Escena 1
- Diecisiete proyectos de plantas de placas solares son demasiados, ¿no crees?
- Alcalde, es la oportunidad para poner la ciudad en el mapa.
- Sí, claro… en el mapa de la nueva burbuja. La especulación, Juanjo, se ha convertido en la nueva seña de identidad de los españoles.
- ¿Sabes la cantidad de dinero y empleos que va a traer el nuevo modelo energético?
- ¿A qué costo? ¿Perder la biodiversidad de la zona por un puñado de billetes?
- La mayoría de los agricultores están dispuestos a vender y, sabes que los que no vendan, se expondrán a dolorosas expropiaciones. Es el futuro, alcalde.
- Es una mierda como el gorro de un picaor, Andrés. Es nuestra tierra la que estamos relegando a solárium desértico.
- La vida se abrirá paso entre las placas solares, ya lo verás.
- ¿Usted qué piensa, Avelino? Está muy callado.
- Pienso que la historia se repite: desgraciadamente, vuelve lo peor de los años 90.
Escena 2
- La verdad es que los años 90 tampoco estuvieron tan mal.
- ¡Qué dices! ¿No recuerdas los pantalones de cintura sobaquera de las chicas? ¡Pues han vuelto!
- ¡Arrrrrggggg! ¡Vuelven los ombligos cetrinos!
- ¡Sí, tío!
- Podríamos hacer una lista de las cosas más denigrantes que la raza humana sufrió en los 90.
- Oye, que en los 90 fue cuando se dio a conocer Chiquito de la Calzada.
- Fue lo mejor que le pasó a España en toda la década.
- ¿Y lo peor? ¿El Bollycao de fresa?
- ¡Jajajajaja! No lo recordaba.
- Sabéis que, podemos dejar un capítulo del rollo “Yo fui a E.G.B.”, ¿verdad?
- Andaremos con cuidado. Hubo cosas molonas, pero fue una década turbia. Recordad los pantacas de Mc Hammer.
- Daban más grima los Kriss Kross y su “Jump”.
- Las gorras con la visera en la nuca me dan escalofríos.
- Como las coloridas chaquetas del Príncipe de Bel-Air.
- ¡Vade retro!
- ¡Jajajajaja!
- Para cutres, las chaquetillas toreras de denim.
- ¿De qué?
- Denim.
- ¿?
- Vaqueras.
- ¡Ah! Joer, Juan José, estás a la última en Pret a Porter.
- ¡No me jodas, Andresico!
- Seguro que llevabas camiseticas de esas de rejilla.
- ¡Noooooorl! Jajajajajaja. ¡Esas camisetas o, mejor dicho, esas barrigas embutidas en esas camisetas, eran lo más!
- Los vigilantes de la playa hicieron mucho daño también.
- Pues a mí me molaban.
- No me extraña, Andrés. Todos los topicazos del mundo en media hora de tele.
- Claro, tú eras más de Sensación de vivir, alcaldesito.
- ¡Horreur! Jajajajaja
- ¡Esos flequillos casi acaban con la capa de ozono!
- Pues a Loreto Valverde le sentaba genial.
- ¡Madre mía, Loreto Valverde! Nadie sabe muy bien para qué servía.
- Para decorar. Emilio Aragón ponía el talento y ella la voluptuosidad.
- ¿Talento? ¡Jajajajajajaja!
- ¡Hostias! Lloro de la risa.
- ¡Endevé cómo me ha puesto la mierda la Sole!
- ¡La niña del mechero! ¡Gloriós!
- ¡Y tanto!
- Carlos Jesús tenía su puntito…
- Sí, sí, su puntito…
- Arús tuvo la gracia que le faltaba a Pepe Navarro en el Mississippi.
- Pues ponía musicaza, el cabezón.
- Y atentaba contra la dignidad sexual del género femenino, Juanjo.
- Las cosas se medían con otro rasero.
- Los 90 fueron como un segundo destape.
- Sí, si quitas a Carmen Sevilla y los baladones de Guns and Roses…
- Lo de Joan Monleón fue muy denigrante.
- Les vidrioles… insultantes.
- ¿Y lo de Sergio Dalma? ¡Vuelve el latin lover!
- Pues tan machista como Alejandro Sanz, en realidad.
- Pero menos poético. Jajajajajajaja.
- Galilea, qué fortuna la mía….
- Lo de la música, en los 90, fue de traca mora.
- Tecnotronic, Afrika Baambaata, el ocaso de Locomía…
- Sopa de caracol, Leticia Sabater…
- ¡Arrrrrggggg!
- Los karaokes de María Abradelo.
- ¡Qué turbia y patética era, por favor!
- Juanjo, tú llevabas chupetes de la suerte.
- ¡Cabrón, eso no se lo cuentes a nadie! Además, tú tenías un tamagotchi cuando ya estabas granao, Andrés. Como no te dejaban tener animales en casa…
- ¡Cómo te odio!
- Sólo te faltaba hacerte trenzas africanas y llevar pegatinas de “toi” en las carpetas.
- ¡O ponerme pañuelos en la cabeza a lo Bunbury como tú, alcalde!
- Y tachuelas de mechero en la solapa de la chupa de polipiel…
- Y estarás orgulloso de ello…
- Todos tenemos un pasado y, hay que aceptarlo.
- Cierto, los noventas también tuvieron cosas buenas.
- ¡Claro! Los pins, el acid house, los radiocassetes de doble pletina gigantescos, los discman y el laser disc…
- El fin de año con Martes y 13…
- Faemino y Cansado, el final de Pesadilla en Elm Street…
- … Humor amarillo y el Chino Cudeiro…
- Twin Peaks, Expediente X, los Fraggle Rock, Cifras y letras…
- La ruta del bakalao, la Game boy…
- … las riñoneras…
- ¿Las riñoneras?
- ¿Qué pasa? A mí me parece un invento brillantísimo, brillantísimo.
- ¡El Rafa todavía la lleva!
- ¡El Rafa no tiene corazón!
- ¡Claro que lo tiene! ¡Un corazón noventero repleto de Alice in Chains y Jane’s Addiction!
- Pues es cierto. Los noventa, como todas las décadas, tuvieron sus cosas molonas y sus cosas no tan molonas.
- Sí.
- Sólo espero que, por favor, entre las cosas que las modas recuperen de esa época, no estén (como parece que van a estar), los chanchullos de los Eduardo Zaplana, los George Bush (pater et filius), los Juan Guerra, los Aznar, los Felipe González (alias Señor X), ni Sting y Phil Collins.
- ¿Sting y Phil Collins?
- ¡Claro! ¡Por pesaos!