Vida de perros

Política de bar (I)

Con una nalga apoyada en la banqueta de madera y con los codos clavados en una barra, posiblemente sobre el periódico abierto, discutimos de política. Y aunque parezca que andamos criticando tal o cual actuación particular, sea del ayuntamiento o del Congreso, en realidad hablamos de política: no faltan en nuestros argumentos conceptos solidarios, éticos o administrativos. Y aunque se pueda pensar que al calor de la barra de un bar, con las gargantas refrigeradas a base de cerveza, es fácil opinar, hay dos razones que no dejan lugar a duda: que desafortunadamente andamos gran parte del día siguiendo y rumiando el triste acontecer político (económico y social); y que seamos como seamos formamos parte de esa ciudadanía con derecho a opinar cada cuatro años.
Así que con la cerveza y el periódico delante nos encontramos con la noticia bomba de la semana pasada: el señor Pedrosa expulsa temporalmente de su partido a unas cuantas personas, Juan Richart incluido. Uno pregunta: “¿Entonces qué?” “Bueno, no sé, esperemos las reacciones”. Las reacciones: Richart por un lado: “No me puede expulsar porque bla, bla, bla”; por otro lado, Los Verdes: “En el equipo de gobierno todo funciona bien. No sé. Son cosas internas de su partido”; por otro lado el Psoe: “…”; y por el último el PP, permítanme una interpretación libre: “Ya lo hicieron una vez…, qué puedes esperar…”. Lo que configura una altura de pensamiento donde cabe cualquier opinión, sea de quien sea, sea donde sea. La mía, en el bar, es rápida y sencilla: VCD nunca debió estar en el gobierno. Guardo cientos de motivos para decirlo. Pero si VCD no hubiera entrado en el gobierno entonces gobernaría el Partido Popular. Sí, no se me escapa. Pero tampoco hay ningún problema si gobierna un partido que ha obtenido prácticamente el cincuenta por ciento del apoyo ciudadano. Y tampoco hay ningún problema si dicho partido tiene que hacerse responsable de los proyectos y las negociaciones que además realizó durante cuatro años de legislatura. De hecho, más que problemático lo veo lógico, y más que imaginar una carga sobre sus hombros, tengo curiosidad por conocer el modo en que hubieran resuelto o afrontado cada uno de los conflictos con los que lidiamos hoy día.

Pero ahora el problema, se dice dando con la jarra en la barra, es el que es, ¿qué pasa con VCD, qué pasa con el tripartito? Nada, no pasa nada, ¿no lo has oído? Sí, pero me extraña. ¿Qué te extraña? A ver si me explico, no me extraña viendo cada día el periódico que una mayoría de políticos y políticas en nuestro país tengan tamaña falta de vergüenza, lo que me extraña es que ocurra en una ciudad con una población como la nuestra. Que nos cruzamos por la calle, vaya. Pues de todo se aprende, amigo. Cóbrate y mañana seguimos.

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