo, pero que contempla la creación de varios puestos de trabajo directos y la dinamización puntual de una zona de servicios. No es mucho, pero económicamente supondrá una suma en vez de una resta. Pero sucede que el ayuntamiento huelguista no autoriza el comienzo de esta iniciativa empresarial que pertenece al sector taurino, dicho sea como anécdota.

Si desde un simple Ayuntamiento se ha apoyado la huelga a la par que se impide la creación de empleo, nesun dorma para no perderse lo que sucederá a mayor escala.

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