Estación de Cercanías

Puestos a pedir…

Mi primera petición es para ustedes: intenten por un momento hacer un sencillo ejercicio de empatía y ocupen mi lugar o el de cualquiera de mis compañeros columnistas al comenzar nuestra perorata semanal, la cabeza echando humo, el jefe reclamando su columna y nosotros sin más aparejo que nuestros tontos ordenadores que nada saben.
No es que quiera justificar (por ser palos a gusto) con lo que voy a exponer a continuación el duro trabajo que supone semana tras semana llegar hasta ustedes con algo diferente, señalar directamente con el dedo aquello que nos incomoda, nos parece sospechoso o sencillamente no nos gusta, hurgar en heridas abiertas y levantar la mano ante lo injusto; sólo pretendo hacerles partícipes de lo importante y necesario que es para cualquiera de nosotros el opinar con conocimiento de causa. Con argumentos.

Porque después, y como dije la pasada semana, llegan las sogas que te atan a tus palabras, vocablos que dichos al aire sin ningún fundamento o amparados en el atrevimiento de la ignorancia son muy fáciles de plasmar en la virginidad del folio, pero que sin una sólida base no dejan de ser borrones negros que ensucian el blanco. Y lo que es más importante, enturbian las opiniones de aquellos que tenga a bien leer nuestras inquietudes y compartirla.

Pero para que todo esto pueda llevarse a cabo dentro la honradez que les debemos, y nos debemos, necesitamos materia prima de calidad, porque como la madera es al carpintero o el cemento al albañil, para nosotros disponer de información completa y veraz, más allá de lo hablado en los medios y lo leído en un papel que sólo mira a los ojos interesados, es fundamental, y lo es para no tener que hablar a tientas, ni tener que obedecer al hemos hecho o vamos a hacer de las palabras, que nos lleva a asumir, en el mismo momento que los documentos muestran lo contrario, nuestro error. Entenderán pues la necesidad que tenemos de argumentarnos documentalmente para evitar rectificar ante intereses o manipulaciones que nos niegan la verdad completa con silencios o vacíos.

Por todo ello quiero desde aquí apoyar sin reservas a mi compañero Mateo (al que admiro y mando un beso), y pedir al igual que él hizo hace más de un mes (28 de diciembre), y en pleno municipal, le hagan llegar una copia del informe elaborado por la UA sobre la bondad de las aguas que desde el Azud de la Marquesa nos van a llegar.

Mateo pide, y yo con y para él, que le muestren dicho informe para preceder a estudiarlo en su totalidad, sin censuras, porque de lo contrario difícilmente va a poder posicionarse y exponer publica y coherentemente su opinión a favor o en contra de la decisión tomada por Vicenta Tortosa, Alcaldesa de Villena, y los partidos que gobiernan nuestro municipio sin el uso de los mismos instrumentos de valoración. Vital decisión. Importantísimas consecuencias de presente y futuro, pero Mateo sigue esperando. Así que, como el que avisa no es traidor y el ocho de Marzo se acerca, pido desde aquí –a quien toque– una copia del Estudio de la Mujer en Villena, trabajo que sólo ha visto la luz en el couché, aunque unilateralmente es utilizado para difundir conclusiones en las ondas y para cuestionar desde el visor de las solicitantes dicho resultado.

Porque lo hemos pagado todos parcialmente y porque la opinión no puede circunscribirse únicamente al ámbito interesado, solicito públicamente una copia de dicho informe. Yo también quiero sacar mis conclusiones, exponerlas cuando toque, ofrecer mi punto de vista y compartir otras miras que no sean las de siempre. Mateo, ya somos dos.

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